El ex presidente Bill Clinton dijo el sábado que no se arrepiente de haber enviado a Elián González a vivir con su padre en Cuba y que ordenaría de nuevo la redada federal en La Pequeña Habana.

``Hice todo lo que pude para tratar de solucionar ese problema de forma pacífica', dijo Clinton, una década después del episodio que desató una crisis internacional entre Cuba y Estados Unidos.

By CAROL ROSENBERG

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Lo sucedido también provocó un sinfín de tensiones en Miami e irritó a gran parte de la comunidad exiliada cubanoamericana, que consideró la decisión del gobierno de Clinton de que el niño de 6 años se reuniera con su padre en Cárdenas, Cuba, un punto clave para cambiar su actitud sobre el régimen de Fidel Castro.

Sin embargo, Clinton dijo que tanto las leyes internacionales como estadounidenses establecían de forma clara lo que su gobierno tenía que hacer con el niño, que fue encontrado agarrado a una cámara de neumático cerca de la costa de la Florida el Día de Acción de Gracias en 1999. La madre del niño y unos 10 cubanos más que venían en el grupo murieron mientras trataban de llegar a Estados Unidos en balsa.

Clinton hizo sus señalamientos como respuesta a la pregunta de un reportero de la Associated Press en el recinto de Coral Gables de la Universidad de Miami (UM), donde su Iniciativa Global Clinton ha reunido a estudiantes universitarios para alentarlos a participar en actividades voluntarias.

``Hemos tenido secuestros de niños estadounidenses, en Irán, en Alemania, en muchas otras partes'', recordó Clinton, y si Estados Unidos se hubiera negado a repatriar al niño, ``ningún otro presidente estadounidense habría tenido el derecho de decir que no se puede secuestrar a un niño norteamericano en Alemania o Irán''.

Por otra parte, observó Clinton, los tribunales estadounidenses habían decidido que la custodia del niño era del padre, quien dijo quería criarlo en Cuba, donde el menor había nacido, y la Casa Blanca no podía ignorar la ley ``aunque no nos gustaran los resultados''.

Agentes federales irrumpieron en la casa de La Pequeña Habana de Lázaro, el tío de Elián, su prima Marisleysis y otros familiares al amanecer del 22 de abril del 2000, y se llevaron a Elián para resolver la crisis.

La familia de Miami siguió apelando la decisión en los tribunales y en un momento trataron que se concediera al niño una audiencia de asilo independiente. Cuando todas las vías fracasaron, Elián y su padre regresaron a Cuba en junio del 2000.

Clinton agregó en sus memorias que lamentaba algunas de las decisiones que tomó durante su presidencia. ``Hay cosas que habría hecho de otra forma. Pero esta no es una de ellas''.

Hoy Elián tiene 16 años y recientemente ha aparecido en fotografías publicadas en la prensa cubana asistiendo a un congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas en La Habana, sosteniendo una bandera cubana y vestido con el uniforme de una escuela militar.