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Artigos: Cuba
Los Compromisos incumplidos del castrismo con la Iglesia Católica PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 24 de Marzo de 2012 21:13

Por Pedro Corzo.-

 

El régimen cubano y sus dirigentes nunca se han distinguido por hacer honor a los compromisos contraídos con personas, incluido el pueblo cubano, o instituciones.

 

Desde la Revolución Verde como las palmas que derramó  en nombre de castrocomunismo la sangre de miles de cubanos, hasta la consignas “armas para qué”,  para en poco tiempo constituir el ejército mas poderoso que ha tenido cualquier país de América Latina, las promesas incumplidas han sido una constante del castrismo.

 

Tal vez una de las pocas promesas que hizo realidad y  que la mayoría del pueblo aplaudió, fue la inolvidable e incomprensible “elecciones para qué”.

 

En 1961 Fidel Castro le prometió a la madre de Humberto Sorí Marín, comandante del ejército rebelde y su compañero de la Sierra Maestra, que su hijo apresado en una conspiración contra el régimen no sería ejecutado. En unas horas Sorí Marín murió frente al paredón de fusilamiento en La Cabaña.

 

Hay muchos aspectos a destacar en las relaciones del totalitarismo cubano con la Iglesia Católica pero hay uno que en este apretado recuento no se puede soslayar y es el abuso de que fue objeto el sacerdote Miguel Ángel Loredo.

 

En 1964, Loredo fue designado párroco en la Iglesia de San Francisco de Asís, en La Habana Vieja, y Guanabacoa. Un hombre de principios sólidos y consecuentes con su ministerio, en poco tiempo se ganó el odio de los esbirros de la tiranía, en una época en las que las relaciones entre la iglesia y el estado totalitario, oficialmente ateo, eran particularmente complicadas.

 

El padre Loredo fue acusado en abril de 1966 de dar albergue en la iglesia de San Francisco de Asís al autor de un intento de secuestro de un avión de Cubana de Aviación, durante el cual murió el piloto, también le acusaron de esconder un alijo de armas. La policía ingresó a la iglesia con fusiles y pistolas, contra candelabros e imágenes de santos en las paredes, contra un hombre que era contrario a la violencia.

Sin extendernos en más ejemplos que en su momento deberán estar recogidos en los libros de historia de Cuba, el gobierno de los Castro se comprometió con las autoridades eclesiásticas cubanas y con el Vaticano, a respetar la vida de ocho personas, tres mujeres y cinco hombres  que habían interrumpido violentamente en la Nunciatura en La Habana.

Las autoridades cubanas rodearon la sede, entraron en contacto con representantes del Vaticano y se pusieron de acuerdo para negociar con los ocupantes.

 

Los funcionarios de la embajada, en este caso clérigos, les aseguraron a los refugiados que si salían del recinto se buscaría una solución a su deseo de abandonar Cuba y que con ese objetivo,  diplomáticos de otros países, participarían en las negociaciones.

 

Los ocupantes fueron al patio de la embajada, lugar que habían acordado para reunirse con los diplomáticos, pero se percataron que en realidad los individuos eran agentes de la policía política armados, lo que originó un tiroteo en el que murió el custodio civil de la sede diplomática.

Los ocupantes fueron juzgados y los tres hermanos García Marín, Ventura, Cipriano y Eugenio, 19, 21 y 25 años, respectivamente fueron fusilados y su madre la señora, Margarita Marín Thompson sancionada a 20 años de cárcel, por no haber informado a las autoridades de los planes de sus hijos.

La señora Marín Thompson, relató el doctor Ricardo Bofill al autor, rindió testimonio ante la Misión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas que visitó Cuba en 1988 y le dijo a la delegación que no sabía donde estaban sepultados los restos mortales de sus “muchachos” fusilados.

A pesar de estas experiencia el Cardenal, Jaime Ortega y Alamino, solicitó a las autoridades castristas que procedieran al desalojo, sin violencia, de trece activistas del opositor e ilegal Partido Republicano por Cuba, que habían ocupado la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana para demandar que el papa Benedicto XVI interceda en sus demandas políticas relacionadas con la democratización de la sociedad cubana durante su visita a la isla.

 

Según la información las autoridades también se comprometían a no procesar a los activistas y no tomar represalias contra su integridad física, sin embargo en cuanto fueron sacados de la Iglesia les condujeron a una estación de policía en la que les tomaron fotos, cortaron pedazos de cabello, análisis de orina y les hicieron firmar un acta de advertencia, lo que deja abierta las opciones para cualquier acto represivo en contra de los activistas.

 

Quien garantiza que no habrá actos de repudio. Acoso policial. Arrestos y en el mejor de los casos detención domiciliaria.

