La coalición oficialista Frente Amplio aprobó ayer su programa de gobierno para la próxima elección, con una victoria de los sectores que impulsan una polìtica económica más de izquierda que la actual, los que lograron incluir mayor carga impositiva a las empresas en general y en lo particular al sector agropecuario y a las compañías extranjeras que giren dividendos a sus casas matrices.

El Frente Amplio (FA)arrancó hoy en Montevideo, con la aprobación de su programa electoral y la elección de sus candidatos a las primarias, el largo camino con el que el bloque oficialista de izquierdas espera asegurarse un tercer mandato consecutivo.

Tras una maratoniana sesión de dos días, el VI Congreso Extraordinario de la coalición culminó con la aprobación de un programa para profundizar “los avances económicos y sociales” obtenidos por los dos gobiernos anteriores, y con la nominación del ex presidente Tabaré Vázquez (2005-2010) y la senadora Constanza Moreira como precandidatos presidenciales para las primarias de junio del año que viene.

Con la nominación de sus candidatos, el FA fue el último de los grandes partidos políticos uruguayos en presentar sus opciones a las primarias.

El Partido Nacional, que puso en contienda a los senadores Jorge Larrañaga, Sergio Abreu y Jorge Saravia y el diputado Luis Alberto Lacalle Pou, hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y el Partido Colorado con Pedro Bordaberry y José Amorín, ya presentaron sus candidatos a las primarias hace semanas.

Vázquez obtuvo el respaldo del 67,27% de los delegados en el congreso, mientras que Moreira se llevó el apoyo del 23,54% de los mismos, que votaron por su candidato favorito inmediatamente después de autorizar la presentación de dos candidaturas en las primarias.

Esta decisión de votar la preferencia por los candidatos fue de las más debatidas del Congreso, que se argumentó para darle “transparencia” a todo el proceso pero que fue criticada por evitar una contienda “en igualdad de condiciones” entre ambos.

El ex mandatario es la figura con más apoyos entre los diversos grupos políticos que forman la coalición oficialista, una heterogénea coalición de izquierdas de la que forman parte desde la democracia cristiana a los comunista.

El largo debate de los delegados permitió cerrar también su programa electoral, para el que las bases del partido presentaron numerosas enmiendas y propuestas para que el futuro gobierno uruguayo tome “un giro a la izquierda”, pero donde finalmente primó el pragmatismo y no se recogió ninguna propuesta fuera de la actual línea de Gobierno.

Así, la idea de fondo bajo el nuevo programa será “profundizar los avances económicos y sociales” realizados por los pasados gobiernos del FA pero se excluye cualquier medida de fondo “radical”.

Según explicó a la prensa el militante de la formación y Director General de Rentas del Gobierno uruguayo, Pablo Ferreri, las propuestas del área económica del programa “fueron apoyadas por un consenso amplio” y en ellas se evitaron “propuestas complicadas para el país”.

Los delegados rechazaron además la creación de nuevos impuestos y simplemente se “reafirmará” la línea económica establecida por los últimos gobiernos.

En ese sentido, Ferreri apuntó que para incrementar la recaudación del Estado lo que se hará será eliminar exenciones fiscales que disfrutan algunos sectores y descartó que se creen nuevos impuestos al campo o a las ganancias extraordinarias.

Además, el Congreso Extraordinario incluyó en su propuesta electoral una apuesta por darle un incremento de presupuesto a la educación “orientado” hacia el 6% del Producto Interno Bruto, pero descartó que esa cifra sea el mínimo que deba recibir este sector.

Otro punto del programa permite al futuro gobierno tenderle una mano a la Alianza del Pacífico sin dejar nunca de lado la integración y el desarrollo del Mercosur.

tOMADO DE infolatam