Gerardo Hernández Nordelo, uno de los 5 espías cubanos condenados en EUA, fue sacado de la celda de castigo en la que se encontraba desde finales de julio y trasladado al área habitual donde cumple condena, dijo la televisión estatal de la Isla, reportó EFE.

Una nota oficial indicó que "el Departamento de Estado (de Estados Unidos), en la tarde de ayer (lunes), informó a las autoridades cubanas sobre dicho traslado".

De acuerdo con el texto, Hernández Nordelo "se comunicó telefónicamente con su esposa, Adriana Pérez, y le informó que en la tarde de ayer, 2 de agosto, lo habían trasladado de la celda de castigo en la que se encontraba desde el pasado 21 de julio para el área habitual donde cumple su injusta condena".

Señaló que Pérez, en la conversación con su marido, "lo encontró con buen estado de ánimo y elevada moral".

Asimismo agradeció "en nombre del pueblo cubano" las muestras de "apoyo y la solidaridad" de diversas organizaciones y personas de buena voluntad que "reclamaron poner fin a este cruel e inhumano trato".

En los últimos días las autoridades de la Isla realizaron una intensa campaña para denunciar el confinamiento de Hernández Nordelo en una celda de castigo y que estaba presentando problemas de salud.

Hasta Fidel Castro se hizo eco de la situación, para manifestar que Hernández Nordelo estaba sometido a una "tortura" que ocurría "impunemente, tal y como pasó cuando condenaron injustamente a los 'Cinco' en los tribunales norteamericanos".

Las condiciones que el gobierno cubano criticó en el caso de su espía son habituales para los presos políticos de la Isla, quienes suelen denunciar maltratos y largos confinamientos en celdas de castigo, además de falta de atención médica.

Gerardo Hernández, de 45 años, fue detenido junto a René González, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino en 1998, en Florida, y un tribunal federal de Miami los declaró culpables de conspirar contra la seguridad nacional estadounidense en 2001.

Hernández cumple dos cadenas perpetuas. La Justicia estadounidense también le encontró culpable de conspiración para cometer asesinato, en el caso del derribo de dos avionetas del grupo de exiliados Hermanos al Rescate, abatidas en 1996 por cazas cubanos en un incidente en el que murieron cuatro pilotos.