Bajo número de asistentes al acto convocado por el régimen por el Primero de Mayo

Según cifras del régimen cubano, alrededor de 200.000 personas asistieron al acto convocado ...

México: ¿Quién ganó el segundo debate presidencial 2024? Esto revelaron las encuestas

Con la cuenta regresiva para las elecciones del 2 de junio, este ...

Sentenciaron con hasta 15 años de cárcel a 13 cubanos que protestaron contra el régimen en 2022

El Tribunal Municipal de Camagüey sentenció con penas de hasta 15 años ...

Antony Blinken instó a las monarquías árabes del Golfo a crear una defensa integrada ante la amenaza

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, instó el ...

Falta de tudo em Cuba, ate dinheiro: país vive escassez de notas em meio à pior crise econômica em d

Alejandro Fonseca ficou várias horas na fila do lado de fora de ...

Artigos: Cuba
Médicos cubanos en Brasil trabajan para que los Castro paguen las inversiones del Puerto de Mariel PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 15 de Agosto de 2014 11:27

Por Jorge Hernández Fonseca.-

Con los más de 11 mil médicos cubanos atomizados en la geografía brasileña desde el año pasado, el actual gobierno de la izquierda local en el poder cuenta con más de 11 mil “cabos electorales” que en el año actual de elecciones presidenciales harán propaganda gratuita a favor de la re-elección de la presidenta Dilma Rousseff

Los más de 11 mil médicos cubanos reciben actualmente 1.250 dólares por mes, de los aproximadamente 4.400 dólares mensuales programados para cada médico. La diferencia, unos 3.150 dólares por mes aproximadamente, van al gobierno cubano, que a su vez lo rembolsa hacia el Brasil para pagar la deuda contraída con la inversión brasileña en el Puerto del Mariel.

Última actualización el Martes, 19 de Agosto de 2014 12:24
 
¿Oposición leal en Cuba? PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 10 de Agosto de 2014 23:16

Por Luis Tornés Aguililla.-

La dictadura cubana ha lanzado al viento la noción de « oposición leal » junto a otros globos neutralizantes que pretenden canalizar el sentimiento oculto de los millones de muertos de hambre a quienes a golpe de consignas y de represión, el régimen robó hacienda, creatividad, libertad y, en fin, la vida

ATHIES-SOUS-LAON, Francia. – En el marco de lo que se les vienen encima, es decir, la vejez, los decesos, los cambios y las traiciones de última hora, la dictadura cubana ha lanzado al viento la noción de « oposición leal » junto a otros globos neutralizantes que pretenden canalizar el sentimiento oculto de los millones de muertos de hambre a quienes a golpe de consignas y de represión, el régimen robó hacienda, creatividad, libertad y, en fin, la vida.

Nos preguntamos instintivamente ¿ oposición leal a qué o a quién ?.

La pregunta viene porque uno ve que en la Asamblea Nacional francesa, las comisiones de trabajo sobre múltiples temas de la vida del país incluyen a miembros de todos los partidos y facciones y así, por ejemplo, en la Comisión de las Fuerzas Armadas, lo mismo usted tiene a diputados de derecha que de izquierda trabajando juntos sobre detalles operacionales confidenciales porque se trata de gente que, por encima de todo, le debe y le tiene lealtad a la República y a la nación que los eligió libremente en un marco político democrático. Lealtad pues pero a la nación y a la República y no a un partido ni a una ideología y mucho menos a yo no sé qué trueno vestido de nazareno, ¡ con perdón de Antonio Machado… !.

La Banda Armada habanera que ya navega oronda hacia la versión más hedionda del capitalismo, va con su cosmología propia, su estética y su verborrea pero a sabiendas de que seguramente tendrá que aceptar la idea de que, colectivamente, los cubanos le otorgarán la merecida « damnatio memoriae » (como a Nerón en Roma) lo que, en el caso cubano, viene siendo una especie de « fuiste un accidente criminal de nuestras vidas y nunca más volverás ».

No señor, ellos, los que por tal de mentenerse en el poder han causado tanto dolor en las familias después de provocar el derrumbe total de Cuba, no podrán perpetuarse en la memoria positiva de la nación a través de una supuesta « oposición leal » u « oposición constructiva » pero seamos realistas, no se tratará nunca de fusilamientos de viejos decrépitos sentados en un taburete ni de persecuciones políticas en ese país de la doblez institucionalizada, un país que va económicamente a merced del mundo y donde no se produce ni un imperdible de pañal pero quizá se trate de albergar la esperanza de que nazca en Cuba una oposición política libre y exclusivamente leal al pueblo.

