Las 78 personalidades cubanas que homenajearon al Parlamento Europeo por sus acciones contra la dict

Numerosas personalidades de Cuba homenajearon al Parlamento Europeo por sus acciones contra ...

Mientras impulsan la reforma agraria en Brasil, crecen los conflictos por la tierra y los más afecta

El martes, el lobby del agronegocio en la Cámara de Diputados aprobó ...

Venezuela: el penúltimo via crucis, Por Beatrice E Rangel

Los inicios del Siglo XXI venezolano serán recogidos por la historia como ...

El director de la agencia atómica de la ONU advirtió que Irán está a “semanas, no meses” de poder ar

En recientes declaraciones a Deutsche Welle, Rafael Mariano Grossi, director de la ...

Censura no Brasil pode resultar no impeachment de Alexandre de Moraes?

No programa de hoje, Deltan Dallagnol e os advogados Fabiana Barroso e ...

Artigos: Cuba
Médicos cubanos en Brasil: ¡El camino Cimarrón!, Por Jorge Hernández Fonseca PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 08 de Febrero de 2014 20:31

Por Jorge Hernández Fonseca.-

La Dra. Matos acaba de desmontar ante la opinión pública brasileña la mentira del gobierno brasileño en contubernio con la dictadura cubana, para el tratamiento esclavista que la dictadura castrista acostumbra a dar a sus profesionales, aceptado de manera inhumana por un gobierno de izquierda, que siempre se ha dicho defensor de los derechos de los trabajadores (incluso se hace llamar “Partido de los Trabajadores”, PT, ¿!) aceptando oficialmente un trabajo configuradamente esclavo, según la leyes del propio Brasil. ¡Una verdadera vergüenza!

 

Médicos cubanos en Brasil: ¡El camino Cimarrón!

Jorge Hernández Fonseca

08 Febrero de 2014

Finalmente en Brasil ocurrió lo esperado. Una médica cubana, Ramona Matos Rodríguez, huyó de su confinamiento esclavista en lo más apartado de la selva amazónica brasileña, para finalmente ganar su libertad. La doctora no adujo consideraciones abstractas de democracia o gobierno inadecuado, ella habló de haber sido engañada por la dictadura castrista, que le hizo suscribir un contrato (no fue bajo presión, fue voluntario, pero engañada) donde se lee que le pagarían 1000 dólares mensuales, distribuidos de la siguiente manera: recibiría 400 dólares mensuales en Brasil (comparado con los 30 dólares mensuales que recibía en Cuba, era un progreso) y los 600 dólares adicionales no los vería, sino al regresar a Cuba tres años después, porque serían depositados en un banco cubano para rescatarlos a su regreso --probablemente en espacies-- por ejemplo, comprando un carro a los precios draconianos que ya sabemos.

La médica cubana vino muy dispuesta al Brasil para enfrentar tres años de contrato; pero al llegar, y con la libertad limitada que le restringe la “brigada médica cubana” --organizada como si fuera un ejército-- supo de hay otros médicos extranjeros en el Gigante Sudamericano contratados como ella, dentro del mismo plan llamado “Mais Médicos” y que todos ellos recibían nada menos que 10.000 Reales por mes (algo en torno de 4.100 dólares por mes, al cambio actual) que en Brasil es un buen salario. Ella se sintió disminuida antes sus colegas extranjeros.

La Dra. Matos expresó ante la prensa brasileña que “había sido engañada por la Habana” que nunca le habló de los 10 mil Reales por mes que en realidad Brasil le paga a cada médico del plan en que ella trabajaría y mucho menos le dijeron que este plan le daría a la dictadura cubana la diferencia que ella no recibiría, es decir, 3 mil ochocientos dólares por mes producto de su esforzado trabajo. Ella adujo además que el resto de los médicos extranjeros del plan han traído con ellos lógicamente a sus familiares y que Cuba hasta ahora no lo había permitido.

