La amenaza de una nueva recesión global y la inestabilidad política interna provocada por salidas de ministros del Gobierno derrumbaron la confianza del consumidor brasileño, que alcanzó su peor nivel desde la crisis financiera del 2008, mostró el jueves un estudio privado.

El Indice de Confianza del Consumidor (ICC) de la Fundación Getúlio Vargas (FGV) registró una caída de un 4,6 por ciento en agosto respecto a junio, a 118,7 puntos.

Se trató del peor resultado desde octubre del 2008, cuando el ICC retrocedió un 12,7 por ciento en su mayor baja de la serie histórica iniciada en el 2005.

“En los últimos días se generó una incertidumbre que no se esperaba para el segundo semestre. El consumidor estaba más cómodo con la reducción de la inflación, esperaba estabilidad en la tasa de interés, pero ahí hubo hechos nuevos que empeoraron el humor”, dijo la economista de la FGV Viviane Seda.

“El consumidor se sacó de la cabeza el peso de la inflación y de las tasas, pero surgió la amenaza de la crisis en Estados Unidos, de la zona euro y la inestabilidad política”, agregó.

Ante un escenario más nebuloso, el componente de expectativas cayó un 4,5 por ciento y también registró su segunda peor tasa de la serie, con una caída superada sólo por el resultado de octubre del 2008.

El componente que mide el ánimo respecto a la situación actual cayó un 2,9 por ciento en agosto, pero aún se mantuvo por encima del nivel promedio del sondeo.

Según la FGV, el pesimismo del consumidor fue generalizado en agosto y afectó a todos los estratos de renta.

Reuters
Sao Paulo, 25 de agosto de 2011