Bochornoso arranque de la campaña electoral en Costa Rica Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 15 de Octubre de 2013 11:15

El excanddiato Rodolfo Hernández

La campaña electoral en Costa Rica para las elecciones presidenciales de febrero de 2014 va a pasar a la historia como la más accidentada de esta veterana democracia centroamericana. Sobre todo por la renuncia en plena campaña del candidato del principal partido de la oposición.

Hasta hace una semana todo marchaba con aparente normalidad. El favorito para ganar las elecciones era el exalcalde de San José, Johnny Araya, candidato del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata) con en torno al 27% de la intenación de voto.

Luego (con el 10%) se situaba Rodolfo Hernández, candidato del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), quien iba segundo en las encuestas en lo que parecía un renacimiento de esta fuerza política que junto al PLN fue desde 1980 uno de los dos pilares del sistema de partidos costarricense.

Eso fue así hasta que hace diez años los socialcristianos entraron en una crisis profunda debido a los escándalos de corrupción vividos en los gobiernos de Rafael Ángel Calderón (1990-1994) y Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), ambos del PUSC.

Un terremoto político en la tranquila Costa Rica

Hace dos semanas ocurrió el terremoto político sobre la habitualmente tranquila Costa Rica. Hernández anunció el jueves 3 de Octubre que renunciaba a su candidatura debido a “traiciones” y “puñaladas por la espalda” dentro del PUSC: “He hecho un gran esfuerzo para continuar; pero no soporto más puñaladas por la espalda. Nunca pensé que me tendría que enfrentar a tanta intriga, tanta envidia, tanto egoísmo, tanta traición y tanta deslealtad”, confesó.

En un segundo giro dramático, Hernández, de 62 años, pediatra de profesión y exdirector del Hospital Nacional de Niños, anunció el 5 de Octube que regresaba “porque no soy un hombre que pueda dejar solos a los más desamparados”.

Rodolfo Hernández, excandidato presidencial del PUSC

El candidato presidencial del partido Unidad Social Cristiana pidió como condición para retomar a la campaña política la renuncia del Comité Ejecutivo Nacional, integrado por Gerardo Vargas presidente del partido y William Alvarado, secretario general y Emilce Arias, tesorera.

El Comité Ejecutivo del PUSC está integrado por dirigentes del llamado grupo “Renacer Socialcristiano”, enfrenatados a su líder y fundador Rafael Ángel Calderón Fournier, quien sin embargo fue el hombre que lanzó la candidatura de Hernández y logró que el partido la respaldase.

Según una carta entregada por Hernández a la prensa, el candidato presentaba como una de sus “condiciones …limpiar la casa. Por esa razón, solicito en forma expresa y categórica al pleno del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Unidad Social Cristiana, la renuncia irrevocable de cada uno de sus miembros,  para ser efectiva a partir del 19 de octubre de 2013”.

Ya entonces los analistas aseguraban que la candidatura del PUSC estaba herida de muerte. “Independientemente del regreso de Hernández, el PUSC se ha dado un autogolpe mortal y es un partido en franca descomposición”, dijo a la AFP Carlos Carranza, politólogo y director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica.

Rodolfo Hernández: “He hecho un gran esfuerzo para continuar; pero no soporto más puñaladas por la espalda. Nunca pensé que me tendría que enfrentar a tanta intriga, tanta envidia, tanto egoísmo, tanta traición y tanta deslealtad”

Pero lo peor estaba aún por llegar ya que Rodolfo Hernández renunció por segunda vez en menos de una semana a su candidatura presidencial por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Hernández presentó una segunda carta de renuncia ya que las autoridades del partido no accedieron a sus demandas.

El ya excandidato afirmó que renunció por “las inaceptables intromisiones que ya hice de conocimiento público y las de jóvenes políticos de mi partido en procura de controlarme se han sumado a esta determinación”.

En su carta de dimisión, Hernández aseguró que se retiraba de la contienda política porque “unos pocos jamás comprendieron que esta era una lucha a favor de mi país, no en contra de personas ni de grupos”.

El excandidato indicó además que el grupo que “ostenta la representación jurídica del partido” creyó que podían “jugar” con él, darle órdenes y que las advertencias que giró eran “intrascendentes”.

“¡Que ellos asuman su responsabilidad histórica ante el país y que satisfagan sus ansias de poder con su incomprensible conducta!”, apuntó.

Lo que la verdad esconde

Detrás de todo este vaivén y lío electoral subsiste una pelea interna en el PUSC entre  Convergencia Calderonista, grupo afín al expresidente Rafael Ángel Calderón, y Renacer Socialcristiano, enfrentado con Calderón.

El éxito del calderonismo en mayo al lograr imponer a Hernández como candidato frente a la propuesta de los anticalderonistas (Renacer Socialcristiano) de lanzar a Rodolfo Piza fue un problema no resuelto que se fue enquistando.

Como señala Marío Bermúdez en el diario El Financieroel expresidente Rafael Ángel Calderón es un gran derrotado. Fue quien impulsó la candidatura del doctor Hernández. Lo defendió como un nuevo Trejos, que venía de fuera de la política para relanzar al PUSC. Su PUSC. Movilizó a dirigenes para construir una propuesta creíble alrededor del doctor. Para procurar un crecimiento del partido y renovar su influencia. Pero sobre la marcha, su ahijado renegó de sus colaboradores y de su propia participación en la campaña. Así, Calderón fue por lana y salió trasquilado.El expresidente queda devaluado como maestro del ajedrez político nacional, y tiene menos fichas para mover”.

Rodolfo Hernández renunció en dos ocasiones a su candidatura

La campaña queda ahora expedita para Araya que pierde a su principal rival y puede conseguir con más facilidad renovar la victoria del PLN que gobierna Costa Rica desde 2006 (presidencias de Óscar Arias y Laura Chinchilla) entre otras cosas debido a la crisis interna del PUSC que ha provocado que no haya una potente fuerza opositora.

Pero como en política todo espacio vacío tiende a llenarse, Otto Guevara, del Movimiento libertario, se alza como uno de los beneficiarios del colapso socialcristiano.

Era, hasta todo estos sucesos, el tercero el liza con el 9% de la intenación de voto.

De hecho, ya propuso una alianza entre su partido y el PUSC: ”Podíamos pensar en una coalición de hecho, donde se les podría abrir algún tipo de espacio en las vicepresidencias” para los aspirantes de la Unidad, expuso Guevara.

En todo caso lo más probable es que Guevara apele al voto útil e intente atraer a los votantes socialcristianos sobre todo porque como señala Mario Bermúdez, “el PUSC parece decidido a jugar a perder en todos los niveles. Después del carrusel de renuncias y pulsos en el partido en esta semana, lo único que queda en las filas rojiazules, es el recuento de los daños… porque solo hay perdedores y no ganadores. De hecho, la pregunta no es quién ganó, sino quien perdió menos…quedará como mero relevo de emergencia, parche electoral para no ir con la papeleta presidencial en blanco (algo que sería todavía más catastrófico)“.

Tomado de INFOLATAM