Los empresarios esperan que el presidente electo revele su política antes de invertir, ya que creen que aumentará el control estatal sobre la economía. El crecimiento del PBI sería de un punto por debajo del 7,5% pronosticado

La economía de Perú crecería este año "por debajo" del previsto 6.5 %, debido a que la inversión privada se moderaría hasta que el presidente electo, el nacionalista Ollanta Humala, detalle sus políticas de Gobierno, dijo el martes el ministro de Economía.

Los inversores han puesto en espera algunos planes debido a que temen que Humala, quien asumirá el poder el 28 de julio, aumente el control estatal sobre la economía, pese a que se ha mostrado como un izquierdista moderado.

El último pronóstico de crecimiento económico de Perú -un gran productor de minerales- fue anunciado en mayo, cuando lo revisó a un 6,5 %o desde un 7,5 %.

La expansión "podría ser un poco menos (de la proyección previa), dependiendo de qué ocurre, si después del 28 de julio, hay una reactivación", dijo a periodistas el ministro de Economía, Ismael Benavides. "La estimación que hay ahora, tanto en el ministerio como de distintos analistas es por debajo de eso (del 6,5 por ciento), pero todo dependerá de lo que ocurra en el segundo semestre", afirmó el funcionario.

La economía de Perú, que creció el año pasado un 8,8 por ciento, registra una sólida expansión desde hace años debido a la fuerte inversión privada y a una política abierta con pactos de libre comercio con potencias como Estados Unidos y China.

Benavides descartó más temprano que un menor gasto público haya ocasionado la desaceleración de la actividad productiva local, y que por el contrario ello se debe al freno en la inversión privada ante la incertidumbre generada por el reciente proceso electoral.

"La disminución en la actividad económica se debe fundamentalmente a una menor inversión privada, que nosotros hemos estimado que este año va a caer en un 6 o un 7 por ciento frente al 19 por ciento del PIB que fue el año pasado", dijo.

El jefe de la cartera económica afirmó que si bien la inversión privada suele desacelerarse durante un proceso electoral, en este caso también ha impactado el hecho de que el próximo Gobierno de Humala es de "una tendencia muy distinta al anterior".

Los temores persisten pese a que Humala ha mostrado un tono conciliador con los inversores y ha asegurado que buscará consensos en temas clave como su plan de gravar las "sobreganancias" en el sector minero, un motor de la economía que aporta cerca del 60 por ciento de los ingresos por exportaciones.

El ministro dijo, además, que Perú registraría una inflación de entre un 0,2 y un 0,3 por ciento en julio, levemente por encima de la cifra del mes previo pero lejos de las tasas mensuales de inicios del año. La cifra ratificaría que la inflación se ha moderado en el país sudamericano -junto a una desaceleración de la actividad productiva- tras haber alcanzado en marzo su mayor tasa mensual en casi tres años, en medio del repunte de los precios de las materias primas a nivel global.

El jefe económico afirmó que una medida para moderar el crecimiento del gasto público ayudó a contener la inflación, que a tasa anualizada superó en marzo el rango meta del Banco Central, que va de un 1 a un 3 por ciento. A ello, se suma un ciclo de alzas que llevó la tasa clave de interés a un 4,25 por ciento, desde el nivel del 3,25 por ciento en el que se encontraba en enero.

"Logramos el resultado, en mayo (la inflación) fue negativa, en junio fue 0,1 por ciento y ahora en julio sera 0,2-0,3 %, porque siempre es un mes de un poco más alta inflación", dijo Benavides a la radioemisora RPP.

Perú acumula una inflación del 2,25 % en lo que va del año, mientras que en los últimos 12 meses a junio alcanza un 2,91 %, según cifras oficiales. El panorama de una inflación y crecimiento económico más moderados sugiere que el Banco Central mantendría sin cambios en julio su tasa clave de interés por segundo mes consecutivo, según 10 analistas consultados por Reuters.

El Banco Central prevé que Perú cierre el 2011 con una inflación de entre un 3 y un 3,5 por ciento, levemente por encima de su rango meta.