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Artigos: Cuba
Picaresca y arrebol PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 14 de Enero de 2014 10:15

Por Raúl Rivero.-

LA CORRIENTE de acercamiento y zalamería de la Unión Europea con el régimen de Cuba pasó de los susurros, conversaciones, insinuaciones y citas discretas en Bruselas y otros puntos del continente, a una etapa superior. Frans Timmermans, el canciller holandés, acompañado por una delegación de empresarios de su país, fue a La Habana esta semana a proclamar ese cambio mediante la firma de un acuerdo para abrir un diálogo con el gobierno castrista.

Como los caminos de los políticos son también diversos y misteriosos, el ministro hizo el viaje para presidir la inauguración de una clínica para futbolistas gestionada allá por deportistas holandeses. Halló tiempo en su agenda de 48 horas para entrevistarse con su colega cubano, Bruno Rodríguez, y anunciar que es hora de que Europa revise su politica «para ver si podemos negociar una nueva posición respecto a la isla».

En 1996, la Unión Europea asumió una Posición Común que condiciona el progreso de las relaciones con La Habana a los avances democráticos y el respeto a los derechos humanos.

El movimiento para romper esa línea tiene defensores fervientes en muchas cancillerías europeas. El problema es que la visita de Timmermans y su entusiasmo por adoptar una nueva postura con el grupo de poder en Cuba se produce en el mismo momento en el que se anunció que, a lo largo de 2013, se produjeron 6424 detenciones arbitrarias por motivos políticos y que el nivel de violencia contra la oposición pacífica estuvo entre los más elevados de las últimas décadas.

El viajero europeo, que mostró durante su estancia una disposición invencible al diálogo, no recibió a ningún representante de los opositores perseguidos y agobiados por sus anfitriones. Berta Soler, representante de las Damas de Blanco, uno de los grupos que sufre mayor violencia y represión, solicitó una entrevista con el visitante en la sede de la embajada holandesa. El hecho de negarse a recibir y hablar con la oposición es una práctica ya establecida entre los políticos europeos que van a buscar espacios y oportunidades para los inversores y negociantes de sus países y se afanan en percibir transformaciones donde hay picaresca oficial, miseria y arrebol. Esa categoría de demócrata altera el poder de aquella expresión popular: no hay peor ciego que el no quiere ver. Porque sí, hay uno peor, el que no quiere ver y no le conviene oír.

Tomado de CUBANET

 
Raúl Castro en el 2014 PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 04 de Enero de 2014 09:42


Por Carlos Alberto Montaner.-

Raúl Castro ha iniciado el 2014 con otro discurso lamentable. ¿Por qué el general repite una sarta de tonterías ideológicas en las que ya nadie cree, ni siquiera él mismo? No es fácil saberlo. Raúl, aparentemente, permanece sujeto a la autoridad intelectual y moral de su hermano, pero, a estas alturas, él, la nomenclatura, y casi todo el país, dan por sentado que el Comandante es el principal causante de la catástrofe económica que padecen los cubanos.

¿Cómo lo sabemos? Basta ver y escuchar pacientemente la charla que Juan Triana Cordoví, profesor de economía de la Universidad de la Habana, le da a la plana mayor de la policía política con el objeto de defender y explicar las reformas de Raúl Castro. Se trata de una persona del régimen aleccionando a sus compañeros con total autoridad.

Pese a su discurso, Raúl está convencido de que el marxismo y su secuela colectivista han fracasado. Acepta que el igualitarismo es contraproducente, y admite, además, que el régimen se dedicó durante décadas a imponer prohibiciones absurdas que han convertido la vida de los cubanos en un infierno.

Naturalmente, nada de esto quiere decir que va a aceptar reformas políticas. El marxismo podrá ser un disparate, pero el estalinismo le es muy útil para gobernar.

Intentará, eso sí, corregir los desastres económicos producidos por su hermano porque cree que de ello depende la supervivencia del régimen. ¿Cómo? Primero, ha eliminado algunas prohibiciones innecesarias.  La dictadura puede admitir la tenencia de teléfonos móviles, la compraventa de casas y autos, la salida y regreso de los disidentes o a la contratación privada en el exterior de algunos atletas. Nada de eso pone en peligro al Gobierno y alegra a las masas.

También se propone crear un tenue espacio económico lateral —el cuentapropismo, esa ridícula palabreja— para que la sociedad civil desarrolle pequeñas empresas privadas, casi todas de servicio, que le den trabajo a más de millón y medio de personas que abandonarían paulatinamente las abultadas nóminas del Estado, producirían algunos alimentos y aliviarían la miserable vida de los cubanos.

