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Artigos: Cuba
Raúl y Asociados, Inc. PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 23 de Mayo de 2014 14:53

http://www.cubastudygroup.org/index.cfm/files/serve?File_id=3c27ab65-6f0a-4175-b0e6-72c4cbb56afc

Por Andrés Reynaldo.-

La aberración consiste en pedirle la solución (de Cuba) a Obama y no a Raúl. Basta con restaurar las plenas libertades civiles y económicas para todos los cubanos. Con eso desaparece la ley Helms-Burton, que determina el embargo. Extraña que mentes tan ágiles malinterpreten dilemas tan simples.


Cuarenta personalidades cubanas y norteamericanas han hecho un llamado al presidente Barack Obama para que suavice el embargo a Cuba. La iniciativa tiene una notable excepcionalidad histórica. Universalmente, los opositores a las dictaduras piden a Washington que exija a los opresores el restablecimiento del Estado de derecho o, en caso mínimo, que suavicen la represión. Carlos Saladrigas, el Cuba Study Group y los firmantes de la petición apuestan, sin embargo, por la inversión y la supresión parcial o completa del  embargo en aras de una hipotética construcción (¿en tres, quince años?) de la sociedad civil.

No debemos pensar en la asfixia de la dictadura más larga, destructora y expansionista que hayan visto las Américas. En rigor, el solo reclamo a un incondicional e inmediato retorno a la democracia y el enjuiciamiento de los principales actores totalitarios es criminalizado como una invitación al baño de sangre. So pena de ser considerado anacrónico, contraproducente y, en suma, antipatriótico, el discurso ha de inhibirse de los más elementales principios.

Máscara de más, máscara de menos, este gesto no apunta a la supresión del embargo, sino a consolidar económicamente a Raúl y su mafia vasalla antes de la supresión del embargo. Al pueblo llano, el comercio de empanadas, la reparación de aires acondicionados y el divino arte de la peluquería. A la elite, los grandes negocios que configuran la superestructura económica de un país. Cheo con el paladar de la esquina. Raúl y los suyos con el puerto del Mariel.

La idea de introducirle a Raúl el Caballo de Troya de una sociedad civil económicamente independiente, en estrecha conexión con Estados Unidos, ofende al sentido común. Aún así, el debido respeto a las inteligencias de Saladrigas, sus asociados y sus defensores consigue trasladar esta petición a Obama desde el terreno de las patológicas estupideces al terreno de los repugnantes y fraudulentos enigmas.

En este tránsito del castrismo sin mercado al castrismo con mercado se alista todo un ejército de intelectuales, blogueros, académicos, curas, empresarios y mucha, mucha gente de prensa. Saladrigas y el Cuba Study Group cabalgan a la vanguardia. Ahí están sus declaraciones y sus hechos. La propuesta de salvar a Cuba concediéndole a la dictadura una patente de perpetuidad y enriquecimiento marca un degradante hito.

Cierto que el desarrollo económico genera democracia. Pero solo allí donde existe un Estado de derecho. A pesar de las sanciones de medio mundo, Irán disfruta de un mercado pujante, con sectores de tecnología y servicios sumamente competitivos. El auge del nivel de riqueza en Vietnam y China no impide que la pena de muerte ajuste de manera cíclica el espacio del pensamiento no oficial.

Notemos además que a las antiguas naciones comunistas de Europa del Este no las liberó el comercio minorista, ni siquiera la sola acción de los sindicatos independientes y los disidentes, sino la promesa de Gorbachov de mantener en sus cuarteles a las ocupadoras divisiones de tanques del Ejército Rojo.

Por último, ¿la proliferación de paladares ha fortalecido a la disidencia? ¿El incremento de vendedores de figuras de yeso logró contener la represión? ¿Conspiran contra Raúl los amoladores de tijeras? ¿Protestaron los forradores de botones por el asesinato de Oswaldo Payá? ¿El millonario Silvio Rodríguez compone canciones para las Damas de Blanco? ¿Los millones de Ramiro Valdés sostienen a un sector aperturista?

