Alfonso Cano, líder del grupo armado, ordenó a los jefes ocultos en las fronteras con Venezuela y Ecuador que regresen y asuman responsabilidades militares. "La guerra está aquí y necesitamos gente", afirmó

Un mensajero llegó a un campamento ubicado del otro lado de la frontera con Venezuela. El comunicado que llevaba no era uno más, sino una orden del máximo líder de la guerrilla colombiana. La misiva estaba dirigida a "Germán Briceño" o "Granobles", el hermano del "Mono Jojoy'", el jefe militar de las FARC abatido por el Ejército colombiano en septiembre del año pasado.

Según detalla El Tiempo, fuentes de inteligencia confirmaron que Cano envió el mismo mensaje a todos los comandantes, pero el que estaba dirigido a "Granobles" fue el más duro: lo llamó burgués. "El camarada dice que no necesitamos guerrilleros aburguesados y que se ponga a órdenes cuanto antes", le espetó en la cara el enviado del jefe de las FARC.

Las autoridades colombianas aseguran que el hermano de "Jojoy" se dedicó a la "buena vida" y a disfrutar de los dividendos del narcotráfico. Dos desmovilizados que relataron que un guerrillero le compró a "Granobles" una camioneta pick-up en Venezuela, y últimamente "andaba embambado (con joyas) y contratando prostitutas para fiestas".

Este comandante salió de Colombia en 2007 y desde esa fecha argumenta "problemas de seguridad" para demorar su regreso. Pero su compromiso con la causa siempre se puso en duda. Según detalla el diario colombiano, en 1999, cuando fueron asesinados los tres indigenistas estadounidenses en Arauca, a manos del frente que comandaba "Granobles", el secretariado dio la orden de relevarlo y como castigo separarlo del estado mayor del bloque Oriental. Sin embargo, "Jojoy" intercedió y pidió que lo dejaran a su lado. Ahora, con su hermano muerto, su futuro es más incierto.

Más secuestros

Las autoridades colombianas confirmaron el secuestro de dos militares que estaban vestidos de civil y desarmados, en el departamento de Antioquia. Se trata del cabo tercero José Esteban Coba Teatín y el soldado Fernando Builes Mazo que viajaban por una carretera de la aldea El Limón cuando fueron interceptados por las FARC.

El secuestro de estos dos militares se produce casi dos meses después de que la guerrilla liberara unilateralmente, en varias operaciones, a dos políticos, dos policías, un miembro del Ejército y otro de la Marina colombiana.