El presidente estadounidense arribó a Irlanda junto con su esposa Michelle. Se reunió con su presidente y visitará el hogar de un antepasado. En Deauville, Francia, participará el jueves de la reunión del G-8

Barack Obama se encuentra ya en territorio europeo. Allí se reunirá con las autoridades de varios países aliados. El primer destino en su viaje es Irlanda, en donde el nuevo gobierno de Enda Kenny enfrenta una severa crisis económica que llevó a su antecesor en el cargo a solicitar un rescate financiero de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional por más de 120 mil millones de dólares.

La visita de Obama al país será agitada, ya que tiene previstas múltiples actividades. Además de reunirse con las autoridades, dará una vuelta por la ciudad de Moneygall, lugar donde nació su tatarabuelo, Falmouth Kearney. Allí lo esperará todo el pueblo, y el presidente se encontraría con Henry Healy, un primo lejano que vive en el lugar.

De vuelta en la capital del país, Obama dará un discurso frente al Banco de Irlanda. La economía del país atraviesa una situación delicada, en el último año registró el nivel de déficit más alto de toda la eurozona, con un 32,4 por ciento.

En su visita fugaz de menos de 24 horas, el primer mandatario estadounidense asistirá, también, a un concierto en su honor. Luego proseguirá con su gira con Londres como próximo destino. Allí visitará a la reina y a los miembros del gobierno, en medio de una crisis presupuestaria que intentan zanjar con un ajuste que todavía no han podido implementar.

El jueves próximo, Obama se dirigirá a la localidad francesa de Deauville, donde se desarrollará la reunión del G-8, que agrupa las principales economías del planeta. La cumbre contará con un clima hostil de parte de la población europea, que reclama soluciones a la crisis y rechaza los recortes presupuestarios.

"Cierran las fábricas, cierran las escuelas, estamos hartos de estos payasos", "banqueros ladrones, patrones golfos, la República somos nosotros", "todos es nuestro, nada es de ellos", reclamaban en los últimos días manifestantes de todas las edades procedentes de varias regiones de Francia, pero muy pocos del extranjero.

Para evitar las protestas en contra de la cumbre, las autoridades movilizaron a más de 12.000 hombres en torno a la ciudad. Aviones teleguiados vigilan desde el cielo, y buques de guerra controlan los accesos marítimos.

Concluida la reunión del G-8, que se desarrollará durante el jueves y el viernes, Obama partirá hacia la capital polaca.