Nota : « Damnatio memoriae » o « condena de la memoria » era cuando el senado romano condenaba al olvido a algún personaje público.

CUBANET

Última actualización el Martes, 19 de Agosto de 2014 12:26
 
Los 88 del dictador: Proserpina felicita a Fidel Castro PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 13 de Agosto de 2014 11:07

por José Pratts Sariol.-

Los 88 del Castro tardío presagian la visita de Proserpina, reina del inframundo griego. Se dice que tocará a la puerta de Punto Cero acompañada de Oyá, diosa yoruba del cementerio; y de la Virgen de la Candelaria, la que el sincretismo cubano asocia a los tenebrosos vientos de Oyá y su morado carretón para obsoletos.

Tal visita será diferente a las que realizan muchísimos políticos, como las recientemente efectuadas por Vladimir Putin y Xi Jimping. Porque lo que aún queda del Comandante en Jefe ejerce en ellos una obvia atracción, además del factor geopolítico en un ajedrez donde las potencias mundiales —como siempre ha sucedido— juegan sus peones, intercambian piezas, hasta sacrifican un caballo cuando es necesario a sus intereses, con un pragmatismo que asombraría —por la abismal falta de escrúpulos— a los padres filosóficos del movimiento, desde Charles Sanders Pierce hasta William James y John Dewey.

La visita que su cumpleaños adelanta —dicho sin hipocresía o edulcoramientos mediáticos— en algo favorecerá el fin de una utopía diabólica, mantenida por más de medio siglo, para vergüenza de la abrumadora mayoría de cubanos.

No será la de presidentes que al visitarlo sueñan con que se les peguen algunos de sus trucos mafiosos para mantenerse en el poder, convertir a un país en su hacienda, con cada uno de los privilegios inherentes, desde un coto privado para cazar venados, al suroeste de La Habana; hasta un reservorio marítimo, con una isla de ensueño, para recibir a García Márquez y otros amigotes.

Lamentablemente, las tres deidades que invoco solo le pasaran factura por la edad, por el inexorable boleto al reparto Boca Arriba. Su vuelta al polvo no parece que hará escala en el Tribunal Internacional de La Haya, ninguna justicia recibirán sus víctimas. Porque no creo que ni una pizca de arrepentimiento cruce por su cerebro de ególatra, dueño de la verdad, capo entre capos.

Mi regalo es invocar a Proserpina, Oyá y la Santísima Virgen de la Candelaria. Y pienso que le hago un favor. Es un acto de generosidad ante su facha actual, ante lo que hoy hace, escribe, muestra en público como un esperpento, una grotesca caricatura de sí mismo, donde revolotean los buitres de las familias que componen la junta político-militar.

Sin embargo, algún ahorro podría traer... ¿Cuánto nos cuesta mantenerlo en el 2014? Olvidemos por un minuto los escombros morales y la bancarrota económica que el sistema comunista —el único que le permitía diferenciarse de la tradición caudillista latinoamericana— nos impuso.

Y uso el plural porque los gastos que todavía ocasiona nos afectan a todos. De cada dólar enviado o gastado en Cuba, el monopolio estatal corta una gruesa tajada. De cada impuesto o inversión, de cada salario miserable otra gorda porción va para la crápula gobernante, cuyo presupuesto pocos saben. Quizás ni el vicepresidente Marino Murillo tiene acceso a las cuentas de la pirámide gobernante.

Algo se ahorraría, mientras hijos, nietos y parientes transitan —como en Rusia— hacia los privilegios del capital; aunque nunca serán comparables a los que disfrutó —y malgastó— el Castro mayor, sideralmente superiores a los de cualquier multimillonario cubano en la que los libros de historia en la escuela cubana llaman "república mediatizada".

Ahora mismo, entre gastos de seguridad, sembradíos recreativos, servicios médicos mundiales, dietas exclusivas, aviones y autos y yates, personal de apoyo logístico y demás...; la cuenta mensual debe ser superior a la de Carlos Slim, el empresario mexicano considerado el segundo hombre más rico del mundo.

Eso también le envidian los políticos que se despepitan por visitarlo, los que con asquerosa seguridad le enviaran mensajes de felicitación por su feliz cumpleaños. Porque quisieran —como él— no rendir cuentas a nadie de los gastos que escudados en el Estado dilapidan, entre cumbres, cónclaves, asambleas y visitas de protocolo con recepciones, suites, champán... Para no hablar de las corrupciones —no hay día sin que alguna se destape— derivadas del tráfico de influencias, concesiones de obras y encargos mayoristas.

