Los Templarios, más empresa que narcotraficantes, dice el Gobierno Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 23 de Enero de 2014 08:34

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El Comisionado Especial de México para Michoacán,Alfredo Castillo, considera que las autoridades se enfrentan a un cártel del narcotráfico “sui géneris” que no se parece a una narcoguerrilla y que opera “como si fuera una empresa”.

“Es un modelo de operación sui géneris y distinto a las que generalmente conocemos como organizaciones dedicadas al tema del trasiego de drogas”, afirmó hoy el comisionado especial para Michoacán, Alfredo Castillo.

Castillo fue designado la semana pasada por el Gobierno mexicano para hacer frente al vacío de autoridad en Michoacán por las acciones del cártel de Los Caballeros Templarios y el surgimiento de grupos de autodefensa que se armaron para luchar contra esta agrupación criminal.

Su nombramiento se produjo días después de que el Gobierno federal decidiera asumir funciones de seguridad en Michoacán que le corresponden a las autoridades de ese estado, ante la escalada de violencia en la región.

Castillo, que fue fiscal general del central Estado de México, explicó en una reunión con periodistas extranjeros las características particulares de los “templarios” y la estrategia oficial para hacer frente a la situación en ese estado.

Los “templarios” surgieron a fines de 2010 como una escisión del cártel de La Familia Michoacana. Se dedican no sólo a la producción de drogas y al narcotráfico, sino también a la extorsión y hasta la explotación ilícita de yacimientos mineros.

“Ellos encontraron una forma de operar como si fuera una empresa. No obstante, tienen disposición a la violencia, tienen una capacidad de fuego, pero también lamentablemente han contado con una base social extendida”, afirmó Castillo.

También señaló que, unido a ello los “templarios” se han aprovechado de la corrupción y del deterioro institucional en ese estado, reflejado “en una limitada operación” de parte de las autoridades locales, así como de la “la descomposición del tejido social”.

Ese cóctel generó la extensión territorial de los “templarios” y, a la vez, el surgimiento de grupos civiles armados, desde hace un año, cuya actividad se ha intensificado en las últimas semanas y que forzó la intervención del Gobierno federal en Michoacán.

“Inclusive, (los templarios) en su primer antecedente se hacían llamar empresa. El trasiego de drogas es una parte para ellos, pero también han buscado diversas fuentes de financiamiento para poder mantener su estructura”, añadió.

Los Caballeros Templarios se apoyan también en “una especie de adoctrinamiento” para permanecer en la mayor cantidad de espacios con el fin de tener “una mecánica de actividad”, añadió el comisionado especial de seguridad nombrado por el Gobierno.

Aunque en otros lugares de México hay presencia del narcotráfico, en Michoacán existe un fenómeno más marcado de presencia territorial por el caso de los “templarios”, según los analistas, lo que hace único a ese grupo, unido a su perfil pseudorreligioso.

Las autoridades mexicanas han llegado a decomisar a miembros de ese grupo túnicas con una cruz roja y panfletos con normas inspiradas en las guerras de los cruzados de la Edad Media en Oriente Medio.

Entre sus operaciones, los “templarios” se dedican fundamentalmente a la siembra de marihuana que se envía al estado nororiental de Tamaulipas para desde allí hacerla llegar a Estados Unidos, pero también tienen campos de amapola.

Frente a este grupo, las autoridades buscan fundamentalmente “neutralizar sus capacidades de operación, de organización, de reclutamiento, de financiamiento y de generar violencia”.

“Al final de cuentas, si bien tenemos que llegar a la captura, lo fundamental es neutralizar sus actividades”, agregó Castillo en la reunión con los corresponsales que mantuvo esta noche, en un edificio de la Secretaría de Gobernación en esta capital.

El comisionado dijo que el Gobierno federal no tiene plazos para completar su intervención en Michoacán.

“Lo más rápido humanamente posible -señaló-, tomando en consideración toda la fuerza del Estado en todas sus vertientes sociales, económicas, de educación, pero no puedes ponerte un plazo porque de entrada no sables cuál va a ser la respuesta en un momento determinado”.

Consultado sobre cuántos son los “templarios”, Castillo dijo que hablar de cifras globales sería una especulación, aunque existen 26 “objetivos específicos prioritarios” y unos 100 jefes de plaza o con responsabilidad de una célula.

El Gobierno ha destinado allí cerca de 4.800 agentes de la Policía Federal y unos 4.500 militares, que se suman a las fuerzas que ya están allí, incluyendo las del estado de Michoacán y las policías municipales.

Tomado de INFOLATAM/EFE