Bajo número de asistentes al acto convocado por el régimen por el Primero de Mayo

Según cifras del régimen cubano, alrededor de 200.000 personas asistieron al acto convocado ...

México: ¿Quién ganó el segundo debate presidencial 2024? Esto revelaron las encuestas

Con la cuenta regresiva para las elecciones del 2 de junio, este ...

Sentenciaron con hasta 15 años de cárcel a 13 cubanos que protestaron contra el régimen en 2022

El Tribunal Municipal de Camagüey sentenció con penas de hasta 15 años ...

Antony Blinken instó a las monarquías árabes del Golfo a crear una defensa integrada ante la amenaza

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, instó el ...

Falta de tudo em Cuba, ate dinheiro: país vive escassez de notas em meio à pior crise econômica em d

Alejandro Fonseca ficou várias horas na fila do lado de fora de ...

Artigos: Cuba
Cuba: Algunos Apuntes sobre Marxismo, Castrismo y Gramscismo PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 13 de Noviembre de 2013 08:32

Por Jorge Hernández Fonseca.-

Sí bien la Cuba de los hermanos Castro de hoy ratifica --con su paso hacia el capitalismo en el Mariel ‘brasileño’-- el fracaso de las ideas económicas y sociales de Marx, eso no significa que el marxismo como filosofía de procedimientos --y en el ideario de nuestros políticos en Latinoamérica, en las normas de la ‘mala’ educación, en la óptica política y en el proceder social general de una izquierda revanchista-- esté igualmente acabado. Todo lo contrario, ¿por qué?

 

Cuba: Algunos Apuntes sobre Marxismo, Castrismo y Gramscismo

Jorge Hernández Fonseca

2 de Noviembre de 2013

Ahora que el socialismo castro-marxista cubano se declara derrotado --al inaugurar en el Puerto de Mariel un enclave capitalista para intentar sobrevivir al desastre económico, social y moral de la sociedad castrista cubana de 2013-- vienen a mi mente ideas necesarias de compartir.

Nicolás Maquiavelo, un asesor de las altas esferas de gobiernos feudales de algunas de las ciudades-estados italianas de inicios del Renacimiento, fue probablemente el primer escritor que dejó para la posteridad algunos principios de lo que hoy se conoce como las “ciencias políticas”. Su obra principal, “El Príncipe”, es una recopilación de recomendaciones efectivas (poco éticas) ante situaciones complejas que enfrenta todo gobernante, válidas hasta hoy.

Carlos Marx, que pasó a la posteridad con su obra cumbre “El Capital”, --de corte económica-- creó también --asociado a sus estudios económicos-- métodos y procedimientos sociales y políticos como forma de aplicar supuestas soluciones a los problemas que sus estudios económicos arrojaron, según su óptica. Para tales propuestas, Marx incursionó en la filosofía y la historia, de las cuales extrajo las bases para los métodos y procedimientos citados. Nacían así principios marxistas consagrados --como “el fin justifica los medios” muy usado hoy día-- asociados a la utilización de la violencia como método adecuado para alcanzar fines políticos.

El trabajo de Marx en el campo social y político puede resumirse como una sistematización, un método y un direccionamiento político-económico-histórico de las viejas ideas contenidas en “El Príncipe” citado antes, del cual probablemente extrajo sus principios básicos, concatenándolos.

Sí bien la Cuba de los hermanos Castro de hoy ratifica --con su paso hacia el capitalismo en el Mariel ‘brasileño’-- el fracaso de las ideas económicas y sociales de Marx, eso no significa que el marxismo como filosofía de procedimientos --y en el ideario de nuestros políticos en Latinoamérica, en las normas de la ‘mala’ educación, en la óptica política y en el proceder social general de una izquierda revanchista-- esté igualmente acabado. Todo lo contrario, ¿por qué?

Una pregunta difícil de responder, asociada a un modelo de pensamiento, cuyo núcleo central fracasó estrepitosamente --no sólo en Cuba, como también en las decenas de países que lo experimentaron y fracasaron antes-- resultando por eso en una respuesta compleja y múltiple.

Por un lado, el marxismo es un cuerpo de doctrinas muy bien concatenadas, que encuentra su principal --e insoluble-- problema cuando es aplicado en el mundo real. De manera que para aquellos de pensamiento netamente teórico --la mayoría de la intelectualidad se engloba en esta categoría-- a los que les resulta ajena esa realidad social fuera del “librito”, estos fracasos suelen ser atribuidos a ‘gestores inexpertos’, ‘conspiraciones de la derecha’, o a ‘incidentes fortuitos’ y no al desapego del conocimiento marxista sobre la naturaleza humana, razón principal de su fracaso en la realidad económica, política y en el funcionamiento de la sociedad.

Por otro lado, el marxismo establece una especie de catecismo de dogmas que funcionan como en una religión, de manera que obliga a atar aspectos tan disímiles como la “justicia social” y la ‘dictadura de un partido único’ (que reprima a ‘los capitalistas’ de manera ejemplar) siendo que en la realidad social no hay relación efectiva de una cosa con la otra. El marxismo distorsiona además los principios morales, para lo cual ataca las bases de la sociedad occidental, el cristianismo, a cuya doctrina es diametralmente opuesto, con vistas a destruir el cimiento de nuestra civilización, pensando que --sobre las ruinas de la misma (ruinas como las de la sociedad cubana actual)-- puede establecer su doctrina atea, relativista, oportunista y utilitaria.

