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La izquierda mexicana, encabezada por Andrés López Obrador, pedirá al conservador Partido Acción Nacional (PAN) que quedó en tercer lugar en los comicios del 1 de julio, sumar esfuerzos para que se investigue la compra de votos y sus mecanismos financieros.

“Estamos siguiendo el origen de dinero que se utilizó para la compra de los votos, seguimos la pista del dinero y sobre el financiamiento ilícito que tiene que ver con el banco Monex y la empresa Soriana“, dijo López Obrador el sábado.

En el mismo encuentro con los medios, el presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, explicó que solicitará de manera formal al presidente del PAN, Gustavo Madero, intercambiar información financiera, en particular sobre la denuncia para investigar las cuentas en el Banco Monex.

“Ojalá y el PAN esté dispuesto para entregar la información a las autoridades electorales”, dijo.

Una semana antes de las elecciones, el PAN denunció que el PRI había utilizado tarjetas del banco Monex en las que se transferían recursos para las campañas políticas.

El viernes, el presidente del PAN aseguró que el PRI ganó las elecciones “a billetazos y con engaños”.

Por su parte, Ricardo Monreal, coordinador de la campaña de López Obrador, exigió transparencia total a las autoridades electorales, el Instituto Federal Electoral (IFE), además de que se resuelvan todas las quejas antes de que hagan una calificación de las elecciones.

“Pedimos al IFE que se resuelvan las quejas sobre la violación a los gastos de campaña de la coalición PRI-Partido Verde, por el caso de Monex, el llamado ‘monexgate’, y sobre las tarjetas de la cadena e tiendas Soriana, el ‘sorianagate’ antes de que se entregue la declaratoria de cómputo”, dijo Monreal.

Recordó que esta denuncia precisó que de una cuenta de Monex con unos 70 millones de pesos (unos 5,2 millones de dólares) se entregaron tarjetas de prepago a 9.200 personas que eran operadores del PRI.

Monreal insistió en que el IFE debe resolver estas quejas y recordó que el problema no ha sido de la contabilidad de los votos sino de su compra.

Indicó que esta es la “compra de votos más escandalosa en la historia electoral del país” y aseguró que casos similares de elecciones anteriores son un “juego de niños, frente a la magnitud de este operativo multimillonario de compra y coacción del voto”.

El dirigente político insistió en que el delito es que el PRI rebasó con mucho el tope de los gastos de campaña que es de 30 millones de pesos.

Finalmente, López Obrador insistió en la exigencia para que el IFE “asuma su responsabilidad y resuelva sobre la solicitud de castigar a quienes usaron dinero de procedencia ilícita para comprar votos”.

Infolatam/Efe
México D.F., 8 de julio de 2012