La Dra. Ramona Matos, temerosa por la anterior promesa del gobierno del Partido de los Trabajadores de Brasil, PT --en el poder actualmente-- que ya había expresado diversas veces que “Brasil no le daría asilo a ningún médico cubano” lo primero que hizo al escapar de su confinamiento fue ir a la embajada norteamericana a tratar de obtener en EUA lo que Brasil supuestamente le negaría, pero en la embajada de EUA supo que el trámite de ella demoraría varios meses, durante los cuales debería “esconderse” hasta obtener el resultado de su pedido, que incluso podía ser negado. En vista a lo anterior, la médica cubana fue aconsejada a contactar con el diputado federal Ronaldo Cayado, líder del Partido Demócrata brasileño en el Congreso y allí recibió inmediata acogida y respaldo legal para su refugio oficial en Brasil.

El diputado Cayado llevó a la Dra. Matos ante el Parlamento, donde contó su historia, la que fue ripostada por parlamentares del PT al servicio de la Habana, que en lugar de contestar los argumentos de la médica cubana y sus razones para abandonar el fraude del cual era cómplice, la atacaron personalmente, usando el conocido método fascista (creado por Goebbels) de atacar la persona, desprestigiándola, en lugar de ripostar sus argumentos. Esa cobarde actitud provocó que el diputado Caiado entrara con pedido de entrevista con la ministra de Derechos Humanos en Brasil y con la ministra de Asuntos de la Mujer, ambas militantes del PT, que no se pronunciaron ante las bajezas y ataques personales que la médica sufrió públicamente.

El ministro de salud por su parte, probablemente usando el guión de la embajada cubana en Brasilia, atacó la médica lamentando “el abandono que la doctora había hecho de sus pacientes” con el mismo tono autoritario que los antiguos negreros acusaban a los esclavos que huían de las plantaciones cañeras hacia su libertad “internándose en el monte”, llorando por “el volumen de caña que no había sido cortada debido a la huida del esclavo”. ¡Una canallada!

En vista de la “guerra” personal que el PT entabló contra la médica cubana una vez libre, probablemente a instancias de la embajada cubana en Brasilia, la Dra. Matos ripostó con una demanda judicial doble: primero una demanda laboral para recuperar el dinero que ella había ganado y que Brasil había desviado a Cuba ilegalmente; y segundo, para que el Tribunal General del Trabajo diera el mismo derecho a todos los médicos cubanos presentes en Brasil al momento de ejecutarse la acción. Como en Brasil hay independencia de poderes y el contrato que la médica cubana mostró públicamente es ilegal (el gobierno había dicho que los médicos ganarían una “beca” en dinero) porque iban a hacer “investigaciones y estudios de posgrado”, cosa totalmente falsa, como lo demostró la existencia del contrato mostrado por la Dra. Matos.

Así las cosas, la Dra. Matos acaba de desmontar ante la opinión pública brasileña la mentira del gobierno brasileño en contubernio con la dictadura cubana, para el tratamiento esclavista que la dictadura castrista acostumbra a dar a sus profesionales, aceptado de manera inhumana por un gobierno de izquierda, que siempre se ha dicho defensor de los derechos de los trabajadores (incluso se hace llamar “Partido de los Trabajadores”, PT, ¿!) aceptando oficialmente un trabajo configuradamente esclavo, según la leyes del propio Brasil. ¡Una verdadera vergüenza!

Ahora está en manos del poder judicial brasileño el destino, no sólo de la estafa cometida contra la Dra. Matos, como el futuro mismo de un plan netamente electorero, con visos de suministrar atención médica primaria en rincones apartados de la geografía brasileña, lo que en realidad quiere es situar “cabos electorales” entre la población más carente, y al mismo tiempo, explotar los médicos cubanos pagándoles una miseria en Brasil, para que Cuba pudiera hacer “caja” con el dinero no pago a los médicos y financiar así el dinero brasileño del Puerto de Mariel. Con esta canallada, Cuba tendría fondos para pagarle a las grandes empresas brasileñas el trabajo previamente financiado por el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

Por suerte para los cubanos amantes de la democracia y que ven con muy malos ojos la explotación esclavista que los hermanos Castro hacen con profesionales cubanos honestos, como demostró la Dra. Ramona Matos, seguiremos denunciando las canalladas mutuas de ambos gobierno cómplices en la explotación, y estaremos pendientes para los futuros casos de otros médicos que seguirán el camino cimarrón trazado por esta valiente médica cubana.

Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Sábado, 15 de Febrero de 2014 10:41
 
La tropa fantasma PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 22 de Febrero de 2014 12:04

Por Raúl Rivero.-

EL VIOLENTO conflicto venezolano de los últimos días ha convertido las calles de Caracas en el escenario de un drama sin fecha para el telón final. Allí se enfrenta el Gobierno, la policía, los militares y los fanáticos chavistas a la oposición democrática. Y trabaja, en medio de la invisibilidad que facilita el tumulto, una fuerza extranjera experimentada y numerosa de especialistas en métodos represivos: los cubanos.

Comenzaron a llegar hace más de 14 años, en los minutos que siguieron al triunfo de Hugo Chávez y, aunque la presencia que se hizo publica y se utilizó como propaganda fue la de miles de solidarios maestros y médicos, el núcleo importante de los viajeros es el de los asesores de la policía política, los cuerpos militares y de las dependencias que atienden los controles de la ciudadanía.

Los investigadores y conocedores del tema detectan, además, la huella de los castristas en algunos de los ministerios claves de la economía de Venezuela, en territorios delicados por el manejo de gestiones y cifras que conciernen nada más que a los funcionarios de un país soberano.

En estos momentos, con los estudiantes en la calle y un rechazo creciente al régimen, que incluye a sectores de chavistas desencantados, los enviados del país que ha sido siempre el sueño del presidente Nicolás Maduro son sus mejores aliados a la hora de luchar por mantenerse en el poder.

Para la mayoría de los venezolanos informados y alerta, ese afán de los cubanos en defender a Maduro no se debe sólo a la fidelidad ideológica con el heredero de Hugo Chávez, el hombre que, mediante los acuerdos firmados con La Habana, gracias a su firma divina, convirtió a Cuba en un país exportador de petróleo venezolano.

Un editorial del diario caraqueño El Nacional afirmó esta semana que los convenios secretos de colaboración firmados por Chávez y Fidel Castro suponen «una erogación de más de 90.000 dólares por cada uno de los más de 50.000 invasores llegados, hasta el año 2012, desde la económicamente extenuada y militarmente bien apertrechada isla antillana».

De manera extraoficial se acepta hoy que los asesores, ayudantes, guías y cooperantes cubanos en Venezuela llegan a los 100.000. Una cosa es el amor y otra la dependencia.

Maduro no es indiferente. Ya botó a tres diplomáticos norteamericanos.


Tomado de EL MUNDO; MADRID; ESPAÑA

Última actualización el Sábado, 22 de Febrero de 2014 15:16
 
Cuba: El artículo que no conseguí escribir PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 15 de Febrero de 2014 16:23

 

Por Jorge Hernández Fonseca.-

Dos aspectos me gustaría resaltar como impulso de mis sentimientos: primero, hay algo de muy equivocado que la oposición política cubana de dentro y fuera del país está haciendo (o dejando de hacer) para que las ópticas de los cubanos estén tan distantes de la del resto del mundo. Segundo, los enormes sacrificios que hicieron los héroes cubanos en las décadas anteriores, debe continuar, si de alguna manera queremos tener el derecho a ser libres.

