La Secretaria de Seguridad presentó en El Paso un nuevo paquete de medidas. El programa incluye el intercambio de datos de inteligencia de ambos países

La Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos presentó el jueves la estrategia 2011 del Gobierno para detener el tráfico de drogas en la frontera mexicana, comprometiéndose a aumentar la colaboración de inteligencia y tecnología para fortalecer la seguridad.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha estado bajo una intensa presión para que fortalezca la seguridad en la frontera suroeste, desde México hacia el norte, y frenar el paso de armas y dinero hacia el sur. La actualización de la estrategia es la primera desde el 2009.

"Desde ese entonces nosotros hemos dedicado esfuerzos sin precedentes para asegurarnos de que la frontera sea segura", dijo Janet Napolitano en una conferencia de prensa en la estación de la Patrulla Fronteriza en Nogales, en el sur de Arizona. Napolitano, a quien acompañó Gil Kerlikowske, director de la Oficina Nacional de Política de Control de Drogas, y Alan Bersin, comisionado de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, presentó el reporte que detalla 10 objetivos estratégicos.

Entre las metas está aumentar el intercambio de información y datos de inteligencia con las agencias de la ley locales, estatales y tribales a lo largo de los más de 3.200 kilómetros de frontera y mejorar sus enlaces con las autoridades mexicanas.

El plan también busca aumentar el uso de tecnologías como máquinas de rayos X en los pasos fronterizos para detectar drogas que son contrabandeadas al mercado estadounidense, y los cargamentos de ganancias en efectivo y armas que van a México para los cárteles del narcotráfico.

Debido al aumento del contrabando por mar por la costa del sur de California, el plan busca mejorar la detección y rastreo de pequeños navíos, incluidos submarinos, que han sido utilizados por los cárteles para llevar drogas por las aguas del Pacífico desde Colombia y Centroamérica.

También busca redoblar la capacidad para detectar túneles clandestinos bajo la frontera, que frecuentemente son utilizados para el contrabando de drogas. Los funcionarios de la ley habían hallado 135 de ellos hasta marzo de este año.

El plan también enfatiza la reducción de la demanda de Estados Unidos por drogas a través de la educación, el desarrollo comunitario y la entrega de rehabilitación para sus consumidores.

Como medida del éxito del Gobierno, Napolitano dijo que las incautaciones de armas, drogas y dinero en efectivo han aumentado en la frontera suroeste en los últimos dos años, mientras que la cantidad de inmigrantes ilegales ha decaído "sustancialmente". "Las cifras que deben subir están subiendo, las cifras que deben bajan, realmente están bajando, y el presidente está comprometido con mantener ese esfuerzo", declaró.