 

La pregunta de rigor, después de las experiencias de la Iglesia Católica Cubana con el régimen de Fidel y Raúl Castro, hay espacios para creer en las promesas de respetar la integridad de los Trece de la Caridad, cuando ningún ciudadano cubano es respetado por la dictadura.

 

 

Última actualización el Sábado, 24 de Marzo de 2012 21:40
 
El Papa y la oscuridad de esta primavera PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 24 de Marzo de 2012 08:56

Por Raúl Rivero.-

La crisis mística que ha invadido la vida espiritual de los dirigentes del Partido Comunista de Cuba y el fervor oficial que estremece al país ante la visita del Papa Benedicto XVI reafirma este dictado de la experiencia de medio siglo de totalitarismo: todo lo que primero se prohíbe, acaba siendo obligatorio después.

Ahí están, como ejemplo, la censura de las canciones de la Nueva Trova que, sin embargo, se convirtieron más tarde en la banda sonora del socialismo real; o el asunto de la persecución por la tenencia de dólares, imprescindibles hoy para sobrevivir en la Isla.

De la devastación inicial de la Iglesia Católica, la expulsión masiva de sacerdotes y monjas, la intervención de sus escuelas y las campañas en contra de las ideas religiosas (el opio de los pueblos) se pasa de rondón al tiempo de la aceptación en los panfletos gubernamentales en los que se verifican con solvencia las noticias sobre la aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre en la bahía de Nipe, hace nada menos que 400 años.

Hay anuncios en la televisión estatal, pancartas en las calles, discursos y recados con la orientación de que la gente vaya a recibir al líder de la Iglesia, asista con alegría a las misas programadas y celebre el aniversario de la presencia de la madre espiritual de los cubanos, Cachita para los íntimos y Oshun en el panteón yoruba.

La jerarquía de la Iglesia también convoca a los fieles católicos (un 10% de la población) a recibir al Sumo Pontífice con jornadas de oración, misericordia y ayunos. Se confía en la buena voluntad de los feligreses para las sesiones de las plegarias y la compasión. Las del ayuno están garantizada por el Estado que, por estas fechas, conmemora los 50 años de la libreta de racionamiento.

Los peregrinos de la región oriental de la Isla ya han comenzado a inscribirse disciplinadamente con su nombre y el número del carné de identidad en las listas para asistir a misa. Son las Damas de Blanco y los activistas de la oposición pacífica quienes viven acosados y perseguidos por la policía para impedirles que se acerquen al visitante, tanto en Santiago de Cuba como en La Habana.

Ellos no aspiran a un milagro. Quieren que el Papa escuche la voz de la Cuba pobre y cautiva. Piden un minuto para decir la palabra libertad frente al mensajero de Dios.

 
¡EL EMBARGO…LA PIEDRA EN EL ZAPATO! (I) PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 20 de Marzo de 2012 09:31

Por Huber Matos Araluce.-

La historia ha demostrado que no hay gobierno comunista que pueda permanecer en el poder a menos que se asocie con el capitalismo.  La alternativa es el camino de la represión y la hambruna.  El que tomó Corea del Norte.

 

Los norcoreanos han podido hacerlo porque tienen armas nucleares.  Allí el hambre puede matar a decenas de miles de personas  y no habrá  ningún gobierno en el mundo que se atreva a hacer nada.

 

Bastaría una amenaza del dictador de  lanzar una ofensiva convencional contra Corea del Sur para que cualquier nación se paralizara.

 

Cuba es diferente.   La tiranía castrista no cuenta con armas nucleares.  Los Castro  no pueden arriesgarse a una hambruna.   Serian muy graves  las consecuencias.

 

En Cuba, reprimir con violencia las protestas de un pueblo hambriento es impensable.  En la Florida viven casi dos millones de cubanos más sus amigos hispanoamericanos y estadounidenses. Medio millón de ellos seguramente saldrían a las calles a protestar airadamente. La repercusión sería contundente.

 

Por estas mismas razones ya no se eliminan a los opositores en el paredón.  Ahora se hace selectivamente en un hospital, simulando que se trata de salvar al  detenido.  O se les acosa en sus casas y en las calles. O se les desaloja de las iglesias.

 

Y es que en la Cuba de hoy el fusilamiento de individuos por razones políticas provocaría una reacción violenta de parte de sus familiares,  de sus amigos y hasta del barrio. Los turistas huirían de país.

 

El régimen no puede arriesgarse a una hambruna  ni  a reprimir sangrientamente el descontento.  No tiene otra alternativa que la de casarse con el capitalismo.

 

Es en este asunto donde comienzan las confusiones.  La tiranía no sigue la formula que recomiendan los economistas convencionales.  Ni la que  plantean los reformadores desde un ángulo más político.  Ni de la que escriben los periodistas, muchas veces más inspirados por sus simpatías y deseos hacia el castrismo que por las realidades.