Saladrigas se pregunta qué de malo pueda haber en que un cubano de acá invierta en la incipiente empresa de un cubano de allá. Nada, por supuesto. La aberración consiste en pedirle la solución a Obama y no a Raúl. Basta con restaurar las plenas libertades civiles y económicas para todos los cubanos. Con eso desaparece la ley Helms-Burton, que determina el embargo. Extraña que mentes tan ágiles malinterpreten dilemas tan simples.

En el sórdido rompecabezas de Cuba han encajado nuevas piezas. Si Obama le concede este deseo a Raúl veremos el establecimiento de jugosos negocios de líderes, herederos y agentes económicos del castrismo situados en las dos orillas, en conjunción con capitales cubanoamericanos y norteamericanos. Imposible saber si Saladrigas y sus asociados van a ganar algo. Salta a la vista todo lo que han perdido.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Sábado, 31 de Mayo de 2014 00:45
 
Interpretación a la trampa tendida a Obama PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 29 de Mayo de 2014 09:14

Por Karel Becerra.-

Ha circulado por el ambiente periodístico que “Importantes figuras” hacen un pedido para flexibilizar el Embargo a Cuba. No siendo suficiente que en la última semana el obsoleto aparato de inteligencia cubana detuviera a cuatro desconocidos “terroristas asando maíz”, con el fin claro de “llamar la atención de Obama”, pasan unos pocos días y los titulares aparecen con “Importante reunión de alto nivel entre administración de Obama y Castro”.

Pues para ponerle la tapa al pomo, ahora aparecen “Importantes figuras” donde luego de revisar no veo ni a Bill Gates, fundador de Microsoft, Larry Page o Serguei Brin, fundadores de Google; Evans, Noah, Jack, Biz, fundadores de Twitter; Marck Zuckerberg fundador de Facebook. Pues no, las importantes figuras están encabezadas por Carlos Saladrigas, fundador de salsa de tomate y, sobre todo, oportunista empresario que obtiene jugosas ganancias a costa de la esclavitud del pueblo cubano. El resto, burócratas y ex burócratas.

Ahora vamos a la carta, de corte similar a la de los “terroristas”. Una carta hecha en clave “primer grado de la escuela rural Juan de los Palotes”, o sea, muy sencilla:

Dear Mr. President,
Your administration has taken several important steps to support the Cuban people by opening travel for Cuban-American families, expanding remittances, and enabling purposeful travel for more Americans. Those policies have fostered direct contacts between the United States and the Cuban people, provided a lifeline for average Cubans, and empowered Cuban civil society. As a result, Cuban society and U.S. society are sharing more information and are more connected today than in the past fifty years.

Aquí arranca con un axioma totalmente falso, y por supuesto el elogio fácil para endulzar al receptor. Señores, los únicos contactos han sido entre miembros del G2 que van y vienen haciendo negocios, pues ayer mismo he llamado a mi familia en Santa Clara y “no hay huevos, pollo, arroz, refrescos, nada !”.
Lo segundo parece salir de un grupo de vejestorios que no saben conectar los hechos en el mundo. Carlitos y todos los firmantes: ¿Es que no se han enterado que existe Internet? Hasta en Burundi mejoraron las comunicaciones.

“Now more than ever the United States can help the Cuban people determine their own destiny by building on the U.S. policy reforms that have already been started. Such efforts would seek to provide openings and opportunities to support the Cuban people in their day-to-day economic activities, and in their desire to connect openly with each other and the outside world and to support the broad spectrum of civil society, independent, non-state organizations created to further individual economic and social needs irrespective of political orientation. Doing so not only promises to deepen the contacts between the U.S. and Cuban society, it will also help Cubans increase their self-reliance and independence. “

Este párrafo bien podía ser escrito por un presidente populista o socialista de América. Si en lugar de poner “sociedad civil” escribieran “pueblo” hasta podrían enviar el texto a Nicolás Maduro o Cristina Fernández de Kirchner que gustosamente lo replicarán en cadena nacional.

“But timing matters and this window of opportunity may not remain open indefinitely.”