Pero eso no es lo importante. La esencia de la reforma es otra: el Estado, dirigido por militares, se reservará el control y disfrute de unas 2.500 empresas medianas y grandes que forman el corazón del aparato productivo del país. Esa es la parte del león.

Es en este espacio económico, dicen los raulistas pomposamente, donde se juega el destino de la revolución. Raúl ha invertido el principio de subsidiaridad: la sociedad civil se ocupará de todo aquello que el Estado no pueda abarcar.

Un perfecto disparate. ¿Cómo van a lograr hacer eficientes las empresas estatales al punto de que generen beneficios permanentemente? La fantasía más recurrente de Raúl, un militar convencido de la utilidad de los refuerzos negativos, consiste en suponer que, mediante controles, auditorías, castigos y amenazas, todo ello supervisado por su hijo Alejandro, duro coronel de los servicios de inteligencia, conseguirá el milagro.

Tonterías. ¿Cuánto tardarán Raúl Castro y los raulistas en comprender que el Estado es un pésimo gestor de todas las empresas, las pequeñas y las grandes? ¿Cuándo entenderán que los objetivos y modus operandi de las empresas realmente eficientes son totalmente diferentes a los de los estados?

¿Por qué cree Raúl que todas las empresas públicas, en todas las latitudes, suelen acabar siendo focos de corrupción, con plantillas sobredimensionadas, atrasadas tecnológicamente e improductivas? ¿Cuándo admitirán que el sistema comunista no es reformable, como confirmó Gorbachov en los años noventa? ¿O todo lo que desean es morirse mandando y los que vengan detrás que desmonten el error y el horror? ¿Es terquedad, cobardía, convicción, irresponsabilidad o todo eso junto?

Elija usted, perplejo lector.

Tomado del DIARIO DE CUBA

Última actualización el Martes, 14 de Enero de 2014 10:58
 
Cuba: Preguntas de Fin de Año (¿o de Fin de Régimen?) PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 31 de Diciembre de 2013 10:17

Por Jorge Hernández Fonseca.-

Otro Fin de Año para la Cuba que sufre y los recuerdos se agolpan junto a preguntas sobre un absurdo que explique el significado del 25% de la población de una isla tropical, acogedora y alegre, viviendo como parias en tierras ajenas por la voluntad de un dueño de mentiras:


 

Cuba: Preguntas de Fin de Año (¿o de Fin de Régimen?)

Jorge Hernández Fonseca

31 de Diciembre de 2013

Otro Fin de Año para la Cuba que sufre y los recuerdos se agolpan junto a preguntas sobre un absurdo que explique el significado del 25% de la población de una isla tropical, acogedora y alegre, viviendo como parias en tierras ajenas por la voluntad de un dueño de mentiras:

¿Por qué un puñado de comunistas cubanos armados y agresivos insisten en que sólo ellos tienen derechos políticos?

¿Por qué algunos de esos mismos comunistas asumen la práctica de ejecutar golpizas contra mujeres indefensas en plena luz del día por razones exclusivamente políticas?

¿Por qué el culto a la personalidad psicópata de un guerrillero “heroico” que quiso imponer el socialismo a sangre y fuego en tierras extranjeras y que en Cuba dejó un rastro de fusilados sin precedentes en la historia de la República?

¿Por qué se fusilaron 10 mil cubanos por causas netamente políticas?

¿Por qué se deja morir de hambre a patriotas que no se doblegan ante las arbitrariedades?

¿Por qué la Iglesia de Cristo no levanta su voz acusadora en defensa de las libertades?

¿Por qué subsiste dentro y fuera de la isla algún apoyo a un grupito partidario autoritario y pandilleril que viola por estatuto propio los Derechos Humanos de todo su pueblo?

¿Por qué se mantiene en la isla la crítica a la Cuba Republicana si la dictadura castrista actual ha resultado ser más sangrienta, totalitaria y longeva que las anteriores?

¿Por qué para “construir una sociedad socialista” fue necesario erradicar la cultura cubana?

¿Por qué se prohibieron la Navidades y ahora no existen autocríticas a semejante barbaridad?

¿Por qué se persiguieron y encarcelaron los homosexuales y ahora se pasa “como si nada”?

¿Por qué se pretende asumir que hay razones morales para el ejecutado proceso de destrucción del país, si la revolución lo que ha traído es pobreza, involución y desidia?

¿Por qué el odio contra los Estados Unidos ha de justificar el sacrificio de todos los cubanos?

¿Por qué del miedo a la proverbial capacidad emprendedora de los naturales de la isla, de manera que se apela al capital foráneo como tabla de salvación?

¿Por qué se entregan al ejército los medios de producción confiscados a cubanos exitosos?

¿Por qué se vendió al capital español los hoteles norteamericanos de la isla?