 

El régimen tiene que casarse con el capitalismo para sobrevivir.  No lo hace para que el país progrese y la población salga de la pobreza, sino para pagar su sistema represivo y los costos de una nomenclatura improductiva y corrupta.

 

En buena parte, esta es la causa de la lentitud que vemos en las presuntas reformas propuestas por Raúl Castro.  Van a paso lento, calculando el equilibrio que no quieren perder y preocupados por mantenerse en el poder.

 

No les importa el atraso en que se hunde el país, ni lo que le sucederá al pueblo cubano dentro de cinco o diez años.

 

No están interesados en que se desarrolle un capitalismo popular, donde cualquier cubano tendría la libertad de generar riqueza y negociarla. Ese capitalismo requiere  medios y garantías legales para desarrollarse.

 

Ese tipo de capitalismo necesita de instituciones que protejan los derechos de las de las personas de los abusos de otros y de los atropellos del Estado.  Es un capitalismo que exige  de una base democrática para florecer.

 

El capitalismo que les sirve a los Castro es el capitalismo salvaje. El que va a Cuba con una patente de corso otorgada por el régimen.  Van a explotar a los cubanos y a sacar una ganancia de su inversión que no lograrían en ningún otro país donde se respetaran los derechos laborales y una economía ecológicamente sostenible.

 

Es el tipo de capitalismo que ya está y seguirá llegando a Cuba.  El de las transnacionales que corrompen a los funcionarios con sobornos y regalos.

 

Los resultados macroeconómicos de esas alianzas hasta ahora  han sido mediocres, pero los resultados políticos han sido miopes pero satisfactorios.

 

No han mejorado el nivel de vida de la población, pero han  ayudado a sostener la represión y  los privilegios de  la nomenclatura.

 

Continuará…

 

Última actualización el Martes, 20 de Marzo de 2012 09:34
 
LA MIOPIA DE LOS LIDERES DE LA DISIDENCIA EN CUBA Y LAS SOLUCIONES PARA CURARLA PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 19 de Marzo de 2012 13:36

Por Gabriel Astengo.-

Si los lideres de la disidencia cubana en la isla, en vez de condenar de manera erronea, o al menos, no solidarizarse con la ocupacion de la Iglesia de La Caridad y algunas mas, por miembros del Partido Republicano de Cuba, y muy por el contrario, hubiesen apoyado esta novedosa estrategia de lucha llevada a cabo por este grupo de humildes opositores, en estos momentos la tirania estuviera a la defensiva, "con una papa caliente entre las manos" y el escandalo internacional proyectando la triste realidad de nuestra Patria, a solo una semana de la llegada a la isla del Papa Benedicto XVI, hubiese sido mayusculo.

Lamentablemente, quiza, estos llamados lideres, enredados en una mezcla de paranoia y afan de protagonismo, no tuvieron la suficiente vision para ello y se desaprovecho una valiosisima oportunidad, que nos hubiera adelantado en el camino para darle "jaque mate" al desgastado y despretigiado regimen castrista.

Hoy, casi todos ellos, se estan desmarcando de su torpeza y falta de solidaridad, haciendo declaraciones, que en esta ocasion, condenan la violencia del desalojo por pate de los esbirros, con la complicidad de la jerarquia catolica. No obstante, el error ya fue cometido, y solo queda sacar experiencia de este, para no volverlo a cometer jamas.

A solo unos dias de estos hechos, la tirania a incrementado la represion contra la oposicion, ejemplo de ello ha sido el arresto de numerosos opositores, incluidas la Damas de Blanco e intensificando su vigilancia alrededor de las iglesias, tratando asi de evitar que se repitan este tipo de acciones dentro de sus templos, tan peligrosas para su rigido control sobre el pueblo. No seria imposible, por parte de la oposicion continuarlas, pero sin lugar a dudas, mucho mas dificil, y con escasos dias restantes para la llegada del pontifice.

No creemos que sea inteligente seguir echandole en cara a la dirigencia opositora, su incomprensible ineptitud en este caso, mucho menos en estos momentos que la represion en contra de ellos se ha recrudecido. Ya lo hecho esta hecho y ya se dijo todo lo que habia que decir al respecto. Basta de criticas enconadas. Pasemos la pagina, eso si, sacando experiencia para evitar que esta triste situacion suceda de nuevo. Un verdadero opositor, nunca debe criticar publicamente a otros opositores en sus bien intencionadas estrategias u acciones, a menos que se tenga prueba de todo lo contrario.

Debemos evitar mas divisiones entre nosotros y tratar por todos los medios posibles, en los dias que nos quedan para operar dentro y fuera de la isla, desencadenar acontecimientos dentro de ella y poner de nuevo a correr a la dictadura y sus esbirrotes. Lo podremos lograr con nuevas acciones inteligentes y novedosas tacticas.