El marxismo en Cuba fracasó en la economía y en la sociedad, que ya no cree más en la “revolución”. Además, el marxismo no es sólo aplicar sus postulados directos, también carga con sus consecuencias. Así, vive en la esencia de una dictadura de partido único, en el odio de las turbas que golpean mujeres indefensas, que arbitrariamente encarcelan y condenan sin pruebas personas inocentes, en el terrorismo de estado que aplican contra su propio pueblo y en la violencia social que se vive dentro de la isla, sin presente y sin futuro. Eso también es marxismo, como lo es la doble moral, la prostitución generalizada, los miles de fusilados, los cientos de miles de presos políticos, la desesperanza de la juventud, la división de la familia…

Adicionalmente, el marxismo es una doctrina de derramamiento de sangre, que se justifica en la muerte del “enemigo de clase”, que promueve la descomposición social, la falta de educación, el hablar chabacano, el desprecio a las buenas costumbres. Siembra el odio y la destrucción de la familia como principal célula social, incentiva la envidia y las bajas pasiones con fines utilitarios, pero después no tiene como suprimirlas, porque las usa precisamente como factores de triunfo de su ideología divisionista, que controla con técnicas de terror social y represión.

El marxismo es robarse las elecciones presidenciales en Venezuela, al tiempo que ‘adelanta las Navidades’ para ganar las elecciones municipales; es modificar --con los peores métodos de corrupción y terror-- la Constitución en Nicaragua para establecer un “dictadura constitucional”; es hacer aprobar leyes contra la prensa en el parlamento ecuatoriano; es doblegar voluntades pro socialistas usando la coerción en Bolivia; es depredar el patrimonio público y privado en Brasil escudándose en manifestaciones pacíficas, y un largo etcétera que incluye penetrar los medios masivos de comunicación para establecer un estado de opinión que justifique el caos.

Por efecto de la debacle generalizada en Cuba --y con miedo a la estampida que se espera a la muerte de los hermanos Castro-- muchos marxistas cubanos han abrazado la oposición política al castrismo ahora, pero –vaya pretensión-- quieren imponernos a los opositores demócratas sus ideas sin ninguna vergüenza. Usando sus condiciones de “intelectuales” marxistas llegan incluso a mirar por encima del hombro a los opositores demócratas, siendo que un puñado de los pocos representantes del ex castrismo marxista dentro de la oposición política cubana, escriben con excelente acceso a los medios de prensa opositores, creando un estado de opinión con el que pretenden coartar a la mayoría opositora demócrata dentro y fuera de la isla.

Es la práctica asociada a los métodos propuestos por Antonio Gramsci, un comunista italiano que propuso la penetración del marxismo en los medios culturales de occidente defendiendo sus métodos, materializado ahora no sólo en una buena parte de la sociedad occidental, sino --pretendidamente-- dentro de la oposición política al castrismo. Este procedimiento se ejecuta --no para defender una doctrina económica fracasada en la isla-- sino para introducir el germen de la autodestrucción marxista entre los opositores cubanos, con vistas a prevalecer dentro de la isla en una transición asociada a la familia Castro, tal y como Raúl y sus generales planean.

El marxismo político, económico y social, ha fracasado, pero todavía hay que dar la batalla de la eliminación de los métodos marxistas al interior de la cultura de la sociedad civil cubana, como la única forma de evitar que los teóricos del odio y la sangre derramada vuelvan por sus fueros a imponer en la isla lo peor de una filosofía discriminatoria, la envidia y las bajas pasiones, que si bien ha demostrado eficacia para atacar y destruir personas de éxito e Instituciones democráticas, también ha demostrado su total incompetencia para generar bienes y servicios (riquezas) en una sociedad pacífica, apegada a los preceptos cristianos de la exitosa sociedad occidental.

El marxismo --derrotado en la política y la economía-- actúa ahora en occidente como un cáncer en el seno del tejido socialmente sano, contra el cual se rebela con métodos inmorales y poco éticos, basado precisamente en la libertad y la tolerancia propia de las sociedades democráticas, que aprovecha para penetrar con falacias y métodos divisionistas --usando lo peor de la condición humana-- que promueve con vistas a prevalecer (divide y vencerás) para implantar su esquema de terror, matonismo y desprecio por los valores éticos y morales.

La derrota del castrismo en la sociedad cubana es un hecho innegable. El peligro ahora es su continuación mediante un gobierno “capitalista de estado” promovido por los peores métodos marxistas de engaño, soborno y penetración garmscista en la oposición política cubana. En virtud de lo anterior, es necesario saltar con fuerzas al plano intelectual de la lucha de ideas, para desmontar esta nueva pretensión castrista-gramscista-marxista dentro de la oposición.

No dejemos que el marxismo derrotado capitalice la transición hacia un capitalismo de estado castrista, ¡luchar por una Cuba libre y democrática resulta ahora más que necesario!

Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com

 
Hipocresía festiva PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 19 de Diciembre de 2013 13:55

Por Zoé Valdés.-

Tras haber pasado semanas, qué digo, meses, aunque pareciera que transcurrieron siglos, despidiendo, enterrando, o sea, incinerando el cadáver de Mandela, pues ahora toca el turno de las fiestas, ya saben, la Navidad, la San Silvestre, todo lo que yo adoro porque no lo tuve nunca. Claro, comprendo a los que nacieron con la dicha de tener Navidades, y todas las fiestas habidas y por haber, sin que una tiranía se las prohibiera, y que hoy sienten verdadera repugnancia por tanto consumismo e insensatez. Es natural. Nadie sabe lo que tiene hasta que no lo pierde.

Lo peor de las fiestas, desde luego, es la inmensa hipocresía que destilan. En épocas de fiestas hay que ser perdonavidas, fingir que la paz hace milagros y que se puede hacer las paces con los enemigos más acérrimos. Ahí es donde a mí las festividades no me van. Porque no soporto la hipocresía, y mucho menos el sentimiento catolicón de la cosa, del perdón y del blablablá…

De modo que después de haber tenido que meternos a Nelson Mandela hasta en la sopa, sabiendo que no fue de ninguna manera el mejor hombre del mundo como nos lo han querido vender. Que además tampoco fue –como se ha repetido hasta la tontería– el preso que más años estuvo en una cárcel. Porque el preso que más años vivió recluso en una cárcel castrista (que comparada con la casa donde tenían encerrado a Mandela hay una gran diferencia) fue Mario Chanes de Armas, 30 años y meses en la cárcel, y plantado, es decir, negado a vestir las ropas del presidio, y renuente a la reeducación castrista. Su hijo nació estando él en la cárcel, y murió estando él en la cárcel, Castro I jamás le dejó salir a conocer a su hijo. Y eso que fue un luchador antibatistiano. Y como Mario Chanes de Armas los hay a puñados en Cuba, sin ir más lejos: Eusebio Peñalver, negro, 28 años de cárcel. Ah, y ninguno de los dos fue terrorista, ni abrazaron la idea del terrorismo como solución en un momento de fragilidad, como sí hizo lo Mandela en su juventud. Recuerden que a su primera esposa Winnie Mandela, sí, la misma que vimos muy compungida en los disímiles velorios y ceremonias, le fascinaba ahorcar blancos, y demás. Pero ya ven ustedes, el mundo ha celebrado la "heroicidad" de personajes como estos, como si malanga.

Aunque, bueno, menos mal, ya pasó el funeral del siglo, que sólo podrá ser superado por el de Castro I. Sin embargo, ya habrán visto que este último se encuentra mejor que nunca, con la salud de un roble, y retratándose con el marroquí profesor de español devenido periodista de Le Monde Diplomatique: Ignacio Ramonet, quien al parecer intenta redactar el segundo volumen de su libro Cien horas con Castro I, con lo que sumarán cien horas más, y vayan ustedes a saber, igual recopila doscientos años de memorias de la vida de este tirano que no se atreve a morirse porque, como él mismo afirma –chistosamente– le daría mucha tristeza dejar sola a su animal de compañía: un galápago que vivirá 200 años, y todavía es un párvulo.

Les prevengo entonces, que el funeral de Mandela, con su folklorismo horroroso y banal, donde se cuela cualquier lunático, asesino, violador o ladrón, y se sitúa junto a Barack Obama a hacer murumacas que nadie entiende, ni los sordomudos, o sea, menos los sordomudos, sólo será superado por el de Castro I; donde seguramente irá Obama a darle un beso en la boca a Castro II, claro, pues ya le estrechó la mano sangrienta a quien predijo en el año 1960 que "su sueño era soltar tres bombas atómicas sobre la ciudad de Nueva York", sueño que le cumplió Osama ben Laden. Por cierto, Obama con esa tontería de los selfies, se ha convertido en el presidente más sanaco de los Estados Unidos, le ganó a Clinton, que ya es mucho decir. Si Bush se hubiera hecho un selfie de esos con la esposa al lado, tal como vimos de emperrá a Michelle, ya me contarán la que se habría armado mundialmente.

Cuánto gasto, cuánta parafernalia ridícula, cuánta guerra entre familias para cogerse la fortuna de una de las marcas que más registros y ganancias da en el mundo: Mandela. Cuánta fiesta y bailoteo tribal hipócritas para hacer ver lo contrario de lo que se odian entre ellos; total, para nada. El mundo sigue igual en la miseria, en las guerras, en la tristeza más profunda, y la mentira impera. Así somos. Que continúe la rigolade, el relajo, ya veremos a dónde iremos a parar, o no...

Tomado de LIBERTAD DIGITAL

 
El premeditado saludo en Suráfrica PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 16 de Diciembre de 2013 19:31

Por Juan Juan Almeida.-

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, regresó a la isla, digamos que complacido, este sábado en la tarde tras cumplir su programa en Sudáfrica, país al que no visitó únicamente para rendirle homenaje a Mandela, sino para cobrarle al difunto, este póstumo visible, aunque no último tributo.

Madiba, como todos conocemos, fue un hombre que a pesar de haber sido víctima de un sistema segregacionista, llegado al poder y erigido como primer presidente negro de esa nación africana, supo despojarse de odios y evitó que su país se convirtiera en un baño de venganza y sangre.

