La esposa del convicto espía cubano Gerardo Hernández recibió permiso para visitarlo en la cárcel de Estados Unidos el mes pasado por primera vez en 12 años, confirmó el viernes la oficina de la representante republicana Ileana Ros-Lehtinen.

Por JUAN O. TAMAYO

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Alex Cruz, portavoz de Ros-Lehtinen, dijo que Ros-Lehtinen "armó un escándalo'' cuando funcionarios del Departamento de Estado le informaron de la visita, después de que ésta había tenido lugar.

"Nosotros volvimos a señalar que ellos están tratando a Alan Gross y a este espía convicto como si fueran iguales'', dijo Cruz, refiriéndose a un subcontratista de EEUU encarcelado en Cuba. "Ellos nos aseguraron que no había ningún tipo de vínculo''.

Cruz dijo que la visita tuvo lugar a principios o mediados de septiembre, poco después de que Judy, la esposa de Gross, recibiera permiso por primera vez para visitarlo en La Habana, donde ha estado preso sin recibir acusación formal alguna desde el 3 de diciembre.

Adriana Pérez visitó a su esposo en la cárcel federal de Victorville, California, de acuerdo con el blog Café Fuerte, que fue el primero en reportar la visita el jueves.

Hernández, líder de la Red Avispa de espías desenmascarada por el Buró Federal de Investigaciones en 1999, fue condenado a cadena perpetua por su papel en el derribo por la fuerza aérea cubana de dos avionetas de Hermanos al Rescate, en el que perecieron cuatro residentes del sur de la Florida.

A Pérez se le había negado la visa para visitar a su esposo durante los últimos 12 años, lo cual se convirtió en un punto central de la campaña del gobierno cubano para presionar por la liberación de Hernández y los otros cuatro miembros encarcelados de la red.

El gobierno cubano no ha comentado sobre la visita de Pérez. Evidencia presentada en el juicio de Hernández mostró que ella estaba recibiendo entrenamiento de inteligencia en La Habana para poder unírsele en Miami.

El hecho de que coincidan las visitas de Pérez y Judy a sus esposos alimentó laspreocupaciones de Ros-Lehtinen y de familiares de las víctimas de Hermanos al Rescate respecto a la posibilidad de un intercambio: Gross por Hernández.

Judy visitó a su esposo en La Habana por primera vez en agosto, y se ha reportado que desde entonces ha hecho al menos otras dos visitas a la isla.

Gross fue arrestado tras haber llevado equipos de comunicación vía satélite a la comunidad judía de Cuba. No ha recibido acusación formal de ningún tipo, aunque funcionarios cubanos han dicho que estaba involucrado en actividades para reunir información de inteligencia. Funcionarios norteamericanos han negado tajantemente la acusación.

Funcionarios de la administración del presidente Barack Obama, desde la secretaria del Departamento de Estado, Hillary Clinton, han reclamado repetidas veces que Gross sea liberado y se le permita reunirse con su esposa y una hija a la que se ha diagnosticado cáncer del seno.

Pero Washington ha negado repetidas veces toda especulación de que Hernández u otros miembros de la Red Avispa puedan ser canjeados por Gross.

"El gobierno de Estados Unidos no está considerando la liberación de ningún espía cubano a cambio de la de Alan Gross'', dijo el viernes Charles Luoma Overstreet, portavoz de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.

Según Cruz, a Ros-Lehtinen le sigue preocupando la aparente reciprocidad de los casos de Gross y Hernández.

"Desde que los miembros de la Red Avispa fueron hallados culpables, se ha permitido a funcionarios cubanos en EEUU que visiten a los espías en prisión. Cada una de las muchas veces que hemos expresado nuestra preocupación, se nos ha dicho que si EEUU no les permite visitar a los espías, el régimen no permitirá a funcionarios norteamericanos que visiten'' a estadounidenses encarcelados en Cuba, dijo.

"Es el mismo argu- mento de reciprocidad que siempre sale a colación'', agregó.