Una seguidilla de escándalos sacude a la cúpula militar de Colombia Imprimir
Escrito por Tomado de INFOBAE   
Martes, 04 de Marzo de 2014 11:21

Tras el caso de escuchas ilegales a los negociadores de paz en La Habana y la revelación de que fueron malversados millones de dólares, se dio a conocer que un ex coronel vendía armas a narcotraficantes

Las últimas semanas no les dieron respiro a las fuerzas militares de Colombia ni al mandatario Juan Manuel Santos. La Fiscalía ordenó, este lunes, la captura de 15 oficiales del Ejército por la venta ilegal de armas a miembros del cártel Los Urabeños y a los paramilitares del Meta. De acuerdo con la revista Semana, 12 de los acusados ya fueron detenidos.

La prensa local reporta que la red era liderada por el coronel Robinson González, quien se encuentra detenido por otro escándalo que alcanzó a la cúpula militar. González es uno de los protagonistas del llamado caso de los "falsos positivos", en el que miembros de las FFAA realizaron ejecuciones extraoficiales e hicieron pasar los cuerpos de los hombres asesinados como guerrilleros muertos en combate para ocultar los crímenes.

González fue notificado de su nuevo proceso judicial, que está relacionado con los presuntos hechos de corrupción en el Ejército, en su celda de la cárcel La Picota, adonde recientemente fue trasladado por el escándalo que lo vincula con supuestas "mordidas" para recibir contratos, según agrega el periódico El Tiempo.

La revista Semana había divulgado, hace dos semanas, 19 grabaciones en las que el oficial hablaba con un proveedor del Ejército sobre estafas al Estado por contratos de repuestos de helicópteros y otros materiales bélicos. La investigación de ese medio desnudó una enorme red de corrupción entre 2012 y 2013.

Los valores de los contratos eran superiores al costo necesario; ese excedente era usado discrecionalmente por miembros del Ejército que respondían a González para pagar el silencio de testigos o financiar a detenidos por el caso de los "falsos positivos".

A principios de mes, otra investigación de Semana reveló que el Ejército habría realizado escuchas ilegales a los representantes del Gobierno y de las FARC que negocian el fin del conflicto armado que afecta al país hace medio siglo, así como a legisladores colombianos.

La respuesta de Santos fue relevar a toda la cúpula de la inteligencia militar, pero la depuración al interior del Ejército –en la medida en que nuevos escándalos de corrupción se fueron revelando con el correr de los días- no parece ser suficiente para paliar la crisis al interior de las fuerzas armadas.