Personalmente le vi el 22 de marzo de 1990, un día después de que, tomara posesión como presidente electo de la recién independizada Namibia, el líder del partido SWAPO, Sam Nujoma. Elecciones, que en su momento fueron supervisadas por la ONU. Toma de posesión a la que, dicho sea de paso y sin ofender a nadie, asistieron varios líderes mundiales que superaron, por mucho, mis para entonces nobles expectativas en materia de excentricidad.

Mandela me impresionó, yo era un joven soñador que con 24 años caminaba con muletas; y él, era ya, un innegable líder mundial que tuvo la deferencia de hacer un espacio dentro de su apretada agenda y múltiples responsabilidades, para interesarse en mi enfermedad, ocasión que aproveché para observar de cerca a un ser humano especial; bondad, es la palabra adecuada, con un halo de tristeza en la mirada.

De aquel viaje aprendí que en ese tipo de reuniones importantes y protocolares, no existen las casualidades. Cada uno de los invitados (o su equipo de ayudantes) conoce, acepta y/o negocia (de antemano) el lugar que ocupará durante todo el protocolo.

De allá hasta acá ha llovido bastante, el mundo se destiñó, mapas cambiaron fronteras y países el color; pero hay reglas que persisten. Por ellas me arriesgo a decir que el tan comentado saludo, entre el mandatario cubano y el presidente de Estados Unidos, no fue un acto ensayado, posiblemente imaginado, pero sí premeditado.

Si observamos el video con atención, podemos ver la transición en las caras del equipo de seguridad que acompaña al General Raúl Castro. Primero  preocupados, ¿se dará o no se dará el saludo?; luego la tranquilidad, y más tarde el regocijo ante la cortesía del Presidente Obama.

Fue una salutación negociada, que ni con gratitud de esclavo han podido llegar a pagar los países del suroeste africano. El eterno agradecimiento, sin fecha de vencimiento, que el gobierno cubano acomoda según convenga. Hagamos historia; la sangre del pueblo cubano por votaciones en la ONU, el llanto de muchas madres que perdieron sus hijos por un puñado de diamantes,  jóvenes mutilados por un asiento favorable en cualquier comisión internacional.

Seguramente en su momento Nelson Mandela avizoró, con manos atadas, que la batalla de Cuito Cuanavale, la independencia de Namibia y el llamado fin del Apartheid, serían su deuda impagable, su comprometedor tributo, su eterno grillete.

Quizás, siempre quizás, porque todo fluyó según lo previsto, a su llegada a La Habana, el General Raúl Castro fue vitoreado por el ministro del Interior, Abelardo Colomé Ibarra; y su leal escudero, el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Dr. José Ramón Machado Ventura, con quien además de maquiavélicas ideas y supuestos ideales, comparte la discreta pasión de coleccionar prendas masculinas del diseñador Roberto Cavalli.

Tomado de MARTINOTICIAS


Juan Juan Almeida

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla '; document.write( '' ); document.write( addy_text58206 ); document.write( '<\/a>' ); //-->\n Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

Licenciado en Ciencias Penales. Analista, escritor. Fue premiado en un concurso de cuentos cortos en Argentina. En el año 2009 publica “Memorias de un guerrillero desconocido cubano”, novela testimonio donde satiriza  la decadencia de la élite del poder en Cuba.
 
Cubanos en Estados Unidos - Perfil de una Comunidad PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 15 de Diciembre de 2013 13:38

Cubanos en Estados Unidos

Por JESUS HERNANDEZ CUELLAR.-

Cuando Roberto Goizueta fue nombrado presidente y director ejecutivo de la Coca-Cola en 1981, los cubanos radicados en Estados Unidos lo asumieron como un símbolo del éxito empresarial de su comunidad, en el país más poderoso del mundo.

Ese mismo año, el también fallecido Jorge Mas Canosa, que para entonces era ya un próspero empresario, creó con un grupo de compatriotas suyos la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), el más grande aparato de cabildeo político de origen latinoamericano que haya conocido Estados Unidos.

Para esa fecha, el gran éxodo moderno de cubanos hacia Estados Unidos había cumplido la mayoría de edad, 22 años después de su inicio por la llegada al poder de Fidel Castro en Cuba.

Para entonces, más de 500 mil cubanos habían viajado a Estados Unidos en diferentes etapas, desde los primeros a principios de la revolución de Castro, los 14 mil niños de la Operación Pedro Pan entre 1960 y 1962, los del efímero episodio del puerto de Camarioca en 1965, los de los Vuelos de la Libertad desde el aeropuerto de Varadero y los 125 mil que atravesaron el Estrecho de Florida durante el llamado éxodo de Mariel, en 1980. Otros muchos viajaron a terceros países, como España, México y Venezuela, y luego se trasladaron a territorio norteamericano.

Con la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética como país, el régimen cubano dejó de recibir ayuda económica y se produjo una verdadera hecatombe en la isla. Un nuevo éxodo se desató por mar, a partir de 1994.

Al comenzar el siglo XXI, la Oficina del Censo del Departamento de Comercio de Estados Unidos calculó que hay en Estados Unidos un millón 800 mil cubanos, cifra que podría ser mucho mayor.

Hay no sólo empresarios, sino también científicos, artistas, escritores, académicos, trabajadores de todo tipo y un grupo notable de activistas políticos que abogan por la democratización y el respeto a los derechos humanos en Cuba, país gobernado por el régimen de los hermanos Fidel y Raúl Castro desde hace más de 50 años.

