El ex presidente brasileño aseguró que no existieron los sobornos pero aclaró que respetará el fallo del “juicio del siglo”. Además, criticó que Europa no acepte sus consejos

En una entrevista con el diario estadounidense The New York Times, Lula da Silva demostró que dejó atrás su enfermedad para volver a centrarse en la vida política.

“Dilma (Rousseff) es mi candidata y si Dios lo quiere, va a ser reelegida”, afirmó dando un nuevo respaldo a su sucesora y desligándose de una eventual candidatura en 2014.

Luego de admitir que "no es una tarea fácil saber cómo actuar en el papel del ex presidente", confesó que para el 2018, cuando tenga 72 años, podría darse otra situación porque “es difícil para cualquier político excluirse totalmente de ser un candidato” y más para él porque “la política es su pasión”.

El ex mandatario brasileño, el más popular en la historia del país, se refirió también a la crisis en la eurozona y se quejó porque los líderes europeos hacen caso omiso a sus consejos.

"Sé que a Europa no le gusta que ofrezca mi opinión pero cuando la crisis estaba aquí, en Brasil, todos tenían algo que decir", recordó. "Seamos francos: si Alemania hubiera resuelto los problemas griegos años atrás, no habría empeorado la situación. He visto a gente morir de gangrena porque no le importó una uña problemática", señaló.

Respecto al “juicio del siglo”, el proceso que se sigue contra 38 políticos y empresarios por el pago de sobornos durante su gestión, Lula da Silva dijo que "no hubo un mensalao" porque su partido, el PT, ya se había asegurado una mayoría en el Congreso a través de alianzas políticas.

No obstante, se comprometió a respetar la decisión del alto tribunal sobre el caso. "Si alguien es encontrado culpable, debe ser castigado y si alguien es encontrado inocente, debe ser absuelto", indicó.