LA HABANA -- - La dictadura en Cuba llamó este domingo al capital extranjero a invertir en la Zona Especial del Mariel, que construye con Brasil 50 km al oeste de La Habana, cuya primera fase se terminará en abril del próximo año.

Carlos Batista

AFP

“Ya estamos dando los primeros pasos para la creación de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel”, dijo el ministro de Inversión Extranjera y Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, al inaugurar la XXX Feria Internacional de La Habana.

Esas zonas, cuya creación esta prevista en las reformas del presidente Raúl Castro, aprobadas por el gobernante Partido Comunista, están destinadas a “incrementar la exportación y la sustitución efectiva de importaciones” y representan “una interesante oportunidad para el capital extranjero”, dijo Malmierca.

Añadió que “desarrollar un intenso proceso inversionista constituye una prioridad” del gobierno cubano y “en este sentido, el aporte del capital extranjero continuará jugando un rol importante en el presente y el futuro”.

La Zona Económica del Mariel, primera de su tipo, enclavada en el puerto del mismo nombre, prevé, además de la actividad portuaria, la más importante del país, una plataforma industrial para la importación, elaboración de productos y su venta en el mercado interno o a otros países.

El proyecto de infraestructura, de unos 900 millones de dólares, se construye con un financiamiento conjunto de 640 millones aportado por Brasil y el resto por Cuba. La primera fase de actividad portuaria debe comenzar el abril.

“Brasil está liberando la quinta etapa del financiamiento de esa obra, de 234 millones de dólares”, dijo a la AFP el director de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, Hipólito Rocha Gaspar.

Interrogado acerca de si empresas brasileñas están interesadas en invertir en esa zona, Rocha Gaspar dijo que “hay muchas conversaciones, pero aún nada en concreto”.

Brasil, uno de los principales socios comerciales de Cuba y su principal suministrador de alimentos, está representado en la feria por 66 empresas, estimuladas por un intercambio de mercancías bilateral que este año debe llegar a los 700 millones de dólares, según Rocha Gaspar.

Dos empresas de Brasil, Fanavid y Marcopolo, negocian instalar en Cuba fábricas de vidrio y carrocerías de autobuses, respectivamente.

El gigante sudamericano liberó recientemente un crédito a Cuba por 200 millones de dólares para la compra de maquinaria agrícola destinada a la producción de alimentos, una prioridad del gobierno e Raúl Castro.

Entre las empresas expositoras en La Habana se encuentra Fitarelli, productora de maquinarias agrícolas. “Hay conversaciones, aunque ya se están realizando compras a través del proyecto ‘Más alimentos'”, dijo a la AFP su consultora Carla Fernanda Serafín.

Con representaciones de 62 países, más de 3.000 empresarios, 1.500 compañías extranjeras y más de 100 cubanas, la actual edición de la Feria ocupa 16.000 metros cuadrados en el recinto de ExpoCuba, en el sur de La Habana, y es la mayor muestra realizada en el país en los últimos 10 años, según Malmierca.

El ministro cubano consideró que el nivel de participación de firmas extranjeras “es una contundente demostración de la creciente confianza e interés en el mercado cubano” y “una nueva demostración del rechazo del empresariado internacional” al embargo de Estados Unidos.

Indicó que “el incremento del Producto Interno Bruto de 2,7% logrado (en Cuba) en 2011 se consolida con una tasa de crecimiento de 2,1% en el primer semestre de 2012, que supera en dos décimas lo alcanzado en igual período del año anterior”.

En la feria están presentes los ministros de Industria y Comercio de Rusia, Denis Manturov, y de Sudáfrica, Rob Davies.