COLUMNA DEL DIRECTOR Jorge H Fonseca |
Escrito por Indicado en la materia |
Miércoles, 06 de Junio de 2012 11:13 |
Las Etapas del Raulismo.- Esta secuencia, programada por Raúl para encabezar la sucesión primero y la transición después, pudiera ser una explicación plausible al apoyo de la Iglesia y el Papa en persona al partido comunista cubano, previendo un final a medio plazo. Sin embargo, hay aspectos de este razonamiento que no “cierran” de la manera que deberían Las Etapas del Raulismo Jorge Hernández Fonseca 3 de Abril de 2012
La problemática cubana se presenta cada vez más interesante. Todos recordamos como hace unos pocos años, cuando el dictador cubano Fidel Castro presentó los primeros síntomas de decrepitud, desmayándose primero en un acto público en El Cotorro y cayéndose estrepitosamente después en Santa Clara. Se comenzó a hablar entonces de la disyuntiva entre una sucesión dinástica dentro de la familia Castro y una transición a la democracia, en los cánones de los países civilizados, discutiéndose los pros y los contra de esas alternativas.
Raúl como sabemos, tuvo una sucesión dinástica de primera, haciendo un “aterrizaje suave”, posibilitado por la dilatación del tiempo en que estuvo, como sustituto primero y después como titular --hasta hoy-- pero siempre con la presencia y el apoyo de su hermano mayor tras bambalinas. Este proceso mejor no hubiera podido ser programado y ha sido todo un éxito.
Sin embargo ahora, después de haber demostrado que la variante exitosa sería la sucesión dinástica, Raúl pretende incursionar en el proceso de transición. Es extraño que uno de los principales líderes del desastre socialista, sea precisamente el hombre que pretende encabezar una transición al capitalismo, no tanto a la democracia, como realmente debería ser.
Se induce que Raúl pretende ahora una transición, después de una sucesión exitosa, por varias acciones que se ejecutan en paralelo y de manera evidente a saber:
Así las cosas y visto con una perspectiva mayor, se pudiera decir que los planes de Raúl están enmarcados en tres grandes etapas:
Esta secuencia, programada por Raúl para encabezar la sucesión primero y la transición después, pudiera ser una explicación plausible al apoyo de la Iglesia y el Papa en persona al partido comunista cubano, previendo un final a medio plazo. Sin embargo, hay aspectos de este razonamiento que no “cierran” de la manera que deberían;
La oposición política cubana de dentro y fura del país carece de las fuerzas necesarias para detener un proceso de este tipo, o para cambiar el curso de los acontecimientos, en función de que, no solamente el Vaticano lo ha bendecido, sino que grandes sectores bi-partiditas en EUA verían de buena gana una solución del “problema cubano” encabezado por Raúl y sus generales. Ello garantizaría dos aspectos básicos para la seguridad nacional de EUA: primero, impediría un éxodo balsero incontrolado hacia EUA y segundo, daría garantías de que el narcotráfico no se apoderaría de la isla, si ocurre un vacío de poder sin las fuerzas armadas raulistas, ya que la oposición actual no está preparada para enfrentar una situación de ese tipo.
Mientras tanto toda una pléyade de patriotas cubanos de dentro y fuera de la isla nos apresuramos a ver “los toros desde la barrera” ¿Qué hacer para evitar el casi seguro “segundo tratado de París” que se cierne sobre nuestro futuro?
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Última actualización el Miércoles, 06 de Junio de 2012 11:14 |