Aquí si aparece una clave: “aprovechemos ahora, antes que otros nos den alante”, es el resumen de lo que realmente piensan estos pseudo demócratas y empresarios. Como ya se deshicieron en halagos, y luego en el beneficio que trae al “pueblo humilde y trabajador”, ahora dicen que el tiempo apremia porque saben que es un mensaje directo a un presidente que termina su mandato y en quien tienen puesto todas las fichas. Es ahora o nunca, pues se corre el riesgo incluso de que gobierne dentro de poco un republicano y todo el plan de Castro y sus empresarios ambiciosos vuelva a forja cero.

At the same time, the U.S. is finding itself increasingly isolated internationally in its Cuba policy. In the current political climate little can be done legislatively, but the Obama Administration has an unprecedented opportunity to usher in significant progress using its executive authority at a time when public opinion on Cuba policy has shifted toward greater engagement with the Cuban people while continuing to pressure the Cuban government on human rights.”

Evidentemente, hay una clara influencia en los redactores del “espíritu socialista “, pues recurren a la artimaña de “la mayoría tiene la razón”. Es un típico mensaje que daría envidia al mismísimo centro del G2 cubano. Decir que EEUU está solo es desconocer que muchas veces, sino siempre, el líder debe emprender su lucha en solitario. Quien tiene espíritu emprendedor, aun solo, es quien contra viento y marea lleva el barco a destino. Decir que EEUU está solo es borrar de un plumazo la propia historia de los fundadores de EEUU.

¿Pero acaso ustedes quieren la votación unánime de la Asamblea Cubana?

¡Pues no !

“The undersigned members—individuals from the private sector, think tanks, non-governmental organizations, and foundations— acknowledge and appreciate the steps you have taken to improve U.S. – Cuban relations. We further propose the following recommendations that you, Mr. President, can take through executive authority to deepen the changes already underway by giving greater freedom to private organizations and individuals to directly and indirectly serve as catalysts for meaningful change in Cuba.”

Quiero preguntarle a los señores:

¿Dónde está ese “think tank” socialista en la lista? Podrían ser más explícitos y decirnos para ahorrarnos el trabajo. Nuevamente, la “muela para seducir” con halagos por lo que se ha hecho, olvidando que lo único que ha dado como resultado es la muerte de Zapata, Harold, Payá, Laura, Soto y los miles que han muerto en el mar escapando de la miseria.

Señor presidente Barack Obama, sobre usted está la decisión del futuro de los cubanos y, sumado a ellos, el de los venezolanos, que hoy mueren en las calles, porque simplemente quieren ser libres, libres del Castro comunismo al que estos señores quieren premiar. Usted decide.

CUBANET

 
Contra la reconciliación incondicional entre Cuba y EEUU PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 25 de Mayo de 2014 14:27

Por Carlos Alberto Montaner.-

Un grupo de prominentes ciudadanos norteamericanos —entre los que se encuentran varios notables empresarios de origen cubano—, le ha escrito una carta pública al presidente Barack Obama solicitándole que suavice las medidas encaminadas a agravar la difícil situación económica de la dictadura comunista de los hermanos Castro.

La carta no es el resultado de una oscura maniobra de La Habana, aunque el régimen y sus servicios de inteligencia la vean con deleite porque coincide con sus intereses, sino la consecuencia de una indiscutible verdad: nadie sabe cómo acelerar desde fuera el fin de una dictadura como la cubana o la de Corea del Norte. Sus autores están convencidos de que la antigua estrategia norteamericana está equivocada.

Es un viejo debate. Quienes redactaron la carta —presumiblemente los empresarios cubanoamericanos— piensan que la estrategia de abrazar al enemigo e intentar fortalecer a la sociedad civil redundará en el debilitamiento de la tiranía.