En fin, a los 88 se acerca el fin. En algo se limpiara la casa cubana, por lo menos del churre viejo. Y tal vez Proserpina y sus dos amigas le pidan a Dios que lo perdonen. Yo no.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Martes, 19 de Agosto de 2014 12:22
 
¿Somos sumisos los cubanos? PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 12 de Agosto de 2014 12:43

 

Por Juan Antonio Blanco.-

Hiriente pero legítima, es una pregunta que a menudo formulan a los cubanos muchas personas desconcertadas por la ausencia en la Isla de rebeliones masivas similares a las que están acostumbradas en sus países. No creo adecuado el modo en que presentan la pregunta que va en el título. Pero el fomento deliberado de la sumisión ciudadana es un tema que pudiera ser útil si se explorara con mayor rigor.

Si los que detentan el poder prefieren ejercerlo sin recurrir a la violencia tienen dos caminos: o bien persuaden a los demás de que su poder es legítimo y los sacrificios que sus políticas demandan resultan necesarios al bien común, o bien los convencen de que el statu quo al que están sometidos es inevitable.

Para esto último, sin duda son elementos esenciales la presencia de un aparato represivo y la creencia generalizada de que, llegado el momento, sería empleado sin misericordia. Pero aún más lo es la capacidad de desacreditar las alternativas y a sus promotores en la percepción ciudadana. Desde el poder se procura generalizar la percepción de una realidad sin opciones alternativas, por lo que la indignación ciudadana debe ser sustituida por la resignación.

Dicho de otro modo: cuando los que detentan el poder no pueden convencer a los ciudadanos de su bondad y de la sabiduría de sus decisiones, deben persuadirlos de que toda resistencia es inútil y solo los conduciría a una situación peor.

Si el poder no puede presentarse como legítimo al menos debe ser percibido como inevitable. Antes que hacer uso de fusiles y porrazos, el control de la conducta ciudadana se da en el terreno de las percepciones.

El poder de la elite en Cuba, a más de medio siglo de su ascenso, ya no es considerado legítimo por su origen, instituciones, resultados, ni tampoco por sus nuevas promesas. Sin embargo, es todavía ampliamente percibido como inevitable. ¿Por qué?

Es sabido que la gente se rebela al coincidir tres circunstancias: si consideran injusta su situación, creen (acertadamente o no) que hay una salida viable a ella —por percibirla factible y de un costo asimilable— y, por último, surge una chispa que los motive a abandonar su actitud pasiva y pasar a la acción. Cuando solo se dan la primera y última circunstancia la rebelión no pasa de motín temporal.

Los indignados cubanos que protestaron en el Malecón en agosto de 1994 se consideraban injustamente tratados; una chispa imprevista los había impelido a la protesta callejera. Pero la solución inmediata y de menor costo la veían lanzándose al mar. Otros pueden tratar de encontrarla hoy, no en la resistencia y rebelión, sino aprovechando la flexibilización para migrar o aventurándose al trabajo por cuenta propia.

Exilio o insilio hacia el sector cuentapropista, son respuestas adaptativas al statu quo basadas en el falso supuesto de que la elite del poder es un mal inevitable o, cuando menos, uno del cual el país demorará en salir ("Esto nadie lo puede arreglar pero tampoco nadie lo puede tumbar". "Tengo que ver el modo de 'resolver' y 'escapar' adaptándome a esta situación".)  Nadie puede reprochar esa conducta en ausencia de otras alternativas convincentes.

Por la misma razón tampoco es cuestionable la postura de quienes —para seguir ayudando a sus familiares— pagan, sin realizar protesta pública alguna, costos extremos por llamadas telefónicas, envío de paquetes, pasajes, y otros trámites. Ellos de algún modo comparten el mito de la inevitabilidad del statu quo y el síndrome de indefensión ante sus desmanes.

¿Cómo hacer hoy que el coraje que despliegan los activistas del cambio resulte más eficaz? Esas fuerzas y el exilio —en consulta con actores internacionales capaces de movilizar recursos para el desarrollo futuro del país— podrían elaborar una propuesta que explique cómo un régimen democrático responderá a las necesidades y demandas perentorias de la población y de dónde saldrán esos recursos. Oponerse al mito de la inevitabilidad del régimen supone denunciar y protestar, pero también levantar propuestas de cambio consensuadas y creíbles. Propuestas que conlleven amplias movilizaciones y presiones —en Cuba y la diáspora— contra el actual estado de cosas.

