Superó el 60% y fue la mayor de la historia. Hubo decenas de mesas con cero votos. Para el presidente Sebastián Piñera, es una “señal de alerta que no debe pasar desapercibida”

La abstención desbordó el 60 por ciento en los comicios municipales celebrados este domingo en Chile, confirmando la crisis de representatividad que afecta a este país sudamericano, asolado por miles de protestas sociales desde 2011.

La elección, la primera en que el sufragio fue voluntario desde 1990, cerró incluso con decenas de mesas con cero votos, como sucedió en la populosa comuna de Recoleta, al norte de la capital.

En medio de la soledad de los recintos de votación, los vocales y apoderados electorales optaron por jugar fútbol, dormir sobre las urnas o divertirse con consolas de videojuegos, ante las cámaras de televisión.

El presidente Sebastián Piñera, de derecha, llamó a votar desde el inicio de la jornada. "Esta es una fiesta de la democracia", dijo sin lograr que su llamado tuviera efecto sobre la gran mayoría de los 13 millones de electores. "Ha sido ejemplar", agregó al cierre de los locales de votación el ministro de la Secretaria General de la Presidencia, Cristián Larroulet, de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI).

Tras conocerse los resultados, la reacción fue distinta: "En esta elección muchos chilenos ejercieron su derecho de no participar, esa es una señal de alerta que no debe pasar desapercibida ni nos debe dejar indiferentes", advirtió el mandatario.

La oposición de centro izquierda, con las elecciones legislativas y presidenciales de 2013 en el horizonte, convocó también a la participación, en especial a los nuevos cinco millones de electores que ingresaron al padrón electoral este año. "El voto voluntario favorece a la derecha, los pobres no votan", dijo el presidente del partido Socialista, el diputado Osvaldo Andrade, otrora ministro de la ex presidenta Michelle Bachelet, favorita para los comicios a la primera magistratura de 2013.

La abstención, reforzada por llamados de líderes estudiantiles a no votar, fue la mayor de la historia, en medio de un creciente debate a favor de reformar el sistema político y la Constitución, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

"Le dimos voz al descontento", dijo la dirigente de los estudiantes de colegios, Eloísa González, quien encabezó los llamados a la abstención con la campaña "Yo no presto el voto".

La crisis política

Según admiten líderes políticos de diversas tendencias, tiene su origen en el amplio desprestigio de la élite gobernante y la desigualdad en la distribución de los ingresos.

Algunas cifras impresionan. El gobierno, la oposición, los tribunales y el Congreso tienen apoyos inferiores a 25 por ciento en la ciudadanía, según sondeos de distinto signo. Paralelamente, el país tiene un ingreso per cápita de unos 17.000 dólares por paridad de compra en cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero la mitad del país sobrevive con unos 3.000 dólares debido a la desigualdad.

En ese marco, la jornada estuvo marcada también por el retroceso de partidos tradicionales como la Democracia Cristiana y el triunfo de candidatos surgidos de fuera del sistema político y agrupaciones nuevas como el Partido Progresista de Marco Enriquez-Ominami.

La victoria más emblemática fue la de la independiente de izquierda Josefa Errázuriz en la acaudalada y capitalina comuna de Providencia, liderada por el alcalde oficialista Cristián Labbe, un ex guardaespaldas de Pinochet.

"Esto genera una nueva sensación política", opinó el ex director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) Claudio Fuentes, en alusión a las fisuras que la elección dejó en el bipartidismo que domina a Chile desde el regreso a la democracia en 1990 con la hegemonía de la Alianza y la Concertación por la Democacia.

En ese marco, otra derrota "dolorosa" para el oficialismo fue la de Santiago, en palabras del presidente de Renovación Nacional, el senador Carlos Larraín. En dicha comuna, la aspirante líder del Partido por la Democracia Carolina Tohá, ex vocera de Bachelet, venció al alcalde de la UDI Pablo Zalaquett, favorito en los sondeos previos.

La derecha, complicada hace meses por el apoyo de 30 por ciento al gobierno, logró a su vez retener algunos bastiones como el balneario de Viña del Mar y la urbe de Temuco. Sin embargo, esos logros no pudieron disimular la derrota, la que facilita un eventual retorno de la popular Bachelet al poder, si finalmente ella decide postularse a la Presidencia.

El proceso, enmarcado así en la abstención y el triunfo de candidatos provenientes de fuera de la élite política, abrió interrogantes sobre el futuro del país, enfrentado a comicios legislativos y presidenciales de noviembre de 2013.