La causa fue un convenio del pequeño Partido Radical Socialdemócrata para formalizar un pacto con la derecha y tres ex oficialistas para dirigir la nueva Cámara de Diputados.

The Associated Press

SANTIAGO DE CHILE -- La derrota sumió a la coalición en una crisis por la demanda de renovación de las cúpulas directivas por parte de sectores jóvenes, que fueron respaldados por un enérgico llamado en ese sentido por el ex presidente Ricardo Lagos.

Los radicales integran la Concertación de Partidos por la Democracia de cuatro grupos de centroizquierda, que gobernó a Chile los últimos 20 años, pero que el domingo fue desplazada del poder por el triunfo de Piñera.

El sorpresivo acuerdo de los radicales con la derecha y tres diputados que militaban en el oficialismo que integran el Partido Regionalista Independiente causó indignación en fuerzas del conglomerado oficialista.

Otros grupos del oficialismo que realizaban conversaciones con la derecha y el PRI para formar la mesa de la Cámara Baja calificaron a sus socios de "traidores" y pidieron incluso que la presidenta Michelle Bachelet elimine del gobierno a los funcionarios radicales.

El diputado demócrata cristiano Pablo Lorenzini dijo que "esto es peor que haber perdido la elección presidencial el domingo".

Según el acuerdo suscrito por los radicales con la derecha y el PRI, los tres grupos compartirán la presidencia de la Cámara de Diputados en los próximos cuatro años.

El ministro de Justicia, Carlos Maldonado, de militancia radical, rechazó el acuerdo y expresó su convicción que las instancias partidistas lo revoquen.

"Un acuerdo de esa naturaleza para compartir la testera de la Cámara se aparta completamente de la línea política del Partido Radical. Se aparta de nuestra convicciones políticas más profundas y se aparta de la política de alianzas que el partido ha sostenido que es la Concertación", dijo.

Ni el oficialismo ni la oposición de derecha tendrán mayoría en el Congreso que jurará el 11 de marzo junto con la transmisión del mando presidencial. Así entonces se hace necesario un acuerdo para compartir los cargos directivos, como ha ocurrido en los últimos años.