El gobierno de Enrique Peña Nieto tiene por delante una dilatada agenda de reformas. Ya se aprobó en la recta final de la presidencia de Felipe Calderón la laboral, se ha empezado a poner en marcha la educativa y en el horizonte espera la siempre conflictiva reforma fiscal.

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Pero la batalla más dura será la que se dé en torno a la reforma energética que arrastra ya casi dos décadas de retraso y que supone tocar uno de los mitos fundantes de la nacionalidad mexicana, la propiedad pública de los recursos petroleros.

PRI, PAN y PRD firmaron en diciembre el Pacto por México para consensuar las reformas lo cual ha provocado una generalizada sensación de optimismo sobre que en esta ocasión las reformas sí van a avanzar.

Desde 1997 ”no habían estado los astros tan alineados como ahora” para aprobar esas reformas estructurales y hay que aprovecharlo, ha dicho esta semana el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría.

De todas formas, no todos comparten ese optimismo.

Por ejemplo, el analista Leo Zuckerman en Excelsior señala que ”ya hay información que nos habla de que la transición de lo firmado en el Pacto a lo que se discutirá en el Congreso no será nada tersa … Manlio Fabio Beltrones, líder del PRI en la Cámara de Diputados, sostuvo que “el artículo 27 de la Constitución no sería tocado” … Sin embargo, Juan Molinar Horcasitas, uno de los panistas del Consejo Rector del Pacto, … lo desmintió … Entonces, ¿a quién le creemos? ¿Al panista que negoció el Pacto o al priista que va a operar la reforma en la Cámara de Diputados? Lo dicho: too good to be true”.

El plan del PRI

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ya anticipó en su primer mensaje presidencial en cadena nacional que en 2013 habrá “importantes reformas” tras las logradas por su Gobierno en los campos educativo y de la administración pública: ”ha comenzado un nuevo año y con él una etapa de renovación y trabajo en equipo para transformar a nuestro país”.

En su primer mensaje presidencial Peña Nieto anunció numerosas reformas

Mucho más concretos fueron el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, al comentar que las reformas hacendaria y energética serán presentadas en el segundo semestre del año, y el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien anunció que el proyecto de reforma energética se dará a conocer a finales del primer semestre, con el propósito de que en la segunda mitad del año se pase a la discusión.

“El gobierno tiene una visión muy clara de lo que se requiere, pero no vamos a adelantarnos, todo llegará hacia el segundo semestre del año”, apuntó Coldwell.

Como apunta Joaquín López Doriga en el diario Milenio “el presidente Enrique Peña Nieto tampoco tiene mayoría en el Legislativo, pero ha sabido construirla extramuros … la diferencia del inicio de este gobierno con los que le antecedieron fue arrancar con acuerdos políticos más allá del Congreso, lo que Peña Nieto operó en la etapa de transición para llegar a su toma de posesión con un pacto inédito, ya consensado que firmaría con los dirigentes de los partidos de oposición en su segundo día de gobierno, y que ha convertido en hoja de ruta de, al menos, su primer tramo”.

Logrado eso, concluye López Doriga “desde ese mismo acuerdo buscará sacar en estos primeros seis meses las reformas que, como la educativa, no polarizan a la sociedad ni enfrentan a los partidos. Estas las dejó para el segundo semestre, cuando presente sus dos grandes: la hacendaria, que es la fundamental, y la energética”.

La postura de la oposición

Para llevar a cabo esas reformas el aliado fundamental del priismo debe ser el Partido Acción Nacional (PAN) quien ha prometido impulsar la reforma energética durante el primer semestre de 2013, según anunció Juan Molinar Horcasitas, portavoz del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del blanquiazul.

Dirigentes de PRD, PAN y PRI, junto a Peña Nieto, en la firma del Pacto por México

Por su lado, el coordinador panista en la Cámara de Diputados, Luis Alberto Villarreal García, ha ratificado que su partido desea alcanzar acuerdos con el gobierno en cuanto a las reformas estructurales: ”el grupo parlamentario del PAN tiene la disposición de discutir todos los temas este 2013, incluyendo una reforma fiscal integral, pero primero deberán abordarse las verdaderas prioridades de la agenda ciudadana”.

El más complicado escollo será pactar con el Partido de la Revolución Democrática quien con y sin Andrés Manuel López Obrador se erige en el defensor del legado del general y presidente Lázaro Cárdenas quien expropió a las empresas estadounidenses en petróleo en 1938.

Precisamente, su hijo, Cuauthemoc Cárdenas dio a conocer sus ocho puntos para lo que sería una reforma energética, en la que no se plantean cambios constitucionales en materia petrolera y se persigue mejorar la operatividad de la paraestatal, principalmente en lo referente a un cambio de régimen fiscal de Pemex, autonomía presupuestal y de gestión.

El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) la fuerza que ahora lidera López Obrador va mucho más allá que su antiguo partido, el PRD, y se opone a las llamadas “reformas estructurales” del Pacto por México por considerar que perjudicarán a la población aumentando los impuestos, disminuyendo los derechos de los trabajadores y privatizando los recursos públicos.

“México no necesita más reformas estructurales, necesita reformas para el bienestar social. México ya sufrió bastante con las llamadas reformas estructurales, llevamos 30 años de reformas estructurales, entre comillas, y tenemos más desigualdad, tenemos más pobreza”, asegura uno de los hombres de López Obrador, Martí Batres, quien añade que  las reformas energética y fiscal contempladas en el Pacto por México como “un atraco” para el país.

Tomado de INFOLATAM