El PT vota a su nueva cúpula con misión de impulsar la reelección de Rousseff Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 11 de Noviembre de 2013 08:34

El Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, celebró hoy sus elecciones internas para renovar su cúpula directiva e impulsar su candidatura a la reelección en los comicios de 2014.

Dilma congreso pt

La jornada electoral, a la que estaban convocados 806.000 militantes en todo Brasil, sirvió para que las principales figuras del partido cerrasen filas en torno a Rousseff, que votó en Brasilia.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, fundador del PT, pidió que la nueva directiva esté "comprometida" con la reelección de Rousseff y tenga "voluntad política" para ganar las elecciones al gobierno de Sao Paulo, que también se celebran en octubre de 2014.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, fundador del PT, pidió que la nueva directiva esté "comprometida" con la reelección de Rousseff y tenga "voluntad política" para ganar las elecciones al gobierno de Sao Paulo, que también se celebran en octubre de 2014.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, fundador del PT, pidió que la nueva directiva esté “comprometida” con la reelección de Rousseff y tenga “voluntad política” para ganar las elecciones al gobierno de Sao Paulo, que también se celebran en octubre de 2014.

Lula acudió a votar en la ciudad paulista de São Bernardo do Campo acompañado del actual ministro de Salud, Alexandre Padilha, a quien desea postular como candidato a gobernador de Sao Paulo, que es el estado más rico y poblado de Brasil y que siempre ha estado en manos de fuerzas de centroderecha.

El veterano político también consideró que la nueva directiva del PT tendrá la misión de “reorganizar y renovar” el partido y elaborar un discurso “para la juventud”.

Seis candidatos se presentaron a las elecciones del PT, entre ellos el diputado de Sao Paulo Rui Falcão, presidente de la formación de 2011, representante de la vertiente mayoritaria y más centrista del partido, que tiene el respaldo de Lula.

Los otros cinco candidatos oscilan entre sectores de centroizquierda y marxistas y todos ellos reclaman que el partido dé un giro a la izquierda y que haga cambios en las alianzas que mantiene con otras fuerzas de centro y de derecha que integran la coalición del Gobierno.

El resultado de las elecciones será conocido entre el lunes y el martes, según previsiones del PT, y si ningún candidato supera la mitad de los votos, se celebrará una segunda vuelta dentro de dos semanas.

En el seno del partido se da por hecho que Falcão, de 69 años, se impondrá con holgura en la primera vuelta y ganará el derecho de continuar en el cargo en los próximos cuatro años.

Al nuevo presidente, le corresponderá la tarea de negociar con el resto de los partidos aliados su apoyo en las elecciones del año entrante, además de coordinar la campaña en la que están en juego la jefatura del Estado, los 27 gobiernos regionales y se renovará la Cámara de los Diputados y un tercio del Senado.

Rousseff votó en la sede central del partido, en Brasilia, y declinó ofrecer declaraciones a la prensa alegando que debía regresar al palacio de la Alvorada, su residencia oficial, para recibir al presidente uruguayo, José Mujica.

Horas antes de depositar su voto, la presidenta manifestó en un mensaje de Twitter su “orgullo” por pertenecer a “un partido nacido de las luchas de los trabajadores y que gobierna mirando hacia los más pobres, los más débiles, los más necesitados”.

La mandataria también aprovechó la oportunidad para reiterar su apoyo a que se acometa una reforma política en Brasil, que ella trata de impulsar a raíz de las protestas masivas del pasado junio.

“Defiendo una reforma política decidida por consulta popular, oyendo a la población brasileña”, afirmó la jefa de Estado en Twitter.

En el momento de la votación, el PT instó a sus militantes a firmar dos proyectos legislativos de iniciativa popular, con el objetivo de elevarlos al Congreso: uno sobre la reforma política, a la que aludió Rousseff, y otro que pide “la democratización de los medios” de comunicación.

El proyecto de “democratización”, que ha causado polémica en la prensa brasileña, pretende establecer límites a la concentración de medios para fomentar la pluralidad y crear reglas deontológicas y de contenido.

Tomado de INFOLATAM/EFE