Chile: Michelle Bachelet y el dilema de pactar con el Partido Comunista Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 23 de Diciembre de 2012 11:44

Las elecciones presidenciales chilenas de 2013, como las de la mayoría del mundo, se ganarán conquistando el centro político. Eso lo saben los dos precandidatos de la derecha, Laurence Golborne y Andrés Allamand, y la gran favorita de la izquierda, la expresidenta Michelle Bachelet.

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Por eso, en ese contexto de giro al centro, destaca más el papel que pueda jugar el Partido Comunista en los comicios de 2013: entrar o no en coalición con la Concertación y, en caso de ganar el concertacionismo, ser o no parte del gobierno. Está en juego un buen caudal de votos: en 2009 el PCCh en conjunto con otras fuerzas de izquierda y progresistas, apoyó la candidatura de Jorge Arrate que alcanzó un 6,21% de los votos.

El centroderecha ha apostado por conquistar el centro político. La UDI sostiene a un candidato independiente, muy popular y cercano al electorado como Laurence Golborne. El que fuera ministro de Obras Públicas por ejemplo ha confesado que votó contra Augusto Pinochet en el referendum de 1988 y ha propuesto incluir a concertacionistas en un posible futuro gobierno.

Incluso en temas valóricos es aperturista: “el matrimonio como institución me parece reservado para un hombre y una mujer… pero también he planteado que las parejas homosexuales tiene todo el derecho a tener una condición digna, una condición de respeto social, y a través de un Acuerdo de Vida en Pareja, como se ha planteado en el Congreso, podemos avanzar rápidamente”.

RN apoya a Andrés Allamand un político con perfil moderado y con buenas relaciones con todo el espectro político, incluidos los concertacionistas. Capaz de acoger opiniones de sectores de la izquierda como el rechazo a HidroAysén: “es un proyecto que está muerto, está detenido hoy día, no tiene ninguna viabilidad”.

Comunistas sí, comunistas, no en la Concertación

La Concertación, que perdió el poder en 2010 tras 20 años de gobierno, tiene la carta favorita para regresar a La Moneda, la expresidenta Michelle Bachelet.

Michelle Bachelet

La victoria de la izquierda en las presidenciales refuerza la candidatura de Michelle Bachelet

La apuesta concertacionista desde los años 80 fue construir una alianza pequeña de centroizquierda que excluyera al Partido Comunista, una agrupación que levantaba mucha animadversión, no solo en el electorado de la derecha sino en ciertos sectores como la Democracia Cristiana e incluso el Partido Socialista.

En la DC, existe absoluta incompatibilidad con el PC: “reconozco – asegura su líder Ignacio Walker- que cuando veo en la página web del PC una declaración del 12 de noviembre manifestando su apoyo al gobierno de Siria, un régimen político totalitario que ha practicado el terrorismo de Estado, me bajan serias dudas. El PC ha apoyado al Partido de los Trabajadores de Corea del Norte y al régimen cubano”.

Walker concluye que “entonces, uno se pregunta qué pasa respecto de los dos conceptos fundamentales que definen a la DC: el valor universal de los derechos humanos y el valor intrínseco de la democracia”.

Si bien admite cierta posibilidad de impulsar una alianza implícita a nivel electoral, no opina igual a una alianza de gobierno: “es muy distinto llegar a un acuerdo electoral por omisión con las distintas fuerzas de la oposición a formar una coalición de gobierno. Esto último requiere no sólo el acuerdo programático, sino que una convergencia política sustantiva. Y, en ese sentido, tenemos que ver cuáles son los puntos de convergencia y de divergencia y si podemos coexistir. Me cuesta imaginar un gobierno entre la DC y el PC”.

Los socialistas no tienen, en principio, un rechazo tan directo aunque su apuesta es más por la conquista del centro como admite  uno de los principales referentes bacheletista del PS, Camilo Escalona: “el liderazgo de nuestro proyecto debe ser de la máxima amplitud, no sólo a la izquierda, sino a los sectores del centro”.

