El premio Nobel del la Paz Oscar Arias Sánchez ha pedido este sábado al opositor cubano Guillermo Fariñas que abandone la huelga de hambre y sediniciada el miércoles para exigir al régimen "que deje de torturar y encarcelar a los opositores".

"Quiero solicitarle a Guillermo Fariñas que levante su huelga de hambre y sed", dice Arias en una carta publicada en su sitio en Facebook, dirigida al premio Sajarov cubano.

"Quiero decirle a Guillermo Fariñas que una huelga de hambre es un arma delicada como herramienta de protesta; que una huelga de hambre no es suficiente para convencer al régimen cubano de que no se pueden perseguir fines nobles con medios innobles, que con la tortura y la prisión a quienes se oponen al régimen no van a callar las voces de quienes han perdido la libertad o el arraigo de su patria, en la lucha contra la dictadura y en el afán de hacer valer sus derechos", afirma Arias, quien llama al disidente cubano "amigo".

Fariñas ha pedido también el compromiso público de Raúl Castro de que los opositores "no serán más torturados, golpeados, amenazados de muerte, no les serán incoadas causas espurias y no se les confiscarán sus propiedades personales".

Arias recuerda al opositor el caso del preso político Orlando Zapata Tamayo, quien murió tras una huelga de hambre de 86 días para exigir su liberación.

"Eso no fue suficiente para convencer al régimen cubano de que era necesario preservar la vida de esta persona, por sobre cualquier diferencia ideológica. 86 días no fueron suficientes para mover la compasión de la dictadura cubana", alerta Arias.

"Para quienes genuinamente creemos que la democracia es un derecho de los pueblos, ha pasado de sobra el tiempo de tapar con hojas de parra lo que todos sabemos. Cuba no es una democracia 'diferente', ni ha seguido un camino propio, escogido por el pueblo cubano. Cuba es —lisa y llanamente— una dictadura, y eso nos duele a quienes amamos la libertad", señala el expresidente costarricense.

"Lo he dicho muchas veces, los presos políticos no existen en las democracias. En ningún país verdaderamente libre, uno va a prisión por pensar distinto y en Cuba cada preso político es una prueba irrefutable de autoritarismo", añade.

"Nada pudimos hacer por salvar a Orlando Zapata, pero nosotros, los que vivimos en democracia y libertad, podemos alzar la voz para salvar la vida de Guillermo Fariñas", reclama Arias.

"Por mi parte no voy a callarme cuando se sigan vulnerando los derechos humanos en Cuba. No voy a callarme cuando la sola existencia de un régimen como el de Cuba es una afrenta a la democracia. He vivido lo suficiente para saber que no hay nada peor que tener miedo a decir la verdad", concluye.

Este viernes, Fariñas añadió a sus demandas

"que cesen las confiscaciones arbitrarias a los cuentapropistas, pequeños empresarios y a todos los cubanos emprendedores que están siendo agredidos violentamente" por efectivos militares.

En un mensaje dirigido a Raúl Castro, Fariñas hizo responsable al general y a su Gobierno de su vida y las de los "opositores no violentos y ciudadanos cubanos".

Una docena de disidentes cubanos está actualmente en juelga de hambre para exigir el régimen el cese de los abusos, que aseguran se han recrudecido en los últimos meses.

El primero en iniciar la protesta fue Carlos Amel Oliva, líder juvenil de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).

Este viernes se sumó a la protesta Eduardo Díaz Fleitas, uno de los miembros del Grupo de los 75 que rechazó el exilio como condición para ser excarcelado.

DIARIO DE CUBA