Luisa María, conocida como "Cocoa", se inscribió en Michoacán. Si resulta electa el 13 de noviembre, deberá enfrentar una ola de violencia por la guerra entre narcos

La hermana del presidente mexicano registró su postulación ante el Instituto Electoral de Michoacán, apoyada por el gobernante Partido Acción Nacional (PAN) y por el Partido Nueva Alianza (Panal), de la controvertida y poderosa líder sindical de maestros, Elba Esther Gordillo.

"La gente ya está cansada y quiere una alternativa distinta y 'Cocoa' sin duda lo es", aseguró Gustavo Madero, titular nacional de la fuerza, en referencia a los últimos gobiernos michoacanos del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).

"Ella nos une, nos motiva, nos entusiasma. Contagia una esperanza de futuro porque todos los ciudadanos de este hermoso estado están cansados de puras promesas, de incumplimiento y opacidad, de inseguridad", agregó.

Por su parte, Luisa María Calderón, cuyo hermano está en el quinto de sus seis años al frente del país, afirmó que llegó el momento de que los ciudadanos "puedan volver a pasear tranquilos" por sus pueblos y caminos.

La candidata estuvo acompañada en el acto por siete gobernadores, por la diputada y aspirante a candidata del PAN a las presidenciales de 2012, Josefina Vázquez, y los ministros de Hacienda, Ernesto Cordero, y de Educación Pública, Alonso Lujambio, que también esperan competir en las internas partidarias previas a los comicios del próximo año.

Michoacán tiene un extenso litoral en el Pacífico donde llegan cargamentos ilícitos de cocaína sudamericana y desde Asia sustancias para fabricar drogas sintéticas. Además, posee amplias zonas donde se cultivan amapola y marihuana.

El estado es escenario de violentas pugnas entre los cárteles La Familia Michoacana -aliada a Los Zetas- y Los Caballeros Templarios, una organización pseudo-religiosa que asegura proteger a la población.

El grado de los enfrentamientos le valieron ser el primer destino de los soldados que se sumaron a la labor policial para detener la guerra narco. En 2006, el mandatario mexicano envió miles de uniformados.