Como señala  el diario La Tercera, “para los socialistas, en cambio, la negociación parlamentaria estará marcada por la decisión que tome el PC respecto de un eventual gobierno de Bachelet … el PC deberá haber resuelto si está dispuesto a ingresar al Ejecutivo y a asumir los costos de esa decisión. Para los socialistas es impensable garantizar una negociación beneficiosa para el PC, que aspira a aumentar de tres a seis diputados y lograr un senador, para que en el futuro finalmente los parlamentarios comunistas sean díscolos ante Bachelet. El PS quiere garantizar un respaldo amplio para la ex presidenta tanto en el Parlamento como en el gobierno y, sobre todo, que su eventual administración logre controlar las movilizaciones sociales”.

La líder estudiantil comunista Camila Vallejo rechaza apoyar a Bachelet.

Bachelet, con históricas buenas relaciones  con el comunismo, ve en este partido una posibilidad para ampliar su base política de sustentación.“No veo ningún problema en que el PC integre un futuro gobierno de la oposición. Históricamente han aportado a los gobiernos legítimamente elegidos y lo han hecho muy bien, como en el gobierno de Salvador Allende. Creo que sería un factor para sumar apoyo y, desde mi opinión personal, sería una muy buena opción”, asegura la madre de Bachelet, Angela Jeria.

Lo cierto es que acercarse al PCCh daría más votos a la coalición pero al mismo tiempo le abe un frente por el que puede ser atacado. Algo que de hehco ya está ocurriendo.

Así, el presidente de la UDI, Patricio Melero, destacaba recientemente que “faltó la pregunta del millón al PPD: ¿Comparte Michelle Bachelet el giro a la izquierda que su presidente Jaime Quintana convocó al interior de la Concertación junto al Partido Comunista? Mientras mande cartas todo permanecerá quieto, pero el día que ponga un pie en Chile van a comenzar los problemas para lograr un proyecto común”.

Las dudas comunistas

El desembarco comunista en la Concertación produce ronchas en el cocentacionismo y no causa emoción en el comunismo.

Muchos comunistas verían con desgrado el acercamiento a Bachelet. Por ejemplo, la líder estudiantil Camila Vallejo quien ha confesado que “no haría campaña por Michelle Bachelet ni llamaría a los jóvenes a votar por ella”…

… o líderes sindicales como Cristián Cuevas: “(el PC) debe volver a caminar junto al pueblo, como lo hizo en otros procesos, y no desperfilarse en un puro acuerdo electoral o en pactos que se hagan por arriba, porque eso genera una distancia también de la base social”.

Por contra, la dirección del partido, en manos de Guillermo Teillier lleva cuatro años siguiendo un camino conducente a establecer mayores lazos con la Concertación. Ya los tiene con el PPD, que liderado por Guido Gerardi es el principal adalid de la inclusión del PC en la Concertación, y con los radicales.

En 2008, un acuerdo por omisión con la Concertación le permitió al PC conquistar dos alcaldías. En 2009, gracias al pacto instrumental, el partido logró tres diputados y el propio Teillier entró en el Congreso.  En 2012 en las elecciones locales la apuesta política del PC, de formar un bloque de izquierda junto al PPD y el PRSD, reunió un 22,1% de la votación de concejales, mientras que el eje PS-DC,  un 27,3%.

Ahora, con vistas a 2013, Teillier quiere profundizarla relación lo cual pasa por abandonar los “pactos instrumentales” e ir a una relación más institucionalizada  pues cree que “la lógica del pacto instrumental con la Concertación no da `para más”: “nosotros no estamos engañando a nadie. Todo esto se ha hecho público. Que queremos destruir a la Concertación no es nuestro propósito”.

La gran incógnita es si la alianza con el PCCh dañará más que beneficiará a la Concertación en su objetivo de ganar en 2013 y regresar a La Moneda.

Tomado de INFOLATAM