El mandatario estadounidense visitó el Puente fronterizo de las Américas antes de iniciar su discurso sobre la importancia de la reforma migratoria.

Durante la alocución, en la que fue varias veces ovacionado por más de 4 mil personas presentes, cuestionó reiteradamente los obstáculos puestos por los legisladores republicanos para aprobar el proyecto. "Uno de los impedimentos era la seguridad en la frontera, faltaban recursos y mano de obra. En los últimos dos años, hemos respondido a esa preocupación, fortaleciéndola mucho más allá de lo imaginable", indicó.

"Luego quisieron una cerca. Ya se construyó y triplicamos el número de agentes de Inteligencia, tenemos una sociedad con México para luchar contra las organizaciones criminales y, por primera vez, estamos revisando todos los embarques que van hacia al sur para incautar armas y dinero", prosiguió.

Obama aseguró que su gobierno "hizo mucho más de lo que fue solicitado por los republicanos". "Pero, a pesar de ello, me temo que aún habrá alguien que va a tratar de mover el objetivo otra vez. Ahora van a decir que quieren un cerco más alto o una franja de agua con cocodrilos", agregó.

Respecto al contenido de la reforma que impulsa, el presidente estadounidense enumeró algunos puntos, como reforzar la seguridad en las fronteras; mayor responsabilidad para las empresas que contraten inmigrantes ilegales y leyes que permitan "unir familias rapidamente". "Quienes estén en el país ilegalmente tienen una responsabilidad. Tendrán que pagar impuestos, una multa, someterse a una revisión de antecedentes criminales y aprender inglés. No pedimos mucho", señaló.

Destacó, además, la importancia que tendrá la regularización de 11 millones de indocumentados para la economía de los Estados Unidos. "Quiero mejorar la clase media, que vuelva a surgir, quiero que haya prosperidad y que se comparta ampliamente; que todos alcancen el sueño estadounidense", indicó y subrayó: "Por eso, la reforma es un imperativo económico. Ayudará a que nuestro país sea más competitivo en el mundo".

"Aquí llegan estudiantes de todo el planeta. Llegan con sus visas, pero después nuestras leyes los desalientan a empezar una empresa aquí", aseguró Obama, quien criticó que se los entrena para "dárselos a la competencia". "Necesitamos todo el talento que podamos atraer, necesitamos que contribuya con los Estados Unidos. No queremos que el siguiente Intel, el siguiente Google sean creados en China", manifestó tras recordar que las principales compañías de tecnología fueron creadas por inmigrantes o descendientes de ellos.

Según el mandatario, empresarios como Bill Gates entienden eso y trasladaron a Washignton la necesidad de que el país no excluya a grandes profesionales. "La inmigración no es solamente lo correcto, sino que es lo inteligente para nuestra economía. Por esa razón, empresarios de todo el país reclaman una solución al problema".

En uno de los tramos más emotivos del discurso, destacó que los Estados Unidos se definen "como una nación de inmigrantes que acoge a quienes están dispuestos a adoptar los ideales estadounidenses". "Por eso, millones de personas pasaron penurias para venir a este país, para tener libertad y vivir su vida con prosperidad y tranquilidad", afirmó.

Obama reconoció, sin embargo, que en momentos económicos difíciles, "ha habido temor y resentimiento ante los nuevos". No obstante, recordó que "no importa de dónde vengan, ni su aspecto físico,ni su religión; lo que importa es que crean en los ideales sobre los que se fundó este país". "Todos nos merecemos la libertad para perseguir la felicidad", sostuvo.

Por último, exigió a sus seguidores que presionen al Congreso para que se apruebe la reforma. Afirmó que "el cambio tiene que impulsarlo el pueblo y no sólo los políticos". "Recuerden que estamos luchando por todos los niños y niñas que tienen un sueño y un potencial para desarrollarse y que quieren hacerlo aquí".