 

Cuba: El artículo que no conseguí escribir

Jorge Hernández Fonseca

15 de Febrero de 2014

Hoy, antes de sentarme a escribir un artículo de opinión sobre el rico accionar político exterior en torno al denominado “problema cubano” --enmarcado por la rendición de las banderas de la UE ante la dictadura de los hermanos Castro; las declaraciones de exitosos empresarios cubanos del exilio de Miami favoreciendo un acercamiento humano con la isla; de llamados a levantar el embargo de EUA a Cuba por parte de un ex gobernador de la Florida; de la publicación de una encuesta dentro de la sociedad norteamericana que resaltó la existencia de una mayoría de norteamericanos partidarios de “acercarse a Cuba”; entre otras noticias propias del bombardeo mediático de ablandamiento, necesario antes de una decisión oficial de EUA-- decidí dar una revisada a las noticias de hoy, para publicar en mi Blog diario Cuba Libre Digital.

Me había propuesto argumentar sobre el peligro que implica dar crédito a una dictadura cuyo método más conocido (por haber sido usado siempre) es el engaño, la mentira y la falsificación de hechos y realidades –el ajedrez nos enseña la futilidad de sacrificios propios, sin haber antes premeditado las jugadas propias y la del adversario-- pero la lectura del noticiario internacional y de los acontecimientos actuales que se suceden Venezuela, me derrotó totalmente.

Todos los cubanos sabemos que el gobierno venezolano actual no es más que un títere comandado desde la Habana y que por tanto, la lucha actual de sus estudiantes, políticos y ciudadanos dignos dentro de la sociedad venezolana, continuarán siendo reprimidas sin cuartel, incluso por personal militar cubano desplegado en el país hermano --como nos muestran voluminosamente las agencias de prensa internacionales, los videos y las fotos de la bárbara represión contra mujeres niños y jóvenes pacíficos-- me llevaron al siguiente razonamiento: si la represión en Venezuela ha llegado a extremos intolerables orientado por los hermanos Castro, ¿qué no serían capaces de hacer en su propio país cuando les facilitemos el camino invirtiendo dinero y esfuerzo por parte de los muchos cubanos exitosos en el terreno de los negocios?

Lo anterior por un lado, por otro lado, ¿por qué los cubanos de dentro y fuera de la isla creemos que la dictadura castrista va a “negociar” la entrega de las riendas del gobierno (que tomaron “por la fuerza” y “por la fuerza tienen que quitárnoslo”, dicen ellos) si hasta dentro de Venezuela son capaces de luchar a brazo partido contra la juventud democrática que hoy se manifiesta?

Todo este trauma de la represión cubano-chavista en Venezuela --que incluso se recrudece mientras escribo-- me llevó a otros pensamientos relacionados al enfoque tan diferente que hacemos los cubanos de nuestro drama, muy distinto al que hacen los gobiernos y los pueblos de toda Latinoamérica, de toda Europa y de una buena parte del pueblo y el gobierno de EUA. ¿Cómo es posible que en Venezuela una mayoría aplastante de los estudiantes sean capaces de inmolarse para protestar --sin armas-- contra el chavismo y en Cuba se haya celebrado una reunión internacional con la presencia de prácticamente todos los presidentes de Latinoamérica y no haya habido ni siquiera un grito individual, como sucedió cuando la visita del Papa en 2012?

Es verdad que los cubanos hemos entregado una cuota de sacrificios en la lucha por la democracia para la isla, probablemente como ningún otro pueblo de Latinoamérica hasta hoy. La dictadura cubana ha fusilado casi 10 mil cubanos por causas políticas; cientos de miles de lo mejor de nuestra juventud cumplió largas penas de más de 20 años en las ergástulas de la dictadura; pero eso no ha bastado para que el castrismo entregue sus banderas, como lo está demostrando hoy en Caracas, a expensas de la sangre noble del “bravo pueblo venezolano”.

En estas crudas realidades hay dos enfoques: el enfoque patriótico cubano, apegado a su país a su tierra y a su bandera, que quisiera una abertura democrática por parte de la dictadura que insiste sin remordimientos en encabezar una transición a lo ruso: familiar, castrista y castrense. Y el enfoque exterior de los no cubanos, sean gobiernos o pueblos, argumentando por un lado que, si EUA tiene relaciones con gobiernos comunistas, como China y Viet Nam (contra el cual incluso ya EUA libró una guerra recientemente) ¿por qué no establecer un estatus de convivencia con la dictadura cubana? Adicionalmente –esto en Latinoamérica-- en estos días, los que vivimos en esta región del mundo hemos tenido que escuchar la frase siguiente, que todavía retumba en mis oídos: ¿por qué los cubanos no hacen lo mismo que los venezolanos?