¿Logrará su propósito esa carta? No lo creo. No debiera por las siguientes siete razones:

  1. La incoherencia tiene sus límites, más allá de los cuales hay que hablar de esquizofrenia. Washington acaba de declarar oficialmente que el Gobierno cubano es terrorista y Raúl Castro le ha dado la razón enviándole a Corea del Norte armas de guerra camufladas bajo toneladas de sacos de azúcar. ¿Por qué abrazar a un régimen terrorista cuando se aprueban sanciones contra Rusia o Venezuela por comportamientos antidemocráticos?
  2. En el momento en que se divulgaba la carta de marras, el coronel Alejandro Castro Espín, hijo del dictador Raúl Castro, firmaba un acuerdo de cooperación en Moscú con los servicios de inteligencia de Putin. Luego pasó por La Habana el Jefe del Estado Mayor del ejército chino, presumiblemente a formalizar una gestión parecida. En el pasado, Fidel Castro, en Teherán, había advertido que todos juntos podían poner de rodillas al enemigo imperialista.
  3. Según afirma Raúl Castro, una y otra vez, y reiteran sus más altos funcionarios, las "reformas" económicas,tienen como fin perfeccionar la dictadura comunista de partido único. ¿Por qué Estados Unidos debe cooperar con una vieja y fallida tiranía que intenta superar las dificultades y consolidarse en su peor momento económico y psicológico, cuando toda la estructura de poder en la Isla sabe que el marxismo-leninismo es un fracaso?
  4. El régimen cubano es un enemigo tenaz y permanente de Estados Unidos. Sus líderes están convencidos de que todo lo malo que sucede en el planeta es culpa de Washington. No se cansan de decirlo. En el pasado, La Habana pactó con la URSS y hasta pidió el bombardeo atómico preventivo durante la Crisis de los Misiles. Hoy Cuba se pone de acuerdo con Irán, Corea del Norte, Rusia y los países del llamado Socialismo del Siglo XXI para perjudicar a sus vecinos. ¿Tiene sentido un trato benevolente con semejante gobierno?
  5. Existe, también, el ángulo ético. Durante todo el siglo XX, con razón, Estados Unidos fue acusado de indiferencia moral por el buen trato que le daba a dictaduras como la de Trujillo, los Somoza, Batista o Stroessner. Ahora está en el lado correcto de la historia. En Cuba se violan los derechos humanos brutalmente. El año pasado se duplicaron las detenciones a los disidentes. Los cubanos no tienen acceso a Internet. A las tres horas de haber aparecido 14ymedio, el diario digital de Yoani Sánchez, bloquearon la señal dentro de Cuba. Estados Unidos no debe volver a la indiferencia moral que tanto afectó la buena imagen del país.
  6. Hay que tomar en cuenta la razón electoral. La Casa Blanca debe escuchar a los legisladores cubanoamericanos y no necesariamente a los empresarios. De alguna manera, expresan el sentir mayoritario de los cubanos radicados en EEUU. El importante senador demócrata Bob Menéndez, los senadores republicanos Marco Rubio y Ted Cruz, los congresistas demócratas Albio Sires y Joe García, y los congresistas republicanos Ileana Ros y Mario Díaz Balart, discrepan en muchas cosas, pero están de acuerdo en mantener una política de firmeza frente a la dictadura.
  7. El objetivo de Estados Unidos debe ser que en Cuba se instaure una democracia plural y próspera que deje de expulsar a sus ciudadanos hacia el vecino del norte, con la cual desarrollar unas relaciones respetuosas y normales. El sentido común indica que eso no se logra ayudando a la tiranía de Raúl Castro en medio de una crisis.

Y tres razones cubanas para oponerse a la reconciliación incondicional de EEUU y Cuba:

  1. A los cubanos demócratas no les interesa ni conviene que la dictadura de los Castro se salte a la oposición y entable una negociación política con Estados Unidos. El problema esencial de Cuba no es la rivalidad entre los dos gobiernos, sino el hecho de que en la Isla existe una dictadura de partido único de corte estalinista que no escucha a la sociedad. Las transiciones comienzan cuando el poder reconoce la existencia de opositores legítimos. El paso previo a la reconciliación EEUU-Cuba debe ser la admisión de que en la Isla existen unos cubanos que tienen derecho a opinar sobre el destino del país.
  2. La reconciliación incondicional entre EEUU y Cuba envía una poderosa señal internacional que confirma que la dictadura de Raúl Castro es un gobierno normal con el que se debe y puede establecer cualquier tipo de vínculo. Tras la normalización de los lazos entre los dos países vendrán diversos tipos de ayudas y subsidios económicos impulsados por intereses que carecen de resortes morales. Esto reforzará la permanencia de la dinastía militar en el poder.
  3. Esa cordial entente entre los dos países dejaría aún más solos a los disidentes, presos políticos y, en general, a los demócratas de la oposición que desean y buscan un cambio político pacífico, pero real. Lo verían como una traición a los ideales de la libertad y el respeto por los Derechos Humanos que Estados Unidos dice defender. Es esencial que la dictadura ratifique oficialmente el compromiso de respeto a los Derechos Humanos que en el 2007 hizo con la ONU el entonces canciller Felipe Pérez Roque. Entonces se comprometió a que el Gobierno cubano suscribiría el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos aprobado en 1976 por Naciones Unidas. Sería una débil señal de rectificación, pero por algo se comienza. En todo caso, hasta que la disidencia democrática no dé su visto bueno, Washington no debe moverse. Es lo que les conviene a los norteamericanos y a los cubanos.
  4. DIARIO DE CUBA
 
¿Nacionalismo revolucionario? PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 10 de Mayo de 2014 12:47

Por Haroldo Dila Alfonso.-

En los últimos meses se ha estado produciendo un interesante intercambio entre intelectuales cubanos, residentes en la Isla y en la emigración. Del lado insular han participado Roberto Veiga y Lenier González, mientras que del otro lado he compartido espacio con otros dos amigos: Armando Chaguaceda y Rafael Rojas. Finalmente Veiga y Lenier (VyL) han publicado una interesante contrarréplica titulada Nacionalismo y lealtad: un desafío civilizatorio sobre la cual quiero concentrar mi atención en este artículo.

La principal motivación del artículo de VyL es explicar que el denominado Nacionalismo Revolucionario (NR) constituye la columna vertebral de la construcción histórica nacional y de la posible articulación de un bloque de actores sociopolíticos que, apoyados en la “metodología del pacto… pueden conducir al país hacia un presente y un futuro de estabilidad y progreso”. Y en consecuencia, definen NR como “un conjunto de valores, construcciones intelectuales y hasta cierta mística” compartido por las mayorías nacionales y que remiten a nueve propuestas o principios que van desde el acceso universal a la salud hasta la vocación a la universalidad.

Sin lugar a dudas este esfuerzo digamos que programático de Espacio Laical es parte de un trabajo sistemático para aglutinar y consolidar un campo político con ribetes transnacionales que he denominado de Acompañamiento Crítico (AC) sistémico. Su rasgo principal reside en su creencia de que es posible reformar gradualmente al sistema a partir de una “transición ordenada”. El abordaje e intento de definición del significante Nacionalismo Revolucionario es parte de esa intención. Y creo que imprescindible si quieren constituirse en partes de un bloque con pretensiones de “dirección ético-política”. El pasado evento celebrado en La Habana —así como su alter ego en Miami— y otros esfuerzos de sistematización que se desarrollan al interior de este espacio de AC, son también partes de este proceso.

Temo, sin embargo, que, sea por convicción o por conveniencia en un sistema que deja pocas opciones de autonomía, lo están haciendo con algunas “armas melladas” del autoritarismo, y de hecho se convierten en parte de un problema, cuando debieran ser parte de la solución.

Para ser claros, VyL no creen que el campo político en torno al NR sea el único espacio justificado en la Isla. Creen que NR es parte del juego en el que participan legítimamente otras fuerzas con otras propuestas y en esto, que es muy importante, se diferencian de los posicionamientos oficiales y oficiosos sobre el tema. Pero, paradójicamente al mismo tiempo, no dudan en afirmar que “este quehacer plural, para que sea posible, debe mantener como finalidad el consenso en torno a esas metas compartidas por generaciones de cubanos.” Y para rematar, afirman que todos aquellos que no militen en el NR, deben merodear el espacio público “con la humildad requerida, pues no son quienes han prefigurado la nación ni constituyen una mayoría significativa”.