¿Por qué Cuba dependió económicamente siempre de la antigua Unión Soviética y ahora tiene que depender de Venezuela como si fuera un parásito?

¿Por qué se encarga al Brasil hoy por hoy la capacidad de negociar con EUA respecto a los intereses comerciales cubanos y se le entrega una parte importante del territorio nacional?

¿Por qué se paga a los médicos cubanos en el exterior una fracción insignificante del salario que honestamente devengan y el resto se deposita en las cuentas de los hermanos Castro?

¿Por qué se cercena la iniciativa económica de cada ciudadano cubano y se concentra en el estado incompetente la creación de bienes y servicios que nunca llegan?

¿Por qué se ha obligado al pueblo a cambiar el sagrado derecho de la libertad por un plato de comida que nunca existió y que todavía no existe?

¿Por qué el endiosamiento de una familia en detrimento de todas las otras, el liderazgo de un partido incompetente y discriminador sobre el resto de la sociedad y de un hombre ambicioso y enfermo de ego, en perjuicio de todo un pueblo?

¿Por qué el llamado ”mundo libre”, que tiene las respuestas a todas estas preguntas, “mira para otro lado” en lugar de responderla?

A los cubanos que me leen, ¡que Dios nos bendiga a todos en este 2014!

Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Viernes, 10 de Enero de 2014 09:01
 
El comandante borrado del billete PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 09 de Enero de 2014 12:41

Por Jesús Quiñones Haces.-

 

Hubert Matos no aparece en el billete - foto del autor
La entrada a La Habana, Huber Matos a la derecha y Camilo Cienfuegos a la izquierda


Miércoles, Enero 8, 2014 | Por Roberto Jesús Quiñones Haces.  Guant
ánamo, Cuba, www.cubanet.org.

Por estos días, como todos los años, jóvenes militantes de la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas), la FEU (Federación Estudiantil Universitaria) y veteranos del Ejército Rebelde, reeditan el viaje que desde Santiago de Cuba hasta La Habana hiciera el entonces joven y esperanzador comandante en jefe Fidel Castro Ruz con otros guerrilleros. La entrada en la capital el 8 de enero de 1959 de la que fue nombrada Caravana de la Libertad, resultó un hecho histórico extraordinario que llenó de alegría al pueblo habanero, como antes había ocurrido con los cientos de miles de cubanos que en sus localidades recibieron a quienes habían prometido públicamente la restauración de la Constitución de 1940, las libertades civiles y políticas conculcadas por Batista y elecciones libres una vez derrocado el tirano.

También por estos días, la televisión retrasmite un video sobre  la entrada de Fidel a La Habana y, aunque las imágenes han sido editadas, el espectador informado sabe que el guerrillero que aparece fugazmente a la izquierda de Fidel es el comandante Huber Matos. Hoy, pocos jóvenes cubanos conocen quién fue Huber Matos, acaso tienen como único referente el epíteto de traidor que desde octubre de 1959  le endilgan los dirigentes cubanos. Por eso ignoran que en el reverso del billete de Un Peso(CUP, no convertible) donde  aparecen encima del blindado las imágenes de Camilo y Fidel, también debería estar la del comandante guerrillero  si se actuara con apego a la verdad histórica, esa misma que Fidel menciona en su concepto de Revolución.

Esos jóvenes también desconocen la importancia que Huber Matos tuvo para el fortalecimiento de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra y que las acciones de suministro de armas organizadas y ejecutadas por él incidieron decisivamente en la victoria guerrillera. Ignoran el papel que jugó la Columna No. 9 en la toma de Santiago de Cuba, minimizado siempre, y que este cubano nacido en 1918 fue el guerrillero que en menos tiempo alcanzó los grados de comandante del Ejército Rebelde. También desconocen que una vez logrado el triunfo revolucionario, Huber Matos fue quizás el único comandante que pidió a Fidel Castro que esclareciera el rumbo que iba tomando la revolución, pues ya se advertían  signos inequívocos de penetración comunista en el ejército y en todas las estructuras de poder del gobierno revolucionario, algo que fue desmentido vehementemente por Fidel Castro en el proceso judicial que a finales de 1959 inició en contra de Huber  y de un grupo de oficiales rebeldes, pocos días después de la misteriosa desaparición de Camilo Cienfuegos.

Esos jóvenes que hoy reeditan la travesía de aquella Caravana de la Libertad también desconocen lo difícil que ha resultado la vida para los antiguos miembros de la Columna No.9 que decidieron permanecer en Cuba, muchos de ellos discriminados por el sólo hecho de haber luchado por la restauración democrática de Cuba bajo las órdenes de  Huber Matos.

