Brasil concesionó las terminales aéreas de Río de Janeiro, por 25 años, y Belo Horizonte, por 30. El valor recaudado fue tres veces mayor al previsto. "Evidencia el inmenso interés de los inversores extranjeros", afirmó la mandataria

Las elevadas ofertas fueron realizadas por cinco consorcios, que se disputaron la concesión del aeropuerto Galeao de Río de Janeiro. Tres de ellos también presentaron ofertas por el de Confins, en Belo Horizonte. Entre los ofertantes figuraban importantes operadoras de Alemania, Francia, España, Suiza y Singapur.

El valor recaudado, tres veces y medio el mínimo previsto, superó las mejores previsiones de los especialistas y fue calificado por el Gobierno como una demostración del éxito de su programa de concesión de aeropuertos de cara al Mundial de Fútbol de 2014.

La operación del aeropuerto Galeao por 25 años se la adjudicó un consorcio liderado por la constructora brasileña Odebrecht (60%), cuyo operador es la singapuresa Changi (40%). El llamado Consorcio Aeroportos do Futuro ofreció 19.018 millones de reales (unos 8.644,5 millones de dólares), casi cuatro veces el mínimo exigido.

Los derechos para operar por 30 años el aeropuerto Confins los adquirió el consorcio liderado por la concesionaria brasileña CCR (75%), que cuenta con la participación de los operadores de los aeropuertos de Zúrich (24%) y Múnich (1%). El llamado Consorcio Aerobrasil ofreció 1.820 millones de reales (unos 827,3 millones de dólares), un 66% más que el mínimo exigido.

"Fue un resultado muy bueno y, de cierta forma, más allá de las expectativas. Fue muy importante no sólo por el valor, sino porque deja en evidencia el inmenso interés de los inversores extranjeros en Brasil", afirmó la presidente brasileña, Dilma Rousseff.

Para la ministra de la Presidencia, Gleisi Hoffmann, además de un valor muy superior al esperado, la subasta permite pensar en "mejores servicios a los pasajeros, las empresas y los productos".

Los aeropuertos de Galeao y de Confins, que responden juntos por el 14% de los pasajeros y por el 10% de la carga de Brasil, podrán mejorar sus servicios gracias a las inversiones a las que se comprometieron los ganadores de la subasta.

El concesionario del aeropuerto de Río prometió inversiones por 3.500 millones de reales (1.590,9 millones de dólares) para la construcción de 26 nuevos muelles de embarque y la ampliación del patio de aeronaves y de los almacenes de carga, entre otras obras.

Aerobrasil prometió invertir 3.600 millones de reales (unos 1.636,4 millones de dólares) para construir una nueva terminal de pasajeros con al menos 14 muelles y una segunda pista en Confins.

La Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) de Brasil calcula que la demanda de Galeao saltará de los actuales 17 millones de pasajeros por año a unos 60 millones en 2038, cuando vence la concesión. Para Confins, la Anac espera un aumento de los actuales 10,4 millones de pasajeros anuales a 43 millones en 2043.

"La confianza demostrada con números claros y resultados efectivos garantiza que estamos en el camino correcto", afirmó el ministro de la Secretaría de Aviación Civil de la Presidencia, Wellington Moreira Franco.

El programa de privatización de aeropuertos comenzó en febrero de 2012, cuando el Gobierno subastó la operación de los terminales de San Pablo, Brasilia y Campinas, adjudicados a operadoras de Sudáfrica, Argentina y Francia.

El aeropuerto internacional de San Pablo, el de mayor movimiento de Brasil, fue concedido a un consorcio que tiene entre sus socios a la operadora sudafricana Airport Company South Africa (ACSA). Este grupo ofreció 16.213 millones de reales (unos 7.369,5 millones de dólares) por 20 años de concesión en San Pablo, valor un 373,5 por ciento superior al mínimo pedido por el Gobierno e inferior al obtenido este viernes por el terminal de Río de Janeiro.

Con la privatización de sus principales aeropuertos, Brasil se propone atraer inversiones para el sector y mejorar el transporte aéreo de cara al Mundial de Fútbol que Brasil organizará en 2014 y a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.