En realidad este tipo de aseveración no es novedosa en la historia postrevolucionaria reciente. Ha sido práctica común en el discurso de los grupos críticos sistémicos (incluso de los funcionariado letrado con algunas inclinaciones liberales) relativizar el monopolio del poder y dejar entrar a “otros” siempre que se comporten siguiendo reglas prefijadas que terminan disolviendo sus identidades. Fue, por ejemplo, lo que le explicó Abel Prieto a los aquiescentes emigrados reunidos en La Habana en 1994, cuando les proponía que, para ser aceptados como cubanos auténticos, renunciaran tanto a sus agendas como a opinar sobre lo que sucede en Cuba. La desnaturalización es el precio del salvoconducto político. Huelga anotar que esto no es pluralismo, sino, a lo sumo, tolerancia condicionada. O visto al revés, intolerancia edulcorada.

El nacionalismo revolucionario designa a toda una corriente de la historia de Cuba que se ha caracterizado por su radicalismo nacionalista, su apego a la ruptura revolucionaria y cierta sensibilidad social. Sus aportes son innegables, pero creo que la aseveración narcisista antes comentada es muy poco feliz. Uno de los problemas de los últimos cincuenta años ha sido la mezcla de moral positiva y política positiva, y la idea de que construimos un orden basado en la virtud. No hay una virtud, sino muchas. Es posible que la mía comparta lugares con la de Espacio Laical, pero nada me autoriza a creer que toda una sociedad (transnacional) debe amoldarse a ella. Y de paso exigir a los descontentos la humildad de la que carecemos cuando postulamos nuestra idea como la síntesis de la historia nacional.

Aprecio los aportes del nacionalismo revolucionario a la historia nacional, pero decir que solo desde él se ha prefigurado la nación es una apetencia teleológica que no resiste la prueba del escrutinio histórico. Un liberal, por ejemplo, puede argumentar que fue su tradición la que guió el activo proceso de acumulación y producción de riquezas, de expansión tecnológica, de producción cultural y de desarrollo urbano. Y llamaría a su inventario a figuras históricas que no pueden dejarse de mencionar cuando se habla de historia de Cuba. VyL —y todos sus aliados ideológicos— pueden afirmar que no les gusta Arango y Parreño, Saco, Enrique José Varona y Jorge Mañach, pero sería difícil decir que no existieron.

Como también es difícil afirmar que la mayoría de la población cubana está apegada al NR (¿como lo saben?); y mucho menos aún creer que si así fuese, es imposible que todos los partisanos de otras tendencias políticas no podrían llegar a ser mayoría si los actores que impulsan estos otros posicionamientos ideológicos contaran con un acceso a los espacios públicos que hoy no tienen. Disminuir a la oposición, desecharla como residuo histórico y a su discurso como intrascendente ha sido un recurso común de los críticos sistémicos, sin entender que no pueden aspirar a la autonomía necesaria para constituirse en campo político/cultural si el derecho a la autonomía no existe para todos y todas. Hoy solo disfrutan de una precaria concesión.

Al hacer esta discusión siempre temo ser injusto con Roberto Veiga y con Lenier González, pues no estoy seguro sobre que hacen o dicen por convicción política, o sobre a que están obligados si quieren conservar el espacio público en un sistema donde la autonomía es un ave rara y la represión un expediente cotidiano. Y digo esto, porque al final de su artículo VyL entran en otras consideraciones acerca de los valores tácticos de su propuesta. Y asumen que efectivamente hay partes de su discurso desfasadas de los tiempos sencillamente porque tienen que adecuarse a una forma específica de pensar del grupo de personas a quien está dirigido su mensaje y que resultan vitales para su proyecto político “dado su grado de implicación en las estructuras de la política, del poder y de la creación de la opinión pública”. Y con notable honestidad aceptan que sus puntos de vista tienen con frecuencia un enfoque binario —“que hace aguas”— y no asume la fluidez de la sociedad cubana actual. En política esto se llama pragmatismo, un recurso al que se apela cuando la realidad no se compadece de las metas.