 
Las Damas y El Cobre PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 18 de Marzo de 2012 20:13

Por Pedro Corzo.-

Lo intentaron con denuedo, represión y muerte. Hicieron todo lo posible porque el hombre actuara en base a una ideología y no por sus sentimientos. Deportaron sacerdotes, persiguieron a los creyentes, cerraron iglesias, discriminaron a todos, en particular a las personas de fe, manipularon y  execraron lo que pudiera rivalizar con los valores de la nueva religión en la que Fidel Castro sintetizaba la Trinidad: Dios, Patria y Revolución.

El marxismo fracasó porque cree en un ser humano predecible y eso no es posible ni en los laboratorios. Somos un amasijo de contradicciones, grandezas, mezquindades, altruismo  y egoísmos.

El hombre, por sentimiento o convicción,  asesina  o lo arriesga todo para salvar al prójimo que no conoce. El ser humano es antes que todo un individuo único, producto de sus pasiones únicas, de sus experiencias exclusivas y de un entorno que aunque es todos,  a cada uno nos moldea de forma diferente.

Fracasaron, afirmación que no es nueva. Su derrota, a pesar de ser gobierno,  es en todos los ámbitos. La economía es un desastre, la capacidad productiva del país es prácticamente nula, la nación vive de la caridad pública y la nomenclatura para sobrevivir trata con definiciones distintas reeditar prácticas económicas que llevaron a la cárcel en un pasado reciente a miles de personas.

Socialmente el fracaso tal vez ha sido más rotundo. Las cárceles están llenas de hombres y mujeres jóvenes, las promesas de un ciudadano modelo no cuajaron. La corrupción es rampante. El egoísmo, la insolidaridad y la frustración ideológica  ha quebrantado el piso del sistema e impide la continuidad de un estado todopoderoso.

Pero su mayor fiasco, el desmentido más grande a la utopía castrista,  es la creencia en un sector del pueblo de que existe una voluntad trascedente,  una fuerza que supera sus certezas y a la que puede recurrir aun sin poder comprenderla o escucharla.

Las camisas de fuerza solo sirven para los que tienen vocación de esclavo, el individuo libre podrá ser controlado y manipulado una parte del tiempo,  pero no todo el tiempo, la voluntad de emanciparse de las cadenas que avasallan,  es la mayor turbación de los déspota.

Esa fe, que muchos no sienten por propias decisiones, es imposible represarla cuando el individuo las asume por su propia conciencia. Eso está pasando en Cuba. Los hijos de muchos de los que se ausentaron, de los que negaron la Iglesia  y abrazaron la nueva religión,  han vuelto. Se sienten bien en esa casa que los acoge a todos,  más allá de la voluntad de numerosos clérigos y la conveniencia de muchos monseñores.

Las vi. Eran decenas. En especial jóvenes. Negras, blancas y mulatas, el crisol cubano.  Vestidas de blanco. Entraron a la iglesia con la solemnidad y convicción del cardenal húngaro József Mindszenty y la tolerancia, amor y compromiso con la patria,  de Monseñor Eduardo Boza Masvidal.  Sentadas. Orando. Se dieron la paz con alegría y esperanzas. Salieron del Cobre con la flor en la mano. Reclamando ternura y compresión, porque es lo que defienden.

Van a la Iglesia a pesar de las amenazas y los abusos que padecen porque tienen la certidumbre de que es la casa de los perseguidos, de los que por su fe en un mundo diferente,  fueron capaces de enfrentar leones y gladiadores.

En ocasiones entran a la Iglesia a escondidas, burlando la vigilancia,  como si estuvieran cometiendo un delito que supuestamente las leyes del castrismo no contemplan. Son detenidas y ultrajadas. Sus casas sitiadas.

Siguen los pasos de los que en defensa de su fe en un mundo de muchos dioses y un gran déspota, reclamaban sus derechos a pensar libremente. Por sus prerrogativas como seres humanos,  están dispuestas a enfrentar las omnipotentes turbas del castrismo, la vesania de la policía política y la maldad de los que nacieron con un esbirro en su conciencia.

El castrismo es más eficiente en la capacidad de causar terror que los antiguos romanos. En la isla hay incontables coliseos porque las calles y las casas de los opositores son con frecuencia escenarios de los abusos y depredaciones de los chacales del totalitarismo.

Su fe ha convertido  el santuario de El Cobre,  la Iglesia de Santa Rita, y cualquier templo que frecuenten en la alternativa de la Esperanza.  Ellas creen en sus derechos, en los derechos de todos y entre esos derechos está el de creer en Dios mas allá de la autoridad de quienes lo nieguen y hasta de quienes mal lo representen.

Pedro Corzo
Periodista de Radio Martí.


Última actualización el Domingo, 18 de Marzo de 2012 20:19
 
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