La policía montada dispersó a los miles de jóvenes que reclamaban en la calle por mejoras en el sistema educativo. Hay 16 agentes heridos y 46 detenidos

"Vamos a aplicar todo el rigor de la ley", afirmó el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter luego que la policía reprimiera con gases lacrimógenos y chorros de agua a los manifestantes, de quienes dijo que son un pequeño número de alumnos "dispuesto a arruinarle la vida a un grupo mucho más grande que quiere estudiar".

Los enfrentamientos entre policías, estudiantes y encapuchados se prolongaron por un par de horas.

Radio Cooperativa informó que además de los policías heridos -dos por "botellazos"-, también resultaron heridos tres fotógrafos de prensa.

Los jóvenes presentes en el acto cultural habían caminado pacíficamente unas 20 cuadras y se desviaron hacia el parque público, por petición de la policía, que estimó en unos 7.000 los manifestantes, entre los que había centenares de trabajadores subcontratados de la mina estatal de cobre El Teniente, en huelga desde hace 22 días.

Los estudiantes se han movilizado por varios días -con demandas que van desde pases de transporte púbico gratis hasta la estatización del sistema educacional- y esta semana se centraron en la ocupación de más de un centenar de escuelas tan sólo en Santiago. En otro medio centenar de establecimientos educacionales no se realizan clases, lo que implica que hay decenas de miles de escolares sin clases.

El ministro de Educación, Joaquín Lavín, ofreció a los adolescentes conversar a partir del próximo lunes, "con la condición de que se bajaran las movilizaciones", dijo el dirigente estudiantil José Soto. Daniela Isla, otra líder del movimiento, agregó que esperarán la votación de cada escolar antes de responder a Lavín si aceptan o no sus condiciones.

Los universitarios, en tanto, mantienen dos planteles ocupados y realizan pequeñas manifestaciones a la espera de una marcha convocada para el jueves, a la que se sumarán profesores y secundarios, cuyas edades oscilan entre los 14 y los 19 años.

Los escolares demandan la gratuidad del pase escolar para el transporte público y que les sirva los 365 días del año, que los colegios sean administrados por el Estado, más rapidez en la reconstrucción de escuelas destruidas por el terremoto del año pasado y mayores recursos para la educación técnico-profesional.

Un sector más radical demanda reformas constitucionales relacionadas con el derecho a una educación de calidad.

Los universitarios exigen un mayor aporte estatal a la educación superior y el fin del lucro que se da generalmente en las universidades privadas, creadas durante la pasada dictadura militar y a las cuales se puede ingresar sin necesidad de dar la prueba de selección universitaria; basta pagar.