Los presidentes de Uruguay, José Mujica, y Argentina, Cristina Kirchner, ratificaron el martes en Montevideo sus lazos de hermandad, defendieron la integración y buscaron minimizar las rispideces entre los dos países, durante la inauguración de una planta desulfurizadora construida por una empresa argentina.

En un clima de alegría y cordialidad, el acto se desarrolló en la refinería de La Teja, en la bahía de Montevideo, con las autoridades uruguayas en pleno, empresarios y 1.500 invitados de los dos países, donde no faltó una veintena de jóvenes de La Cámpora que vitoreó a la mandataria argentina.

“La integración no es una cuestión de izquierda, de derecha o de centro. Es una cosa de ser o no ser en el mundo de hoy”, indicó Mujica, defendiendo la necesidad de unirse para negociar con gigantes como Estados Unidos, China o la Unión Europea.

El mandatario uruguayo admitió que “no es sencillo porque las patrias están creadas” y consideró que los conflictos son inevitables por la historia y las luchas de intereses. “Pero los conflictos se negocian”, aseguró.

Para la mandataria argentina, en tanto “la muestra más cabal” de la integración entre los dos países es la planta inaugurada el martes, de un costo de 360 millones de dólares y considerada por el gobierno uruguayo la mayor obra medioambiental en la historia del país. La desulfurizadora fue construida por la argentina AESA, empresa de YPF, y cuyo personal se ocupará durante un año de su operación.

“Nunca más permitamos que nos importen conflictos e ideas que nos son ajenos y que no tienen nada que ver con nuestra historia y fundamentalmente con nuestros intereses”, aseguró Kirchner, que defendió una integración física, turística y “definitiva”, en referencia a la migración entre los países.

La hermandad entre los dos países también fue defendida por los presidentes de la petrolera estatal uruguaya Ancap, Raúl Sendic, y la argentina YPF, Miguel Galluccio.

“Imaginarán la enorme cantidad de peleas, de disputas” que implicó la construcción de la planta, dijo Sendic, destacando que pudieron resolverse en un clima de “hermandad”.

En ese clima, las dos empresas firmaron el martes un memorando de entendimiento para conformar un equipo de trabajo que analice variables a tener en cuenta en futuros acuerdos para el suministro de gas a Argentina, cuando en Uruguay se instale -hacia 2015- una terminal de gas natural licuado en la costa de Montevideo.

Desde su llegada al poder, en 2010, Mujica ha defendido la necesidad de mantener buenas relaciones con su vecina.

Pero de hecho, la relación con Argentina ha estado empañada en los últimos años por una disputa ambiental sobre el fronterizo río Uruguay, el dragado del canal Martín García de administración compartida, o las medidas proteccionistas aplicadas por Buenos Aires.

En ese marco, el coordinador de la central sindical uruguaya Pit-Cnt, Marcelo Abdala, pidió el martes a Kirchner profundizar la integración entre los dos países, indicando que cuando hay dificultades comerciales entre ambos se fortalecen la derecha y el capital financiero.

“Para el movimiento obrero uruguayo, para el pueblo uruguayo no hay otra visión para el desarrollo que no sea la integración profunda de América Latina”, dijo Abdala durante el acto.

Abdala defendió que se entregaran minutos antes las llaves de la ciudad de Montevideo a Kirchner, galardón que fue cuestionado en los últimos días por la oposición política uruguaya, que había acusado a la mandataria de haber perjudicado a Uruguay con decisiones adoptadas durante su gobierno, como las restricciones a las importaciones.

Tomado de INFOLATAM/AFP