Sin embargo, me temo que aún cuando VyL insisten en que “cualquier solución real y beneficiosa a la crisis cubana pasa por salir de las trincheras”, en la práctica lo que hacen con el NR es cavar la propia. Este es el drama de los acompañantes críticos del sistema: creen que pueden ceder en cosas menores, enmascarar pecados políticos, mostrar la rigurosidad doctrinaria como salvoconducto, y así salvar la vida. Pero en realidad solo se ganan el derecho a una sobrevivencia precaria y a un pataleo final que, no importa cuan digno pueda ser, se lo traga el tiempo. Y puedo opinar sobre esto sencillamente porque fui parte del proyecto de acompañamiento crítico de mayor calado intelectual que ha habido en Cuba: el Centro de Estudios Sobre América.

No me atrevo a sugerir que hacer, pues si bien hay muchos caminos por explorar, también hay muchas maneras de morir en el intento. Y yo no vivo en Cuba. Pero creo que Espacio Laical existe porque la élite política cubana ya no puede hacer las cosas como las hacían antes, no porque se haya despertado en ella una inopinada vocación democrática. Si Espacio Laical y sus aliados quieren efectivamente validar la “metodología del pacto” tienen que obligar a la clase política a pactar. Pero eso requiere dejar la trinchera y mover las piezas hacia adelante, demandar efectivamente al poder establecido, incluir a otros grupos y personas, intelectuales y activistas, insulares y emigrados, incluidos sectores de la oposición que poseen una valía intelectual reconocida.

Pero para esto no sirve la trinchera del Nacionalismo Revolucionario, imaginado como aquí hacen VyL. Pues el NR es excluyente no porque se haya ligado al marxismo leninismo, sino porque toda doctrina lo es, más aun cuando se imagina a si mismo como vórtice de una historia que realmente es compartida.

CUBAENCUENTRO

Última actualización el Lunes, 12 de Mayo de 2014 19:00
 
#CubaNow y Yoani Sánchez PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 03 de Mayo de 2014 10:30

Por José Prats Sariol.-

El cartel de #CubaNow por el fin del embargo —supongo que el Metro de Washington no haya cobrado poco por colocarlo—, exhibe a Obama y Yoani Sánchez, con una frase de ella: "porque autonomía económica es autonomía política".

De entrada la frase se parece a muchas del estandarizado corte de "abríguese cuando haga frío"… De una simpleza extraña —seguramente sacada de contexto— a la inteligencia que tiene Yoani Sánchez. O peor: discriminatoria de las neuronas de los usuarios del Metro. Nada aguda, ni una pizca de sagacidad.

Para colmo falsa, refutable con ejemplos obvios. Lo mismo que la tan repetida frase del satírico latino Juvenal: "Mente sana en cuerpo sano", porque puede haber una mente podrida en un cuerpo olímpico o una digna de san Francisco de Asís en un obeso o paralítico…

¿Acaso la autonomía económica de un panadero o bodeguero alemán lo independizaba del nazismo? ¿Puede el dueño de un paladar habanero —right now— sentirse con independencia política ante un oficial de la Seguridad del Estado? ¿Se considera autónomo un pequeño agricultor o arrendatario de tierra frente a lo que —en su conocida obsesión por no ceder controles— se le ocurra hacer al Gobierno? ¿Tiene algo que ver el dinero que tú tengas con una acusación de diversionismo ideológico o propaganda enemiga?

La historia de Cuba, de 1959 hasta hoy, abunda en ejemplos que contradicen la aparente consecuencia. Muchos fusilados eran dueños de propiedades; decenas de miles de familias sobreviven gracias a las remesas que reciben, sin que por ello tengan el menor acceso a determinar su poder adquisitivo, a saber cuánto vale su dinero, su "privilegiada" autonomía que el Gobierno saquea.

