Rubén Villalba era señalado como originador de los incidentes donde murieron 17 personas. Ese hecho desencadenó la destitución de Lugo. Estuvo más de 3 meses prófugo

La detención fue anunciada por el ministro del Interior, Carmelo Caballero, quien destacó que se trata de "una captura muy valiosa. La ciudadanía exige, con razón, resultados concretos. Y esto es lo que se está dando ahora".

Villalba es el principal sospechoso de haber provocado los enfrentamientos que culminaron con la muerte de 6 policías y 11 campesinos el 15 de junio en el lugar conocido como Campos Morumbí, en las cercanías de la localidad de Curuguaty, 250 kilómetros al noreste de Asunción.

El prófugo fue reducido mientras dormía en un campamento en el monte, un sitio llamado Britez Cué, unos 30 kilómetros al oeste del lugar de la masacre.

El fiscal de la causa, Jalil Rachid, dijo que cuenta, entre las evidencias, con una foto en la que Villalba apunta directamente a la cabeza del jefe policial que dirigía el operativo de desalojo, antes de disparar.

El comisario Gilberto Fleitas, subjefe de Investigaciones, quien encabezó el operativo, aseguró que el líder de la conocida Liga Nacional de Carperos (ocupantes de campos) "no tiene un solo rasguño". "Felizmente no estaba armado", agregó.

"Lo estamos trasladando a Asunción para resguardar su integridad física. Lógicamente Villalba tiene enemigos en la policía y enemigos entre los propios campesinos. Lo culpan a él de todo lo que pasó", relató Fleitas.

Villalba era buscado desde el 15 de junio pasado, día de la masacre que detonó el juicio político contra el entonces presidente Fernando Lugo, quien fue destituido siete días después y sustituido por Federico Franco. "Buen trabajo de la Policía Nacional con la captura de Rubén Villalba. Qué la Justicia continúe el trabajo. Este caso es prioridad", escribió el actual mandatario en su cuenta de Twitter.