El gabinete que acompañará a Dilma Rousseff al iniciar su segundo mandato (2015-2018) no va a ser un gabinete de tinte continuista sino que va a impulsar importantes cambios y reformas a un sistema, el brasileño, que da claras señales de agotamiento en el área económica.

El gobierno de Dilma Rousseff, heredero hasta ahora de la senda tomada por Lula da Silva en su segundo mandato, tuvo un perfil claramente estadocéntrico y desarrollista. Como explica el analista Kennedy Alencar, “el equipo económico actual aplicó un desarrollismo que derivó en inflación alta, bajo crecimiento y riesgo de pérdida de grado de inversión”.

(Especial para Infolatam port Rogelio Núñez)-. Eso ha conducido a un agotamiento del modelo que se traduce, en estos momentos, en desindustrialización, recesión técnica y una alta inflación.

Además, Brasil acumuló en los primeros diez meses del año un déficit en sus transacciones con el exterior de 70.697 millones de dólares, el mayor saldo negativo en cuenta corriente ya medido en el período, informó hoy el Banco Central.

Los síntomas de que el modelo ya no da más de sí

El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en agosto señalaba que el PIB en el segundo trimestre de 2014 se redujo un 0,6% en comparación con el período anterior, y confirmó que en los primeros tres meses del año, en vez de haber tenido una expansión del 0,2%, como se creía, sufrió un retroceso de 0,2%.

Asimismo, la inflación anual de Brasil perdió fuerza en octubre pero se mantuvo por encima del rango esperado por el gobierno. Los precios al consumidor según la medición del Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) subieron 6,59% en 12 los meses a octubre, tras el avance a 6,75% el mes anterior. El objetivo del Banco Central para la inflación es de 4,5% por cada año calendario, con un margen de tolerancia de 2 puntos porcentuales.

Además, la previsiones no son optimistas. El banco francés BNP Paribas ha llevado a cabo una proyección de crecimiento en Brasil para 2015 próxima al 0 % y un aumento de la inflación por encima del límite máximo de la meta fijada por el Gobierno, según el economista jefe de la entidad para América Latina, Marcelo Carvalho.

De acuerdo con el informe, la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño para el próximo año fue corregida del 1 % para el 0 %, mientras que los analistas del mercado consultados semanalmente por el Banco Central calcularon hoy un crecimiento del 1 % en 2015.

“El crecimiento será muy bajo, próximo a cero, tanto para este año como para el que viene también”, comentó Carvalho quien prevé un pequeño aumento en 2015, hasta el 7 %, “por encima del límite de tolerancia del Banco Central”, que es del 6,5 %.

El giro ortodoxo de Dilma

Ante esta situación, Dilma Rousseff nada más ganar la segunda vuelta de las presidenciales ya lanzó varios globos sonda de por dónde irían sus pasos en su segundo mandato.

La presidenta aseguró que su Gobierno “hará los deberes” para combatir la inflación: “Vamos a tener que apretar el control de la inflación. Siempre habrá gastos para cortar”.

Dilma Rousseff comienza su segundo mandato el 1º de enero de 2015

Dilma, que hizo una campaña escorándose a la izquierda con el fin de derrotar a Aécio Neves, a la hora de formar su gabinete lo ha hecho regresando hacia el centro, como en 2002 hiciera Lula da Silva.

Qué aporta el arribo de Levy al gobierno:

1-. Supone un giro pro mercado

El nuevo gobierno es claramente un guiño al sector empresarial ya que eligió a figuras pro-mercado para conformar su nuevo gabinete. En especial Joaquim Levy, un ex hombre de la Universidad de Chicago y ex funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tan es así que tras filtrarse su nombre, el principal índice de las acciones de Brasil, Bovespa, subió hasta cerrar con un avance de 5%. Y el real brasileño se apreció un 2,1% frente al dólar.

“Al elegir a Levy, ella (Rousseff) está tratando de recuperar credibilidad, lo que es crucial en este juego”, dijo Alberto Ramos, un economista de Goldman Sachs. “Es importante tener una voz de la razón en el equipo, pero al final del día sigue siendo el Gobierno de Dilma Rousseff”, agregó.

2-. Pone al frente de la economía a un peso pesado..

Joaquim Levy, ex secretario del Tesoro, “funcionará como un contrapunto a la presidente Dilma Rousseff”, en opinión del columnista político Kennedy Alencar.

Sin duda con Levy en Hacienda el equipo económico va a tener mayor autonomía y va a estar cohesionado en torno a la lucha contra el maquillaje fiscal y el crecimiento del gasto público.

Según el analista, el gobierno necesita a una persona que sepa hacer algo más que “decir amén” a las decisiones u opiniones presidenciales, y alguien capaz de discrepar con la mandataria no existe en el actual gabinete.

Joaquim Levy será el nuevo ministro de Hacienda

3-. …pero que no es cercano al PT

Sin duda la llegada de Levy no es un plato de gusto para el PT que a su vez nunca ha visto como una de las suyas a la propia Dilma.

Levy sucederá a Guido Mantega, un economista más cercano al PT.

“Parece un candidato muy fuerte. Ya se mostró como un hombre austero y con ideas interesantes. El mercado está aprobando su nombre”, dijo el analista Marcelo Pereira, de la consultora Tag Investimentos. “En principio convence al mercado. Aunque tiene ideas distintas al PT, hay que ver cómo se desarrolla eso”.

4-. Rousseff gana credibilidad

Otra de las virtudes de Levy es, como señala el analista Reinaldo Azevedo, que cubre “una necesidad urgente de Dilma: su gobierno precisa de credibilidad técnica que fue agredida mes a mes y año a año y Levy sirve a este propósito”.

Además, Levy estará respaldo por otras figuras de parecido corte como el economista Nelson Barbosa, será el nuevo ministro de Planeamiento. Katia Abreu, presidenta de la Confederación Nacional de Agricultura, fue elegida para comandar el ministerio de Agricultura.

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