Poder Político y Grandes Personalidades

La comunidad cubano-estadounidense ha logrado elegir a varios legisladores de su origen nacional a la Cámara de Representantes de Estados Unidos: Ileana Ros Lehtinen, republicana de Florida, que en 1989 se convirtió en la primera mujer latina en llegar a ese cuerpo legislativo; Lincoln Díaz Balart, también republicano de Florida, ya retirado, y su hermano Mario Díaz-Balart, del mismo partido, también de Florida, así como Albio Sires, demócrata por New Jersey. En el Senado hubo hasta 2009 otros dos, el demócrata Robert Menéndez, este último nacido en Estados Unidos de padres cubanos, y el republicano Mel Martínez, el único senador estadounidense nacido fuera de Estados Unidos, en Cuba. Martínez renunció a su escaño para dedicarse al sector privado. En 2010 otro cubano entró a la cámara alta norteamericana, Marco Rubio, republicano de Florida, y otro más, Ted Cruz, lo hizo en 2012 como representante republicano del estado de Texas. Un número significativo de legisladores de origen cubano son miembros de la Asamblea Estatal de Florida y de una enorme cantidad de gobiernos municipales y de condados floridanos

En los círculos del arte popular son bien conocidos los nombres de las fallecidas Celia Cruz y Olga Guillot, así como de los estelares Gloria y Emilio Estefan, Willy Chirino, Pitbull (Armando Christian Pérez), Albita, Paquito D'Rivera, Arturo Sandoval, Juan Pablo Torres y tantos otros músicos, así como los actores de Hollywood Andy García, Cameron Díaz, Elizabeth Peña, Eva Mendes y Steven Bauer. En la meca del cine hay decenas de actores de origen cubano.

En 1952 llegó a la televisión norteamericana el primer latino: Desi Arnaz, nacido en Santiago de Cuba, quien junto a su esposa, la comediante norteamericana Lucille Ball, produjo uno de los más exitosos programas de todos los tiempos, I Love Lucy. Productor revolucionario y empresario exitoso, Arnaz hizo una fortuna con su empresa Desilu Productions, en Hollywood.

En los ámbitos académico, literario y de música culta no pocos cubanos han hecho historia en Estados Unidos, entre ellos el compositor y profesor Aurelio de la Vega, el académico y escritor Enrico Mario Santí, el dramaturgo Matías Montes Huidobro. Hay muchos más por supuesto. Los dos primeros ganadores latinos del Premio Pulitzer en géneros de ficción fueron escritores cubanos: en novela, Oscar Hijuelos con The Mambo Kings Play Songs of Love; y en teatro Nilo Cruz por su obra Anna in the Tropics. En periodismo lo obtuvo Mirta Ojito, que llegó a Estados Unidos cuando era una adolescente, mediante el éxodo de Mariel de 1980.

Educación, Poder Adquisitivo y Negocios

Cifras de la Oficina del Censo revelan que los cubanos tienen el más alto nivel de educación entre los hispanos de Estados Unidos, con 39% de personas con un diploma universitario elemental, entre los nacidos en Estados Unidos. En ese renglón, los blancos no hispanos representan el 30 por ciento.

Por otra parte, la comunidad cubana presenta la edad media menos joven entre los hispanos, con 40.7 años, mientras que los mexicanos tienen 24.2 años, los puertorriqueños 27.3 años y la edad media de la población general del país es de 35.3 años.

El poder adquisitivo medio de los cubanos que viven en Estados Unidos es de poco más de 36 mil dólares al año, cifra superior a la de otros grupos hispanos. Pero esa cantidad cambia entre las personas nacidas en este país, de origen cubano, con 50 mil dólares al año, mientras que la de los blancos no hispanos es de 48 mil dólares.

Es en el área empresarial donde, sin duda alguna, los cubanos han obtenido un éxito resonante en Estados Unidos. La Oficina del Censo ha revelado que los cubanos son propietarios de aproximadamente 255 mil empresas. En septiembre de 2010, esa oficina del Departamento de Comercio subrayó que de los dos millones 300 mil empresas hispanas que había en el país en 2007, las que eran propiedad de cubanos y cubanoestadounidenses tuvieron el mayor crecimiento, con 65 por ciento, en el período que va de 2002 a 2007.

MasTec, la empresa de telecomunicaciones fundada también por el extinto activista Jorge Mas Canosa y desde hace algunos años dirigida por su hijo Jorge Mas Santos, fue a principios del siglo XXI la única empresa hispana de este país en facturar más de mil millones de dólares al año.

Se estima que tres cuartas partes de los cubanos viven en el condado de Miami-Dade, en el Estado de Florida, cuyo punto más cercano a Cuba, Cayo Hueso (Key West), está a sólo 90 millas (144 kilómetros) de Punta Hicacos, Varadero, en la occidental provincia cubana de Matanzas.

El área de New York-New Jersey tiene desde hace muchos años la segunda gran concentración de cubanos, con más de 150 mil, mientras que en California viven unos 80 mil cubanos.

Pero la presencia o la influencia de cubanos en Estados Unidos no data desde la llegada de Castro al poder, sino desde mucho antes, inclusive desde la Revolución encabezada por George Washington contra la corona británica.

