Varios disidentes cubanos excarcelados por el régimen castrista y exiliados en España denunciaron hoy que se encuentran "desamparados y abandonados" por las autoridades españolas, "que no han cumplido con las condiciones que pactaron" en un principio con el Gobierno de la isla.

"En España se están violando prácticamente nuestros derechos humanos", señaló a Efe Juan Antonio Bermúdez Toranzo, vicepresidente de la Fundación Cubana de Derechos Humanos, en la entrada del "Hostal Welcome" de Madrid donde se encuentran alojados.

Bermúdez llegó a España hace diez días, "desterrado por el Gobierno de los hermanos Castro", en busca de libertad, aunque ahora asegura que "aquí también estamos presos".

"Estamos en una habitación de tres camas sin condiciones apenas, la alimentación es muy mala, muchos ancianos y niños ni la comen, y no tenemos ayuda de ningún tipo", reclamó.

Para el ex preso cubano la situación por la que están pasando, tanto él como muchos de sus compañeros, obedece a que "el Gobierno de Castro está en complicidad con el de José Luis Rodríguez Zapatero y con el cardenal Jaime Ortega de La Habana".

"Están manipulando las informaciones. Nos traen para acá y nos dejan abandonados. Están mezclando presos comunes con presos políticos y generando una red de espías", dijo.

Según Bermúdez, "en España tampoco tenemos libertad. Por ejemplo, teníamos la intención de manifestarnos por lo que está pasando con el Gobierno español y nos aconsejaron que no, que estábamos en un país democrático pero que no hiciéramos declaraciones para no perjudicar la salida de los otros presos de la isla".

En la misma línea se expresó Ernesto Durán Rodríguez, quien llegó este miércoles a España acompañado por seis miembros de su familia.

"Acá he encontrado a mis compañeros en una condición pésima. En Cuba se hizo otro acuerdo con el Gobierno español, pero al llegar, la situación es otra. No nos han suministrado ni ropa. Lo que algunos tienen es porque se lo han conseguido otros hermanos cubanos que llevan aquí más tiempo", afirmó.

Como su compañero, Durán Rodríguez denunció también la "manipulación" del Gobierno cubano, "que está filtrando gente a España que no tienen nada que ver con la política, que estaban presos por exceder límites de velocidad, por ser lancheros".

"Los verdaderos presos políticos están todavía confinados en Cuba. Y allí, últimamente, está aumentando la represión", señaló.

El disidente cubano, que antes de llegar a España cumplía una condena de 40 años por "expresarme libremente contra la dictadura", explicó a Efe que muchos de los compañeros exiliados ya se han dispersado y "se han olvidado de que en Cuba las cosas siguen estando mal".

"Pero otros siguen reclamando su estatus de prisioneros políticos. La lucha continúa, porque mientras exista un cubano bajo el yugo de la dictadura de los Castro nosotros seguiremos luchando", apostilló.

Con la mediación de la Iglesia católica cubana, el Gobierno de Raúl Castro se comprometió en julio de 2010 a liberar gradualmente a los 52 opositores del Grupo de los 75 que se encontraban en prisión en aquel momento, lo que derivó en un largo "goteo" de excarcelaciones.

El Gobierno de España apoyó dicho proceso y desde entonces ha acogido en su territorio a decenas de estos prisioneros de conciencia y otros presos, junto a familiares de los mismos.

Meses después de iniciarse el proceso, las autoridades cubanas ampliaron las excarcelaciones a otro tipo de presos condenados por delitos contra la seguridad del Estado, aunque a muchos de ellos la oposición interna no les reconoce como disidentes activos El último en llegar hoy mismo a España es Enrique Martínez Ramírez, que cumplía una condena de 10 años por terrorismo tras su detención en 2003.