No voy a entrar en el mérito del análisis de ninguno de los razonamientos anteriores, porque todos tienen respuestas que hubiera querido analizar hoy en este artículo, pero que la sangre venezolana que corre en estos precisos momentos que escribo no me permite analizar.

Dos aspectos me gustaría resaltar como impulso de mis sentimientos: primero, hay algo de muy equivocado que la oposición política cubana de dentro y fuera del país está haciendo (o dejando de hacer) para que las ópticas de los cubanos estén tan distantes de la del resto del mundo. Segundo, los enormes sacrificios que hicieron los héroes cubanos en las décadas anteriores, debe continuar, si de alguna manera queremos tener el derecho a ser libres.

Si alguna lección los cubanos debemos extraer de los hechos narrados es que tanto Cuba como Venezuela están solas. Solamente ex presidentes, ex miembros, ex secretarios y ex “cualquier cosa”, han sido los únicos en “quebrar su espada” contra el chavismo por la represión actual. Son los mismos que no hablaban nada contra Chávez, ni contra Fidel Castro cuando eran titulares. Vean por ejemplo toda la fauna latinoamericana que fue a Cuba a respaldar a Raúl Castro, o hace silencio cómplice con la sangre derramada, o simplemente apoya a Maduro en su afán represivo (los países del ALBA). Una lección que los cubanos no debemos olvidar.

Tradicionalmente ha sido un “tabú” desde el exterior criticar el procedimiento de la oposición política cubana de dentro de la isla, pero esta vez, la sangre de los venezolanos nos traumatiza. El exilio cubano no soporta más tener que valorar como un mérito grande que un opositor fornido se deje abofetear por un represor, sin ripostar a la altura. Los que dentro de Cuba no tuvieron el coraje de hacerlo dieron un paso al lado, viniendo al exilio. De manera que, quien se decida a luchar dentro de la isla por una Cuba libre, o viene al exilio como muchos de nosotros (sin patria pero sin amo), o reedita el heroísmo de otro grupo de exiliados, que están acá después de muchos años de prisión dentro de la isla por haber sabido “devolver el golpe”.

Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Sábado, 22 de Febrero de 2014 15:14
 
Maduro y los cubanos PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 22 de Febrero de 2014 11:25

Por Carlos Alberto Montaner.-

¿Qué hará Nicolás Maduro? Heinz Dieterich, el marxista alemán que parió la loca utopía del "Socialismo del siglo XXI", suscrita por Hugo Chávez en algunos de sus delirios orales más agudos, le recomendó que creara un gobierno de salvación nacional que incluyera a Henrique Capriles. Lo dijo por CNN desde su refugio académico mexicano.

Tonterías. Maduro hará lo que le recomienda La Habana. Lo escribió con toda claridad la periodista Cecilia Valenzuela en El Comercio de Lima. Es un hombre de Cuba. No tiene otro apoyo que "los cubanos". No es militar. No es político. No es intelectual. Habla con los pajaritos. Ve a Chávez en las paredes. Se le traba la lengua y multiplica los penes y los disparates. Es un desastre. Una mala imitación de Hugo Chávez. Pero tiene a los cubanos de su parte.

¿Qué le recomendará La Habana a su pupilo? Obviamente, lo que le ha permitido a la dictadura cubana sobrevivir durante 55 años: mano dura. Matar, golpear, encarcelar, intimidar. Someter a la sociedad mediante el terror hasta que se convierta en un coro afinado de súbditos que aplauden sus propias desventuras. Como sucede en Cuba o en Corea del Norte.