Juan de Miralles, nacido en España de padres franceses y radicado desde muy joven en Cuba, donde amasó una gran fortuna, fue el primer diplomático del reino español ante el Congreso Continental. Falleció en abril de 1780 luego de haber sido atendido de una fuerte pulmonía por los médicos de Washington y la esposa de éste, Martha C. Washington.

Poco después, damas de la sociedad cubana donaron joyas por valor de un millón 200 mil libras tornesas (moneda de la época) para ayudar a Washington a pagar a sus tropas y a sus aliados franceses, hecho decisivo para la victoria de los independentistas norteamericanos en la batalla de Yorktown, en octubre de 1781.

Más de un siglo después, en 1892, José Martí fundó en Estados Unidos, donde vivió 14 años, el Partido Revolucionario Cubano, organización rectora de la segunda guerra de independencia de Cuba, que estalló el 24 de febrero de 1895.

Se cree que el extraordinario poderío económico cubano en Estados Unidos actualmente, podría jugar un papel decisivo en la recuperación de Cuba tras la desaparición del castrismo y la llegada a ese país de la democracia y la economía de mercado.

Tomado de CONTACTOMAGAZINE.COM

Jesus Hernandez Cuellar

(Hernández Cuéllar es director y editor de Contacto Magazine, revista que fundó en julio de 1994 en Los Angeles, California. Desde 1981 ha trabajado en todo tipo de medios: agencias de prensa, diarios, radio, televisión, semanarios, internet, revistas y redes sociales. Fue redactor de la agencia EFE en Cuba, Costa Rica y Estados Unidos, así como editor metropolitano del diario La Opinión de Los Angeles, California, e instructor de periodismo de la Universidad de California en Los Angeles, UCLA --- Biografía).
 
Fidel y Raúl...(IV) San Andrés de Caiguanabo PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 14 de Diciembre de 2013 10:52

Publicado por en su Blog 'EL TIMBEKE'.-

Continuación del libro Fidel y Raúl, Delirios y Fantasías. Este capítulo narra una fantasía poco conocida del castrismo, en sus momentos de máximo delirio. La creación del primer pueblo comunista del mundo, con la abolición de la moneda y el trabajo por el amor de todos.

San Andrés de Caiguanabo
En un remoto rincón pinareño, de cuyo singular destino ya nadie se acuerda, está San Andrés de Caiguanabo.
Tomo prestada la imagen literaria de Cervantes, parafraseando a su Don Quijote, porque este relato es toda una quijotada, aunque a diferencia del hidalgo manchego, ésta no es una invención literaria. Se trata de una quijotada real, digamos revolucionaria.Fidel lo imaginó de otra manera, pero San Andrés de Caiguanabo es todavía un humilde poblado del municipio La Palma, provincia de Pinar del Río, anclado en un bucólico rincón de la Cordillera de Guaniguanico.

Por cierto, es la misma cadena montañosa donde se entrenaron en secreto los cubanos que acompañaron a Ernesto Che Guevara en su fracasada aventura guerrillera de Bolivia, a principios de la segunda mitad del siglo pasado. En esos apartados parajes, donde se encuentra la cueva de Los Portales, se prepararon -desde el 4 de junio hasta el 15 de octubre de 1966- los cubanos escogidos por el Che, quien había regresado a Cuba dos meses antes tras su también fallida incursión guerrillera en el Congo.

Lo menciono solo como un referente porque esta historia no tiene nada que ver con eso.