Algún día, cuando todas las fuentes sean consultadas y analizadas y el pueblo tenga  acceso  a ellas, la historia del período guerrillero y del lapso posterior a 1959 podrá escribirse con objetividad. Estoy seguro de que entonces el nombre del comandante Huber Matos no volverá a estar acompañado de un estigma injusto. No se puede acusar de traidor a quien expuso su vida en bien de la patria, mucho menos a quien fue consecuente  con los principios democráticos que dieron origen a la revolución cubana y que están plasmados en el Programa del Moncada y los Pactos de México y de la Sierra Maestra.

 

Tomado del Blog del CID, originario de CUBANET

Última actualización el Jueves, 09 de Enero de 2014 12:42
 
El miedo a quedar fuera PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 06 de Enero de 2014 09:42

Por YAXYS CIRES DIB.-

Cuando se plantean los temas económicos de la Cuba del futuro, no pocas veces sale a relucir el temor que algunos sienten a quedarse "fuera de juego" ante la hipotética entrada al mercado cubano de inversores extranjeros o de cubanos del exilio, con más capital, know how y experiencia.

Es cierto que las personas que no han tenido una experiencia de libertad económica o que, por ejemplo, han tenido un limitado acceso a las nuevas tecnologías, podrían encontrarse en franca desventaja ante otros potenciales competidores. Sin embargo, si existe una verdadera vocación empresarial y el país crea las condiciones favorables para la generación de riqueza, a muchos no les será difícil insertarse rápidamente en la nueva realidad económica. Esto último no es solamente una necesidad individual de cada emprendedor, sino también de la propia sociedad y por tanto una meta del Gobierno.

Pero estamos ante un reto que debe mantenerse alejado de cualquier tentación populista o de manipulación política, que busque desagravios o votos a base de limitar el derecho de terceros. Por ello debemos preguntarnos cómo responder a la necesidad de integrar a todos en el proceso económico, pero sin contravenir las exigencias propias de una economía libre, principal garantía de la prosperidad del conjunto de los ciudadanos.

Ante todo es muy importante comenzar a concebir, por lo menos mentalmente, una Cuba sin las reglas económicas del castrismo. Es decir, un país donde por mandato constitucional y por profunda convicción democrática y de decencia, se respete la libre iniciativa económica y la propiedad privada, la seguridad jurídica, la transparencia y la libre concurrencia en las licitaciones públicas. Donde la participación en la actividad económica y mercantil no sea por designio de un gobernante, sino por pleno derecho y solo con las limitaciones recogidas en leyes razonables.

Aquí un punto fundamental es que exista libertad de entrada al mercado. Que cada competidor, ya sea persona natural o jurídica, inversionista o comerciante, pueda entrar al mercado de manera libre y sin restricciones absurdas, entre otras razones porque ello genera una mayor necesidad de eficiencia en los competidores e influye en los precios finales que deberán pagar los consumidores.

En la antesala de esas reglas elementales hay dos principios o criterios jurídicos que deberán ser asumidos por el sistema jurídico económico: en primer lugar, el principio de ciudadanía. Es decir todos los cubanos somos iguales ante la ley y ante las oportunidades, con independencia del lugar donde hayamos vivido; concretamente no puede haber diferenciación legal entre quienes han permanecido y quienes por cualquier razón han vivido en el exilio.

El segundo principio es el de "trato nacional", criterio que en las últimas décadas se ha consolidado en el ámbito de las inversiones extranjeras y que aparece en la mayoría de los Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, el cual garantiza a los inversionistas extranjeros el mismo trato que el Estado ofrece a sus nacionales.

Sin embargo, lo anterior debe ir acompañado de una serie de medidas y políticas públicas para buscar la mayor equidad de partida y a la vez estimular la creación de un tejido empresarial productivo y competitivo. Estas iniciativas deberán favorecer dos cosas: por un lado, el acceso a la financiación, para que los cubanos puedan conseguir el capital necesario para emprender sus proyectos, y por otro, la lucha contra aquellas prácticas abusivas y que limitan la libre competencia, tales como los monopolios y oligopolios.

Garantizar estos equilibrios —ligados a la economía social de mercado— y vivir un real proceso de transición económica con cohesión social no será tarea fácil si no confiamos en la capacidad de los propios cubanos para emprender y perseverar. Durante años el castrismo ha infundido temor al futuro económico del país como parte de su estrategia para lograr que la gente, por desconfianza, limite sus expectativas de cambio. Un juego del cual salen ganando quienes en el régimen hoy gozan de privilegios y desean mantener el statu quo, algo que debemos superar.

Tomado del DIARIO DE CUBA

Última actualización el Lunes, 06 de Enero de 2014 09:57
 
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