Otra Cuba mejor es posible… pero primero la gente tiene que creerlo para que suceda.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Domingo, 17 de Agosto de 2014 12:10
 
LOS COFRADES PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 25 de Julio de 2014 16:07

Por Pedro Corzo.-

Un número importante de  políticos, latinoamericanos en particular, parece que fueron formados por una cofradía que les asignó la misión de acceder al poder, concentrarlo en su persona y  conservarlo el mayor tiempo posible.
Otra característica es que identifican rápidamente a quienes tienen su misma visión del mundo y del poder y disponen de la habilidad para establecer redes de cooperación que sirven para respaldarse mutuamente cuando las circunstancias lo demandan.
Practican el elogio y la diatriba de forma constante. Se atrincheran en los extremos con el solo propósito de consumir la energía de la razón para erigirse en los abanderados y trompetas de los conceptos- en realidad meras consignas- que los motivan.
Estos heraldos han elaborado sus propios esquemas, categorías y consignas como  fundamentos del proyecto que auspician y solo consideran, escuchan y aceptan,  a los que se pliegan incondicionalmente a su forma de gobernar o a sus proyectos, cuales quieras que estos sean.
Son dogmáticos. Impermeables a la crítica, ignoran la punzante angustia de la duda y no vacilan en el tremedal de las contradicciones. Para ellos solo existe su verdad. No aceptan críticas ni las entienden, cualquier cuestionamiento adverso tiene propósitos destructivos  y debe ser erradicado.
Desconcierta la rotunda certidumbre de estos iluminados cuando deciden calificar de héroes o traidores a quienes aceptan o rechazan su mandato.
El delito o la gloria para estos singulares jueces está asociado a una escala de valores sustentada,  la más de las veces, en categorías puramente coyunturales e intrascendentes que responden a su visión particular.
Para estos iluminados es demasiado complejo discernir entre enemigos y adversarios. Sus juicios y sanciones son absolutas, y con facilidad extrema descargan su flamígera verdad sobre unos y otros sin consideración alguna, mientras que sus aliados, para sobrevivir, deben integrarse plenamente a la certidumbre del conductor.  
Los iluminados enfrentan el riesgo de perder toda capacidad de análisis y creación, al convertirse en dependientes de la única realidad exterior que están dispuestos a considerar, la que ellos crean.
El dogma les hace intolerantes porque pierden el sentido de la universalidad, los que les incapacita para nutrirse de las propiedades positivas de las ideas que rechazan.
Su incapacidad de analizar y valorar los contrarios de sus tesis, les limita, a la vez que le catapultan hacia un mundo muy personal que les hace perder contacto con el ambiente. No pueden  percibir las señales diferentes que emite cualquier  sociedad. Rechazan la peculiaridad y prefiere el plural. Están más a gusto con la masa anónima que con individuos con criterios.
Los iluminados se crean un universo interior que determina su conducta. El medio exterior es secundario, actúan en base a sus sueños y tienden a responder más a los símbolos que a las ideas. Para ellos el abuso de la autoridad siempre se justifica por una necesidad de fuerza mayor. No son capaces de percatarse del estrecho desfiladero por donde transitan y tienden a asfixiar a sus contrarios, eliminan los espacios de disentimientos tan necesarios en cualquier colectividad.
Aquellos que creen que los iluminados  aspiran a solo un extremo del arco iris están equivocados. Los iluminados son omnipresentes. Su verdad es tan imperiosa que tienden a llevar a simples rivales hasta la hoguera. Confunden fundamentos y formas, principios y valores, estrategias y medios.
No es de dudar que los que están sumidos en su verdad personal tengan grandes gratificaciones. Las dudas no les agobian y las contradicciones no entorpecen su andar. El infiernillo de los sentimientos comunes de cualquier mortal no les quema la conciencia. Seguro que valoran altamente su hermético y gigantesco horno de la verdad, en el que pueden incinerar todas sus desesperanzas.
Estos personajes son por lo regular rebeles. Inconformes hasta que logran con su resplandor someter a las luciérnagas. Son  una especie de fanático pero con liderazgo. Su maniqueísmo le hace temer a la libertad y por eso la impiden en todas sus formas. Suprimen la independencia personal y rechazan el conocimiento en la medida que este pueda poner en tela de juicio su conducción y propuestas.
Los iluminados tienden a ser violentos, buscan la solución de las diferencias enfrentando al rival y no negociando. Su intolerancia conduce a los conflictos sociales guerras, masacres, limpiezas étnicas e injusticias. Todo empieza en ello y debe terminar con ellos.
Son autoritarios, déspotas e irreverentes. Contrarios al progreso. Favorecen el estatismo y la parálisis social. Todo cambio es peligroso, por lo que la nave que comanda se mantiene anclada, apresada en los sargazos de una utopía de demencial luminosidad.



Pedro Corzo

Periodista

 
«InicioPrev271272273274275276277278279280PróximoFin»

Página 275 de 480