La izquierda más radical, convocada por el Movimiento Sin Tierra (MST), congregó hoy a miles de personas en Brasilia para protestar contra la política económica del Gobierno de Dilma Rousseff, quien fue tildada abiertamente de “neoliberal”.

La protesta fue respaldada por decenas de movimientos sociales que virtualmente paralizaron la capital durante la mañana y marcharon por la céntrica Explanada de los Ministerios, una neurálgica avenida de Brasilia que concentra todos los edificios del poder público.

Una de las ausencias más notorias en la marcha fue la del Partido de los Trabajadores (PT), un antiguo aliado del MST y fundado por el antecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva,  quien también fue objeto de duras críticas.

Según la Policía, la que ha sido la primera gran manifestación en contra del Gobierno de Rousseff, quien asumió el poder el pasado 1 de enero, reunió a unas 20.000 personas que se plantaron contra sus políticas económica y agrícola.

El MST reiteró su queja por la “paralización” de los programas de reforma agraria, que según denunció uno de sus coordinadores, José Valdir Misnerovicz, tienen ahora “el peor ritmo de la historia”.

Los movimientos sociales centraron sus protestas en diversos puntos, pero “la mayor reivindicación de todos es muy concreta: hay que acabar con el neoliberalismo”, dijo a Efe José María de Almeida, del movimiento Conlutas y uno de los organizadores de la marcha.

“Son políticas que privilegian a la banca en contra de la clase trabajadora”, apuntó Almeida, también presidente del Partido Socialista de los Trabajadores Unidos (PSTU), quien sostuvo que ese “modelo” lo implantó el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1994-2003), siguió con Lula (2003-2011) y se “profundiza ahora” con Rousseff.

Almeida agregó que la crisis global ha acentuado la “lógica neoliberal” que los movimientos le achacan al Gobierno y obligado a fuertes ajustes en el presupuesto nacional, que “sólo perjudican al pueblo”, afirmó.

Esa denuncia estaba clara en una gran pancarta que abrió la manifestación, en la que se leía “Esa crisis no es nuestra. Los trabajadores no aceptan pagar la cuenta”.

Los manifestantes también protestaron a coro contra los casos de corrupción que menudean en el Gobierno, que en los últimos dos meses le costaron el cargo a tres ministros de Rousseff y mantienen en la cuerda floja a otros cuatro.

La indignación por la impunidad que ampara a los acusados por las irregularidades con el dinero público fue plasmada en otra pancarta que decía: “Basta de corrupción. Prisión para el ladrón”.

Más allá de esos reclamos generales, los movimientos sociales se unieron en torno a causas concretas para cada uno y rechazaron desde la construcción de la represa hidroeléctrica de Belo Monte en plena Amazonía, que desplazará a unos 50.000 indios y campesinos, hasta las obras para el Mundial de fútbol del 2014.

“Diga no a la Copa de la exclusión”, pidió el Movimiento de los Sin Techo, que denunció que miles de personas perderán sus viviendas en todo el país por las expropiaciones necesarias para construir los estadios y otras obras necesarias para el Mundial de fútbol.

“Estadios privados que se construyen con la corrupción pública”, denunció desde lo alto de un camión un activista que se identificó solamente como Paulo, del Movimiento Resistencia Urbana.

La manifestación, que pasó a las puertas del Palacio presidencial de Planalto, donde la seguridad estaba notoriamente reforzada, acabó con un acto frente al Congreso Nacional, donde el presidente de la Cámara baja, Marco Maia, recibió las demandas de los movimientos y se comprometió a buscar soluciones.

La misma promesa recibió el MST del ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho, quien también recibió a sus dirigentes y aseguró que el Gobierno buscará fórmulas para dar un fuerte empujón a la reforma agraria.

Los movimientos sociales también expresaron su solidaridad con los estudiantes chilenos movilizados en demanda de mejoras al sistema educativo y con el paro nacional de dos días que comenzó hoy en ese país, convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

INFOLATAM

Brasilia, 24 agosto 2011