Los campamentos que habían sido localizados ya no se encuentran allí, aseguró el mandatario colombiano, pero no descartó que los guerrilleros continúen en ese país. También defendió la extradición de un narco a Caracas

El mandatario reconoció que infortunadamente las autoridades no pueden determinar si se mantuvieron en Venezuela o se trasladaron a Colombia. "La labor de inteligencia que se acumuló durante mucho tiempo se perdió porque ellos (las FARC) se dieron cuenta de que los estábamos vigilando y tomaron precauciones", agregó.

Sus anteriores declaraciones, formuladas durante su visita a España la semana pasada, fueron cuestionadas por el ex presidente colombiano Álvaro Uribe. El ex mandatario denunció, a mediados de 2010, al gobierno de Hugo Chávez ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) por presencia guerrillera con documentos que contenían las coordenadas de varios campamentos instalados en ese país.

Esas denuncias llevaron a Caracas a romper las relaciones con Colombia en julio de 2010, pero los vínculos se recompusieron con la llegada de Santos al poder, un mes después.

"Es muy posible que la guerrilla siga en Venezuela, eso nadie lo ha descartado", dijo este lunes Santos. Y aseguró que confía en que, si es así, esa presencia "no es con el amparo del gobierno" de ese país. Existe un "compromiso claro y contundente con Chávez de no permitir que en su territorio operen campamentos terroristas", dijo.

El presidente también se refirió a la extradición del presunto narco venezolano Walid Makled a su país. Reiteró que no existió una motivación política para tal decisión, sino que su gobierno obedeció las leyes y tratados comunes con Venezuela.

"Aquí no hay gato encerrado. Lo que pasa es que algunos han querido ponerle el ingrediente político, pero no tienen comprensión sobre el fondo del asunto y es que no puedo ir en contra de lo que la ley me obliga", dijo.

La extradición de Makeld, también requerido por la Justicia de los Estados Unidos, fue otro blanco de críticas de Uribe en los últimos días.

Las recientes diferencias entre el ex presidente y Santos han sido interpretadas como un distanciamiento político de quienes hasta ahora eran aliados. Sin embargo, ambos desmintieron que exista una crisis en su relación. "No nos inventen peleas que no existen", pidió el actual mandatario.