Disgustado por las condiciones en las que vivía la tropa, uno de los subordinados delató a Homero Calderón Quintero. La familia del jefe tenía TV gigante, iPad, internet y ganado

Calderón Quintero está acusado de coordinar el secuestro de cinco personas, tres extranjeros y dos colombianos, en Bolívar. La policía tomó conocimiento de su agenda gracias a uno de los 100 hombres de seguridad que rodeaban habitualmente a “Mario Marica”, tal su alias debido a que era una muletilla de uso común para el guerrillero del Ejército de Liberación Nacional, según publica El Tiempo.

Se trataba del segundo jefe del frente de Guerra Darío Ramírez, grupo que tiene en su poder a un geólogo canadiense, Gernot Weber, y tenía la costumbre de vivir durante la semana en los campamentos, pero muy a menudo se refugiaba en una finca definida como “de lujo”.

Un televisor de 32 pulgadas, servicio de cable e Internet, ganado y cultivos rodeaban a la familia de Calderón. Ésta está compuesta por siete hijas de diferentes mujeres, y todas ellas pernoctaban en la mansión, aunque en el momento de su captura solamente estaban una de sus parejas y dos de las niñas.

La policía también halló en el lugar seis celulares, tres discos duros y un iPad, además de materiales de guerra entre los que se destaca una ametralladora Uzi.

No se sabe si había otros elementos porque los agentes se retiraron apenas realizada la captura para evitar que hubiera un enfrentamiento con los guardias de Calderón, quienes rodeaban el lugar pero no estaban cerca en la finca ya que la estrategia de su jefe era tenerlos apostados en los alrededores.

Como las condiciones en las que estos vivían no eran las mejores, uno de ellos -que había perdido a su novia y a varios compañeros durante un bombardeo de las Fuerzas Armadas- decidió revelar la ubicación del refugio a la policía y así se decantó la suerte de Calderón.