San Andrés de Caiguanabo, con poco más de dos mil habitantes, casi todos campesinos y trabajadores dedicados al cultivo del café, fue el lugar donde Fidel soñó construir la primera población comunista del mundo. Un experimento destinado a convertir la utopía comunista en una realidad para el resto de Cuba.
¿Por qué escogió ese lugar? Nadie lo sabe con certeza. Solo se conoce que no fue el único. Fidel destinó otros dos poblados montañoso para ampliar el experimento: Gran Tierra y Banao en las entonces provincias de Oriente y Las Villas, respectivamente, pero en ninguno destelló la utopía con tanto fulgor como en San Andrés de Caiguanabo.
Los campesinos y trabajadores dispersos por la región fueron agrupados en una comunidad rural. Se construyeron instalaciones escolares, se proyectaron centros de salud, campos deportivos y todo lo imaginable para que sus habitantes tuvieran una vida confortable, con sus necesidades básicas garantizadas por Papá Estado.
Desde la visión de Fidel, los hombres y mujeres del lugar aportarían felices a la sociedad el fruto de su trabajo. Ya no existiría más la responsabilidad de trabajar para la subsistencia personal o familiar. Nada de eso. El trabajo dejaría de ser una necesidad individual. Se convertiría en una responsabilidad social.
El Génesis sentencia: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Una especie de castigo, de obligación personal para sobrevivir, impuesta al hombre cuando perdió el Paraíso. En esencia, Fidel quiso rescatar ese paraíso para el hombre nuevo que desempolvó de los manuales marxista-leninistas.
Y al estilo de Dios, Fidel planificó la vida de los habitantes de su paraíso en San Andrés de Caiguanabo.
Así programó la educación de los niños y jóvenes del lugar:
“Y la vida de todos los niños estará perfectamente organizada, estará perfectamente atendida.  Irán a los círculos por la mañana —bien temprano— y regresarán a sus casas al atardecer. Y cuando ya tengan edad para ir al primer grado, entonces su vida entera estará organizada alrededor de la escuela. Allí tendrán los estudios, los campos deportivos, la alimentación. Irán los lunes y regresarán los viernes y tal vez los sábados. Porque, naturalmente, podría también plantearse qué será mejor: que se vayan ya desde el viernes para casa, o, por el contrario, se dedique el sábado a actividades deportivas en general en la escuela (APLAUSOS), y ya el sábado al mediodía van a casa. Y significa que podrán disponer también los maestros y profesores de tiempo libre: la mitad del sábado y el domingo completo (…).[1]
Así percibía los objetivos de su experimento:
“Los niños y los jóvenes no solo recibirán una educación esmerada en instalaciones magníficas, sino que recibirán una alimentación óptima, recibirán una dieta equilibrada, consumirán las cantidades máximas de alimentos que necesiten en frutas, en leche, en vegetales, en fin, en todos los alimentos. Nos interesa también ver cuáles son los efectos, en esos niños, de una vida higiénica, saludable, de la práctica de la educación física y el deporte, de una alimentación óptima, lo que significa que ya todos los niños recibirán en esas instituciones la ropa, los zapatos y la alimentación en la escuela y la recibirán gratuitamente, gratuitamente (APLAUSOS).[2]
¿Es esto acaso algo de poca importancia? ¿Es algo de poca trascendencia? No. Esto tiene que ver mucho con toda una serie de concepciones, tiene que ver mucho con la concepción general de la forma en que nosotros queremos edificar el socialismo y de la forma en que nosotros queremos edificar el comunismo”. 
Y en el éxtasis de su alucinación describió cómo se transformaría la agricultura de la región, ejemplo para el resto de la isla:
“Y por lo demás, el hombre irá —con la ayuda de las máquinas y de la técnica— liberándose cada vez más del trabajo en su sentido de esfuerzo físico bruto. Y aquí mismo, en San Andrés, donde hay o había más de 1000 bueyes, toda la tierra se preparaba con yuntas de bueyes. ¿Qué significaba eso? Que todos los años había que roturar la tierra, que cientos de padres de familia tenían que enyugar los bueyes bien temprano, enganchar el arado y, yendo detrás de la yunta de buey, romper y preparar las tierras. Y realmente ese trabajo es duro. Cuando un hombre tiene que ir llevando el arado detrás de una yunta de buey, son no dos bueyes, sino tres bueyes arando la tierra (APLAUSOS), porque él tiene que ir haciendo tanto esfuerzo como cualquiera de los bueyes. (…)
Y el café está creciendo a enorme velocidad, sembrado con toda la técnica.  Y no solo eso: se le van a hacer las aplicaciones óptimas de fertilizante y algo más: se van a aplicar otras técnicas más nuevas todavía, que consisten en la aplicación de hormonas de crecimiento a ese café. 
Es decir, que los vecinos de esta región y todos nosotros vamos a poder observar un fenómeno nuevo también, porque se suponía que una mata crecía cuando la sembraban, la cuidaban, la cultivaban, le limpiaban la hierba, la regaban o le llovía y se fertilizaba, pero hay una cosa nueva:  vamos a acelerar el proceso de crecimiento de esas plantas. En ese sentido se va a convertir también en un plan piloto. Al millón y tantas matas de café se les van a aplicar hormonas de crecimiento y posiblemente para el año que viene haya bastante café que recoger en esas plantaciones”. (APLAUSOS)[3]
Eso dijo Fidel hace 43 años. Sus alucinaciones incluían otros tantos millones de cafetos sembrados en las montañas del centro y del oriente de Cuba que producirían suficiente café para abastecer a la población de la isla y exportarlo más allá de sus fronteras.La realidad dictó otro rumbo. El 28 de julio de 2010, la Asamblea Nacional del Poder Popular propuso realizar inversiones para reactivar el cultivo de café, que se derrumbó en un 90% en menos de medio siglo, afectado por el deterioro de las plantaciones y el éxodo de los productores  según autoridades del sector.Cuba llegó a producir unas 60.000 toneladas en la década de los sesenta, pero actualmente cosecha 6.000 toneladas, citó un informe presentado en la Asamblea.[4]
