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Artigos: Cuba
¿DONDE ESTÁ ALEXIS VALDÉS? ¿SE QUEDA O SE FUE DE MEGA TV? PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Jueves, 04 de Febrero de 2010 14:53


Por: JOSÉ L. MARTEL

Pregunto pues soy fan duro de Alexis Valdés. Actualmente lo considero el mejor humorista cubano y hispano de estos momentos. Alexis tiene la magia del humorista inteligente y sagaz que muestra la televisión de Miami. Pero salió, una vez y después o lo escondieron ya que después no se ha visto más.

Cuando terminó con América TeVe se llevó con él su programa "Seguro Q Yes" que actualmente es solo el anuncio matriz de Estrella Insurance en la televisión y prensa escrita. Pero ahora: ¿Quien me puede decir donde está, Alexis Valdés? Si realmente se marchó de Mega  tendrá que llevarse consigo "Esta Noche TuNight" es suyo y resultó su segunda creación artística en esta plaza, sin su presencia la noche se oscurrece y nada brilla. El elenco que formó es de primera clase, todos fantásticos pero, la cabeza es solo una, Alexis.

El periodista Arturo Arias-Polo en su artículo publicado en El Nuevo Herald titulado ¿Alexis Valdés se despega de la Mega? se esta cumpliendo. El manológo que abre el programa es de Alexis nadie podrá suplantarlo en ese  programa y como dije tiene con él cuatro magnificos artístas que siempre los idenfico por sus personajes: La Sor Dina, Magdalena La Pelua, Yeyo ULPO y ese genial que tantos papeles encarga y caracteriza a todo artísta que se le pida.

Él siempre comentaba de lo que pagaba Mega y que tenía que pedir un aumento de firmar un nuevo contrato. Al parecer eso ha ocurrido no aparece, los presentadores son varios todos los días y algo le falta al programa. Los artísta lucen disgustados y como si el cabeza faltase. El innegable que nuevo "look" de Alexis ha traído comentarios y opiniones en la calle ¿A quien quiere parecerse al merenguero dominicano, Toño Rosario? Lo acompaño en una fotografía.

Escribió Arturo que otras entidades codician sus servicios. Uno es Telemundo-Canal 51 que sinceramente necesita algo de humor. Alexis era la competencia que siempre anunciaba otro as del pasatiempo de la risa, El Pible. Aún asi creo que Pellizcáme... no se despierta, es mi compatriota pero Carlos Otero no le llega "ni a las chancletas que dejaría Alexis" en ningún lugar.

La gente pregunta por tí, Alexis, sal de la oscuridad y pronuncíate y Mega dime tú ¡Qué Volá...hoy me pones un presentador y mañana sale otro!

Miami, Florida, USA.
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Lic. José L. Martel
Periodista
Premio "Orden José Ma. Heredia" -INPL 2007
Premio  Estocolmo -Periodismo Digital-2009
Yoani Sánchez y su GENERACION Y
Última actualización el Jueves, 04 de Febrero de 2010 14:55
 
Los valores de Retamar PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Jueves, 04 de Febrero de 2010 10:18
Por FRANK CORREA
Hace poco vio la luz en Internet un trabajo del poeta  Roberto Fernández Retamar, presidente de Casa de las Américas, titulado ¿Crisis de valores en Cuba?, donde da respuesta a una alarmante condena mediática oficialista: “La juventud está perdida”.