#CubaNow abre preocupaciones... Porque ni now ni yesterday. El problema cubano es no hipotecar más el cercano tomorrow. Aunque haya organizaciones en Estados Unidos que den la impresión de solo revolver el now tramposo y los trucos del yesterday, como al parecer comete este recién creado grupo.

Su paquete de proposiciones —a juzgar por la información publicada— tiene de novedoso lo que el helado de mantecado y el descubrimiento del agua tibia: que los estadounidenses deben aceptar el actual gobierno cubano, viajar libremente a la Isla, invertir ilimitadamente en negocios y demás derechos derivados del fin del embargo.

Sin embargo —nada embargado—, su director Ric Herrero aseguró que #CubaNow pretende cambiar la forma en que Estados Unidos piensa su política hacia Cuba. Y aquí aumentan las reticencias: ¿Qué es Estados Unidos para este promotor, cuando se sabe que el tema cubano es un asunto doméstico, determinado por los cientos de miles de cubanos ciudadanos —además de los residentes que pronto lo serán—, con exacto derecho a elegir sus representantes, senadores, alcaldes, hasta al presidente?

En la política hacia Cuba los exiliados —pueden llamarnos comunidad cubana en el exterior— somos y seremos decisivos, porque hay un detalle irreversible: Nunca antes Cuba dependió más de Estados Unidos que now. ¿O acaso Ric Herrero tiene en la manga algún sorprendente giro para que Miami deje de ser la segunda ciudad de Cuba o para que los exiliados no aspiremos al derecho al voto en nuestro país de origen y de angustias, cuando deje de ser unipartidista?

Quizás sea sano que el buscador de autonomía sepa que a los cubanos en Estados Unidos nos preocupa que allá dentro —después que pagamos el bulto de la cuenta— solo tenemos derecho a callarnos porque nos fuimos. Nada que ver con los derechos de los mexicanoestadounidenses, para solo citar un ejemplo cercano, contrastante, humillante para Cuba.

La ayuda que México brinda a sus ciudadanos en el exterior podría ser una de las solicitudes de #CubaNow a La Habana. Conseguir que hagan lo mismo obtendría una  buena respuesta de nuestros representantes en Washington, ¿o es que el embargo es de un solo lado?

Otro de los promotores, Alex Castellanos, reconoce la existencia de una "nueva ola de energía presionando por una nueva aproximación" (a Cuba) de "la política cubanoestadounidense". Así de sencillo. Lamento que el tal tsunami sea una falsa alarma. ¿Aproximarse a los despojos guerrilleros en el último inning biológico? ¿Aproximarse al "periodismo" de Granma? ¿Aproximarse al saludo de los niños cada mañana con la imagen del Che Guevara?

Sin pertenecer a ningún grupo o tener dinero para pagar posters, sin ser intolerante con las ideas diferentes o cerrado ante los cambios, al contrario, abierto a las fertilidades de la polémica, lo menos que se puede exigir es argumentos concisos —sin cantinfleos— a situaciones que #CubaNow no puede brincarse sin herir la sensibilidad y la razón, como la crueldad contra los disidentes pacíficos, punta de un iceberg cotidiano donde represiones y miedos no gozan precisamente de  "autonomía".

#CubaNow puede estar llena de buenas intenciones, libre de sospechas acerca de que detrás haya capitales inescrupulosos interesados en el Puerto del Mariel o raras subvenciones para obtener franquicias aéreas regulares. Con lo que su programa no puede es con otro cartel, donde Raúl Castro se abraza a su hermano mayor, sonriente, right now, con la esperanza de proseguir en su interminable tomorrow.

Yoani Sánchez sabe que ese mismo cartel del Metro de Washington no podría ponerse en las guaguas cubanas. Actúa y proyecta porque ha interiorizado que "no solo de pan vive el hombre", que autonomía económica no garantiza autonomía política… Pero quizás la valiente y profesional bloguera deba recordarle a #CubaNow que la frasecita de pronto confunde —como decía mi abuela—  leche con magnesia.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Martes, 06 de Mayo de 2014 08:50
 
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