Apunto un dato curioso sobre el discurso de Fidel el día que inauguró la comuna de San Andrés. Era el 28 de enero, fecha del natalicio de José Martí, artífice de la Independencia de Cuba, pero Fidel no hizo ninguna referencia a quien, según él, fue “el autor intelectual del Moncada”.
Quizás por entonces el Comandante en Jefe consideraba al nacionalismo independentista como “una manifestación pequeño burguesa”. Estaba en boga el marxismo-leninismo y faltaba mucho para que desapareciera del mapa político la madre patria soviética que lo amamantaba.
Nadie sabe, ni se sabrá nunca, cuántos millones de dólares se derrocharon en el intento, cuántas infundadas esperanzas se sembraron, ni cuántas ilusiones se esfumaron. Quizás ni los mismos habitantes que hoy viven en el llamado Pueblo Nuevo de San Andrés de Caiguanabo conozcan ese paréntesis de su historia.
En un país donde la ineficiencia es la regla generalizada lo único eficiente es la mala memoria. Mejor diría la historia olvidada de los fracasos y fantasías alucinantes de Fidel, que es sepultada por el silencio, desterrada al olvido por la versión oficial de la historia revolucionaria.
Para conocer los detalles de la utopía hay que hurgar con suerte, paciencia y discreción en los archivos de prensa y adentrarse en los abrumadores discursos pronunciados por el Máximo Líder.
En algún lugar de los archivos fílmicos de Cuba, por ejemplo, está enterrado el documental de Lucía Corona,San Andrés de Caiguanabo, cuya música estuvo confiada a las guitarras de los cantautores de la Nueva Trova, Pablo Milanés y Noel Nicola. Una oda fílmica a los empeños de construir el hombre nuevo en el paraíso castrista.
No faltó tampoco la presencia de los intelectuales de la izquierda europea, algunos de cuyos exponentes de la época visitaron el laboratorio humano de San Andrés. Hasta allí llegó en 1968 el cineasta francés Jean-Luc Godard. El destacado director francés había viajado a Nueva York y a Berkeley, California, para filmar la secuencia de Una Película Americana, un proyecto que nunca completó y más tarde a Canadá para otra ronda de grabaciones del documental Comunicaciones, que tampoco concluyó. Desde ahí se dio un saltico a la Cuba Socialista, antes de retornar a Francia.
El diario Granma reseñó el viaje como si se tratara de un especial interés de Godard en filmar la experiencia comunista de San Andrés.[5]
No hace mucho el académico cubano Rafael Hernández abordó el alucinante proyecto de Fidel en una publicación de la Universidad de Harvard. Hernández, quien dirige en La Habana la revista Temas, le ha querido dar al asunto un tinte ideológico, con un alcance teórico inscrito en el conflicto de la entonces Unión Soviética y la China de Mao Tse-Tung.
“El desafío de construir un socialismo distinto y distante de los modelos soviético y chino, ponía al máximo el espíritu de defensa de la nación en su camino independiente, la vista fija en el ideal de una sociedad superior.Aquel encaminamiento en solitario se mantenía sobre la dramática certidumbre de que Cuba sería la primera sociedad en experimentar formas comunistas de organización y convivencia social. (…).
Aquella utopía desafiante era algo más que un simple acto de voluntarismo o extremismo jacobinista -como podría juzgarse desde hoy-, era parte de toda una concepción del socialismo, opuesta a la de los manuales soviéticos. San Andrés de Caiguanabo no era así un mero falansterio utópico, sino un argumento en una intensa polémica de ideas y teorías sobre la revolución socialista, en la que se involucraban no solo la vanguardia política y los intelectuales orgánicos, sino numerosos ciudadanos”.[6]
No creo que haya que ponerse tan serios. El asunto es más simple. La envoltura ideológica con la que Hernández cubre tamaña megalomanía fidelista, no sirve para explicar otros proyectos, tan grandiosos como impracticables, convertidos en rotundos fracasos.
Poco o nada tenía que ver el conflicto ideológico chino-soviético con la obsesión genética de Fidel, la inseminación artificial del Manjuarí, las siembras de fresas y otros tantos proyectos que revisaremos más adelante.
El 16 de julio de 2008 se celebró en San Andrés de Caiguanabo el cincuenta aniversario de la creación del Frente Guerrillero en Pinar del Río. De ello dio cuenta la televisión provincial TelePinar. Ninguno de los presentes se refirió al proyecto comunista que soñó Fidel para ese lomerío.[7]
De aquellos sueños no queda nada, como dice una popular canción. Quien visite hoy el lugar, escogido por Fidel como cuna de la sociedad comunista soñada para Cuba, encontrará un mísero caserío que no se diferencia en nada del resto del país: falta agua, transporte, recursos de salud, educación y comida.
San Andrés de Caiguanabo volvió a ser noticia nacional a fines del verano de 2008. Por el olvidado caserío cruzaron, en pocas semanas de diferencia, los huracanes Gustav y Ike destrozando los ranchos del poblado y aumentando la miseria en la que todavía viven sus pobladores.


[1] Fidel Castro. Discurso. San Andrés de Caiguanabo. 28 de enero de 1967.[2] Ibid..[3] Ibid..[4] Debaten diputados asuntos socioeconómicos del país.Granma. 29 de julio de 2010. Pág. 1
[5] Filma Jean-Luc Godard en San Andrés. Granma. 10 de febrero de 1968. Pág. 2[6] Hernández, Rafael, “The Red Year” ReVista, the Harvard Review of Latin America. Volume VIII, Number 11. pp. 21-24. Winter 2009.[7] Acto por el aniversario del Frente Guerrillero de Pinar del Río.Presidido por el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y el General de Cuerpo de Ejército Leopoldo Cintras Frías, en el acto oradores patentizaron la disposición del pueblo de continuar la lucha al lado de la Revolución. María del Carmen Concepción González, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido, destacó cómo tras su constitución, el Frente en breve alcanzó prestigio, un mando único y el apoyo de los pobladores.
Publicado por en 19:42

Última actualización el Sábado, 14 de Diciembre de 2013 11:46
 
«InicioPrev291292293294295296297298299300PróximoFin»

Página 296 de 480