A través de un comunicado firmado por el subcomandante Marcos, los zapatistas anunciaron su unión a movimientos sociales opositores al nuevo presidente de México

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional de México (EZLN), que tomó las armas en 1994, difundió el domingo por la noche un comunicado en el que criticó duramente al presidente del país, Enrique Peña Nieto, y anunció que se unirá a movimientos sociales de oposición.

En un mensaje firmado por su líder, el subcomandante Marcos, y sin nombrar al presidente mexicano, el EZLN calificó de "golpe de estado mediático" la victoria de Peña Nieto en las elecciones de julio, cuando después de dos sexenios gobernados por el conservador Partido Acción Nacional, devolvió el poder al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que dirigió con mano dura el país de 1929 a 2000.

Al sostener que el resultado de las elecciones "encumbró en el poder ejecutivo federal a la ignorancia mal disimulada y peor maquillada", el EZLN prometió "construir los puentes necesarios hacia los movimientos sociales que han surgido y surgirán".

En 2011, inició el Movimiento por la Paz para protestar contra la guerra al narcotráfico que encabezó el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) y que junto con las disputas entre cárteles dejó más de 60.000 muertos en su sexenio, según reportes de prensa.

Los zapatistas han secundado algunas de las manifestaciones de este movimiento, liderado por el poeta Javier Sicilia, luego que su hijo fue asesinado por personas vinculadas a la delincuencia organizada.

Otro movimiento surgido recientemente es el estudiantil #Yosoy132, que denuncia la politización y monopolio de los medios de comunicación de México, señalando en especial a la cadena Televisa, a la que acusa de haber privilegiado la cobertura de campaña de Peña Nieto con el objetivo de imponerlo en las elecciones.

En su texto, el EZLN recordó que hace 19 años tomó "con fuego y sangre" varias ciudades mexicanas, y aseguró que el 21 de diciembre volvió a hacerse presente, pero "sin armas, sin muerte", refiriéndose a las movilizaciones silenciosas que realizaron miles de indígenas ese día en Chiapas, sureste de México, con motivo del inicio de la nueva era según el calendario maya.

Además, el movimiento indígena criticó la corrupción en los grandes medios de comunicación y anunció una próxima "serie de iniciativas" civiles y pacíficas.