Mientras más crueldad y fiereza, mejor para ellos. Los venezolanos saben que pueden reprimir impunemente. Se protegen bajo un manto retórico totalmente impermeable. Los enemigos son fascistas y nazis que quieren entregarle el país al imperialismo. Leopoldo y María Corina son asesinos. Es la burguesía pagada y entrenada por Estados Unidos. Quieren quitarles a los pobres el poco pan que se llevan a la boca.

Ellos defienden la democracia frente a los embates de las mafias. Lo dice el chavismo y lo repite sin pudor la izquierda procomunista en todas las latitudes. La revolución es así. Un chorro turbio de palabras pronunciadas para ocultar la sangre derramada.

Los demócratas, salvo unos pocos, en cambio, callan. También han sido intimidados. Contra tanta ignominia protestan los sospechosos habituales: Oscar Arias, Luis Alberto Lacalle, Mario Vargas Llosa. Los de siempre. Unas pocas docenas. Los que no temen ser acusados de ser agentes de la CIA. Insulza, como los tres monos de la fábula, se tapa la boca, los ojos y los oídos. La OEA es una vergüenza pública.

No me creo, sin embargo, la historia de los batallones de policías cubanos, las tropas de "avispas negras" trasladados a Venezuela para matar demócratas. ¿Para qué? Si algo sobra en Venezuela son asesinos locales. Los cubanos están en Venezuela para asesorar, para dirigir el control social, para espiar masivamente, no para el trabajo sucio y menudo de la calle. Ese lo hacen en la Isla.

Están allí para sostener un poder dócil que continúe alimentándolos. El negocio de ellos es mantener viva la vaca lechera de la que extraen todos los años 13.000 millones de dólares en subsidios. Raúl Castro ya no cree en el colectivismo, pero sí cree en mantenerse en el poder a cualquier precio. Luchará hasta el último venezolano.

A mi juicio, esa noticia, la de los "avispas", forma parte de las operaciones sicológicas encaminadas a aterrorizar a los venezolanos. Durante la Guerra de las Malvinas los ingleses lo hicieron astutamente. Difundieron el rumor de que en la expedición iban los ghurkas nepaleses, unos crueles guerreros que desorejaban y sodomizaban a los prisioneros antes de degollarlos. García Márquez hasta llegó a escribir una nota sobre la crueldad infinita de estos diablos orientales contra los pobres argentinos. Tras el fin de la guerra se supo que nunca desembarcaron ghurkas en el remoto archipiélago. La mentira era un arma psicológica.

¿Por qué el poder venezolano —Maduro, Cabello, los militares— está en las manos de "los cubanos"? Porque ellos, fragmentados en pequeñas tribus, también tienen miedo, y Cuba es la única autoridad externa que sujeta los pedazos. Es el extraño poder de los albaceas en medio de las familias rotas por las desavenencias.

Los chavistas venezolanos les temen a los informes de inteligencia, a las escuchas telefónicas, a los tentáculos de la policía política cubana. A la DEA, porque algunos de los militares y políticos están metidos hasta las cejas en el narcotráfico. Antes, se reunían para conspirar. Ahora no lo hacen por miedo a una delación.

Menos mal que también hay cubanos nobles. Me conmovió que Leopoldo López diera su discurso final a los pies de la estatua de José Martí. Ese era de los buenos. Los avispas le hubieran disparado a la cabeza.

Tomado del DIARIO DE CUBA

 
Boxeadores y médicos quieren escapar PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 18 de Febrero de 2014 11:16

Por René Gómez Manzano.-

LA HABANA, Cuba.-En el plan “Más Médicos”, que realiza el gobierno de Dilma Roussef para llevar los servicios de salud a zonas apartadas del Brasil, saltan a la vista las diferencias derivadas del origen de los doctores. Los que proceden de países libres, determinan de manera soberana si aceptan o no las condiciones. Lo que devengan es para sus bolsillos. Si alguno “se raja” —como reza el certero símil popular—, se trata de un simple incumplimiento de contrato.

