La Justicia aprobó la simulada disolución del matrimonio entre el mandatario y Sandra Torres, quien podrá presentarse en los comicios de septiembre. Numerosos amparos a favor "del amor" fueron rechazados

Con la decisión de la titular del Juzgado Segundo de Familia, Mildred Roca, se allanó el camino para que la flamante ex primera dama de Guatemala pueda suceder a su ex marido en las próximas elecciones.

El fin de la relación, acordado mutuamente, fue desde un principio centro de críticas de opositores y constitucionalistas, ya que es una forma de eludir una prohibición de la Carta Magna. La disposición impide al cónyuge del mandatario saliente aspirar a la Presidencia.

La demanda, presentada el 11 de marzo -tres días después de que Torres anunciara su candidatura-, provocó que distintos sectores presentaran quince recursos judiciales para bloquearla. Sin embargo, todos fueron rechazados.

El diputado opositor, Aníbal García, advirtió que "el problema se dará cuando se trate de inscribirla en el Tribunal Supremo Electoral". "Allí es donde seguramente se va a argumentar el fraude de ley, porque en una forma descarada ellos estarían admitiendo que se divorciaron para tener vía libre para la inscripción", agregó.

Colom y Torres se casaron en 2003 mediante una ceremonia civil y una religiosa maya. Ella, semanas atrás, afirmó que se separaba "del hombre que quiere por su amor al pueblo". "Me critican por lo que hago y no hago. Y me han criticado porque me estoy divorciando del presidente, pero me estoy casando con la gente", señaló.