El Gobierno mexicano desplegará 6.000 agentes de la Guardia Nacional en la frontera sur del país, anunció el jueves el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, para contener los flujos migratorios de Centroaméricacomo parte de un acuerdo que negocia con Washington para evitar la imposición de aranceles a partir del lunes.

Ebrard dijo desde la capital estadounidense que el viernes continuarán las negociaciones entre representantes de los dos gobiernos, precisó un reporte de Reuters. "Les hemos explicado que son 6.000 hombres y que van a estar ahí (frontera sur de México) desplegados", dijo el funcionario tras reunirse con las autoridades estadounidenses. Horas antes, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador mostró su disposición para que haya un acuerdo que evite que Estados Unidos imponga aranceles a los productos mexicanos, pero aseguró que, si no hay un entendimiento, su administración está analizando todas las opciones para responder a los gravámenes.

"Esperemos que (...) no se apliquen estas medidas unilaterales a partir del lunes", dijo López Obrador, conocido por su acrónimo AMLO, durante su habitual rueda de prensa matutina.

El presidente de EEUU, Donald Trump, prometió la semana pasada que impondrá aranceles de un 5% a todos los bienes provenientes de México desde el 10 de junio, los que irán subiendo hasta que cese el flujo de inmigrantes ilegales hacia su país.

Analizando opciones

México parecía comprometerse con las exigencias de EEUU después de que anunciase el reforzamiento de la seguridad en su frontera con Guatemala, por donde cruzan la mayoría de los migrantes, de que aprehendiera a uno de los principales organizadores de las caravanas de migrantes y de que bloquease varias cuentas bancarias presuntamente relacionadas con el tráfico ilegal de migrantes.

Si las tarifas se materializan, los analistas esperan que la economía mexicana, la segunda más grande de Latinoamérica, entre en recesión y el peso podría depreciarse un 5,2% adicional, a 20,6 por dólar, según un sondeo de Reuters.

Pence, quien encabezó la ronda inicial de negociaciones en Washington el miércoles, aseguró que las pláticas fueron positivas, pero enfatizó que la administración de Trump aún quiere que México se comprometa a trabajar más para combatir la inmigración ilegal.

"Dimos la bienvenida a los esfuerzos de los funcionarios mexicanos para ofrecer soluciones a la crisis en nuestra frontera sur, pero necesitamos que México haga más", dijo antes del anuncio de Ebrard sobre el despliegue en la frontera sur.

Sus declaraciones coincidieron con las de Trump, quien, antes de abandonar Irlanda rumbo a Francia para asistir a las celebraciones por el aniversario del "Día D", insistió en que su vecino debe "intensificar" sus esfuerzos por detener a más emigrantes o se terminarían aplicando las tarifas.

Autoridades mexicanas han dicho que no buscan una guerra con su mayor socio comercial, pero están analizando una lista oficial de productos estadounidenses que podrían estar sujetos a aranceles de represalia si las amenazas se concretan.

La medida estaría dirigida a golpear la base electoral de Trump, quien anunciará próximamente su candidatura para las elecciones de noviembre de 2020.

"No quiero todavía hablar de una posible respuesta en el caso de que se impongan, de manera unilateral, estos aranceles (pero) todo se está analizando. Se están viendo todas las opciones, pero la postura nuestra es el conservar la amistad con Estados Unidos, no confrontarnos", dijo el jueves el mandatario mexicano.

Sin irrupciones

Durante la campaña que lo llevó a la presidencia de EEUU, Trump cautivó a sus votantes con una retórica contra los emigrantes mexicanos y centroamericanos.

Sin embargo, el mandatario ha enfrentado una resistencia significativa dentro de su propio Partido Republicano por las tarifas y muchos legisladores están preocupados por el posible impacto al comercio transfronterizo, a las empresas y a consumidores estadounidenses.

El miércoles, EEUU dijo que en mayo el número de personas detenidas en su frontera con México alcanzó su máximo mensual en más de una década.

El Gobierno mexicano ha dicho que la imposición de aranceles sería devastadora para su economía y que se le complicaría contener el flujo migratorio por el impacto económico que tendrían.

El Gobierno de López Obrador aseguró recientemente que cada vez está deteniendo a más emigrantes y ha insistido en que la solución a la emigración es el desarrollo de El Salvador, Guatemala y Honduras, así como el sur de México.

El miércoles, autoridades frenaron a un nuevo grupo de más de 500 migrantes que ingresaron por la frontera con Guatemala.

"Lo que queremos es que la gente entre ordenada, no irrumpa en nuestro país", dijo el jueves la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez.

"Tenemos nuestra soberanía, nuestras leyes, nadie puede violentar nuestras leyes (...) de una forma como lo estaban haciendo (los emigrantes centroamericanos), en algunos casos, de manera agresiva", agregó la funcionaria antes de afirmar que México reforzará las medidas de seguridad en su frontera sur.

Más tarde, la Secretaría de Hacienda anunció el bloqueo de decenas de cuentas bancarias de personas y empresas que presuntamente han participado en el tráfico de emigrantes y la organización ilegal de caravanas.

De otro lado, la Fiscalía General anunció la detención de dos de los principales organizadores de las caravanas de migrantes que han causado la ira de Trump, por la probable comisión del delito de transporte de emigrantes. Los mexicanos Irineo Mujica y Cristóbal Sánchez fueron detenidos el miércoles.

"A cambio de obtener diversas cantidades de dinero les prometieron internarse ilegalmente en el país para llevarlos a la frontera norte de México, con objeto de introducirse ilegalmente a los EEUU", dijo la Fiscalía mexicana.

DIARIO DE CUBA