Dilma Rousseff y Raúl Castro, foto tomada de internet1

No sucede así con Cuba. Como todo en nuestro país, esa participación es planificada, y se la concibe como una operación militar. Los galenos son escogidos de manera centralizada por las autoridades, y la policía política determina cuáles están aptos para ir a la misión, y cuáles no. Quien cobra sus emolumentos es el régimen castrista, que paga luego lo que bien le parece. Si algún médico opta por poner fin a su participación, el suceso es calificado de “deserción”, como si se tratase de un soldado.

En los últimos días, la prensa ha dado esa calificación de “desertora” a la cubana Ramona Matos Rodríguez, quien optó por cesar su participación en el programa. La profesional aclaró que tomó la decisión al llegar a Brasil y advertir que el dinero contante y sonante que ella recibía cada mes era menos de la décima parte de lo que cobraban sus colegas de otros países. Un despojo inicuo. Tras dar ese paso, la ex misionera, que temía por su libertad, se acogió a la protección de congresistas de un partido opositor. Sabia decisión.

Ya los funcionarios gubernamentales y congresistas del Partido Trabalhista de la presidenta Roussef habían comenzado a echar lodo sobre Matos Rodríguez. Leí en la prensa que diputados gobiernistas habían soslayado las denuncias formuladas por ella, para hacerla objeto de descalificaciones personales. Un dirigente del Ministerio de Salud la acusó de ocasionar un “grave daño” a los pacientes que abandonó.

Todo indica —pues— que se preparaban las condiciones para poder realizar contra ella una canallada similar a la que en su momento perpetró el gobierno encabezado por el correligionario y predecesor de la Roussef, Luiz Inácio “Lula” da Silva, contra los grandes boxeadores cubanos Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara.

En aquella ocasión, los formidables atletas, que no habían ocasionado “grave daño” a nadie, optaron por no retornar a Cuba para probar su talento en el profesionalismo. Fueron capturados y devueltos a la Isla manu militari, como si se tratase de unos delincuentes. Tras su forzado retorno, se anunció que nunca más podrían subir a un ring. Por suerte, pudieron escapar, y hoy llenan de gloria a su Patria haciendo lo que mejor saben.

¿Alguien se atrevería a afirmar que si el caso de la doctora Matos no hubiese trascendido, no habría corrido una suerte similar a la de ambos púgiles? Ella y los restantes cubanos del Programa “Más Médicos” son los mayores perdedores en un gigantesco negocio que tiene dos grandes beneficiarios: el régimen castrista, que toma la parte del león de lo que pagan por su trabajo, y el gobierno brasileño, que logra llevar los servicios de salud a puntos apartados de su territorio, con lo que obtiene también grandes réditos políticos de cara a las próximas elecciones.

Igual que un proxeneta se siente indignado y considera que quieren despojarlo de un derecho sagrado cuando alguna de sus pupilas intenta abandonar su antiguo oficio, así los dos grandes aparatos estatales latinoamericanos que medran con el talento y el esfuerzo de los galenos cubanos, no ocultan su irritación cuando unos pocos de éstos (los dispuestos a quemar sus naves) pretenden huir del vasallaje al que están sometidos.

Por suerte, Brasil es un estado de derecho, donde los distintos poderes gozan de autonomía. La fiscalía laboral señala ilegalidades en el leonino contrato que firman los médicos de la Isla, el cual incluso prohíbe establecer relaciones sentimentales con personas de otras nacionalidades, y no contempla vacaciones o pago de aguinaldo. Por su parte, la Asociación Médica cuestiona las condiciones en que fueron admitidos extranjeros que no han revalidado sus títulos, y denuncia la existencia de “vínculos laborales análogos a la esclavitud”.

En el ínterin, y como relató otra doctora a una colega periodista, en el personal de salud cubano cunden la irritación y las protestas expresadas en voz baja: “Es un proceso de indignación, pero sin indignados”, sentenció.

Tomado de CUBANET

Última actualización el Sábado, 22 de Febrero de 2014 12:07
 
«InicioPrev281282283284285286287288289290PróximoFin»

Página 286 de 480