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) -
En once cuartillas el poeta y funcionario de la cultura devela las causas  que lo obligan a  opinar sobre este polémico tema, reconoce tácitamente que “simplemente tendremos que aceptar, por más que nos duela, nuestra sociedad, y no solo su segmento más joven, se encuentra inmersa en medio de una profunda crisis de valores… donde se aprecia a todas luces, en la mayoría de las personas menores de cincuenta años, un evidente abandono de las buenas costumbres, las tradiciones, normas morales, de convivencia social y de respeto mutuo, un creciente y peligroso irrespeto al derecho ajeno, a la propiedad social, al cuidado del entorno, a las personas mayores, y un crecimiento inversamente proporcional a la chabacanería, las malas conductas sociales, el desapego al trabajo, la violación de la ley, el incremento  de las maneras incorrectas, la falta de educación formal, el desconocimiento y la falta de interés por la Historia patria, la lengua materna, la cultura autóctona”.
Y se pregunta inmediatamente: “¿Cómo es posible semejante paradoja en un país con un gobierno que lo ha dado todo por su pueblo, particularmente en la educación, al que considera modelo universal?”
Retamar intenta explicarlo desde su punto de vista, a partir de la relación directa que ve con la esencia de su trabajo, refiriéndose como valores al conjunto de normas, tradiciones, costumbres, hábitos de conductas y respeto, establecidos como conceptos, convicciones y principios humanistas, políticos e ideológicos acerca de lo bueno, lo malo, lo moral, lo honesto, lo perfecto, lo útil, lo bello, lo permisible, lo legal, lo humano, lo patriótico, los deberes y derechos ajenos, que “al ser interiorizados a través de todo el proceso educativo que recibe el individuo de parte de la familia, el ambiente social en que vive, la escuela, la sociedad en su conjunto, acorde a la época histórica concreta que le tocó vivir, los asume voluntariamente como parte íntegra de su formación educacional y de la vida misma, los cuales llegan a convertirse en sólidas convicciones arraigadas en lo más íntimo del mundo interior del sujeto”.
Varios párrafos después sentencia: “Pero la prolongada falta de satisfacción de las necesidades de la población, aumentadas por los rigores del bloqueo, unido a los continuados errores en la dirección de la economía a nivel nacional, así como las periódicas catástrofes naturales que en gran medida han ayudado a enmascarar la responsabilidad de muchos por las malas decisiones económicas, así como las deficiencias en la educación, hizo que poco a poco las generaciones emergentes se fueran desatendiendo de aquel futuro luminoso prometido desde los tiempos de sus abuelos, y que nunca acababa de llegar y cada vez parecía estar más y más lejos, hasta convertirse para los jóvenes de hoy en una quimera en la cual creían menos cada día, pues al no ver solución a sus necesidades materiales de existencia, dejaron de confiar en el discurso oficial y se desatendieron del mismo, poniendo en primer plano sus propios intereses”.
Desde su plataforma marxista, Retamar critica la violación en Cuba del principio de distribución socialista “De cada cual según su capacidad a cada cual según su trabajo”, sustituida por una plaga de dogmas, formalismos, rutinas, la repetición mecánica del discurso oficial, las arengas, las consignas, vueltos caldo de cultivo para procrear corruptos y oportunistas sembrados en lo cargos de dirección, desde donde lucran como señores en sus feudos y se oponen con todo su poder a quienes tratan de impedir tales prácticas.
Con un notado sentimiento de culpa  el poeta reprende lo ineficaz del sistema educativo en Cuba, reprocha los lineamientos para rescatar los valores perdidos en la sociedad cubana que tardíamente  traza el gobierno, a su juicio  demasiado genéricos, esquemáticos, pues para ese propósito indica una larga receta de discursos, frases, lemas en paredes y murales, matutinos en escuelas y centros laborales, como si el rescate de lo perdido y la solución a la crisis de valores que sufre la sociedad fuese una tarea más de orientación, dictada por el organismo superior que debe ser cumplida obligatoriamente por todos.
Y concluye:   “La juventud no está perdida. Lo que hizo fue seguirnos a nosotros,  los mayores, que avanzábamos por un rumbo equivocado”.
Última actualización el Jueves, 04 de Febrero de 2010 10:58
 
CUBA: SOBRE LA TENENCIA DE ARMAS ILEGALES PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Miércoles, 03 de Febrero de 2010 15:18

Por MARZO FERNÁNDEZ

No puedo estar dando opiniones serias sobre todo lo que me pasa por delante. Sin embargo, dada la importancia que para mi tiene el tema, me decido a dar mi opinión sobre el mismo. Los delincuentes en Cuba, nunca han sido muy adictos a la tenencia de armas de fuego, la ejecucion de un delito portando un arma de fuego; los acerca mucho a la pena máxima, el fusilamiento. Los delicuentes lo saben muy bien, porque esto es lo que ha sucedido
en los ultimos 50 años. Incluso, hasta en las salidas ilegales del país, se evita la tenencia de armas de fuego, esto puede maximizar la sentencia en casos de ser capturados. Para los delicuentes comunes lo máximo a utilizar en un hecho delictivo es un arma blanca, un cuchillo y en ultima instancia un machetín. Hasta ahí.
¿A qué obedece realmente esta medida?

Durante muchos años, los militares cubanos, los miembros del Ministerio del Interior, los dirigentes de alto nivel; se dedicaron a coleccionar armas de fuego, se conservaban en algunos caso como trofeos de la lucha en la Sierra Maestra, de la Invasión de Girón, se apropiaban para su tenencia personal, de los cargamentos de armas ocupados en la lucha del Escambray. Incluso se traían del extranjero ocupadas en las guerras de Angola, Somalia
etc. Todos los fieles servidores del régimen, eran depositarios de grandes cantidades de armas.

Incluso se llevaron a Cuba grandes cantidades de armas ligeras abandonadas por las tropas nortemericanas en Viet Nam.

El Ministerio del Interior era depositario de grandes cantidades de armas, fundamentalmente de origen norteamericano, en gigantescos almacenes, en la zona del cotorro en La Habana.

Estas armas eran la fuente para ayudar a la lucha revolucionaria en el mundo entero. Todas las armas eran de origen norteamericano. Incluso, fueron suministradas a los terroristas colombianos, en el intercambio por drogas.

Se puede afirmar, que muchas de las armas que se han utilizado de forma clandestina para subvertir el orden en America Latina han salido de estos almacenes.

Durante muchos años, el coronel Luscindo del Rosal, fue jefe de armamento del Ministerio del Interior, en extremo esplendido, se caracterizaba por regalar armas de colección y de alto valor, al entorno en que se desmpeñaba. Le fascinaba congraciarse con los jefes obsequiando armas de la cual era custodio. Era la vía más expedita de ganar adeptos y lograr apoyo en los ascensos y recomendaciones. Esta política se practicó durante muchos años.

Despues vinieron las Causas 1 y 2, los que otrora fueron fieles servidores del régimen, se convirtieron en sus peores enemigos, siendo sancionados algunos al fusilamiento y otros a largas condenas de cárcel. Las medidas represivas no se limitaron a las encausados se hicieron extensivas a sus subalternos más cercanos, inclusos amigos y familiares.

Hoy el país se encuentra, con la salida temporal del poder de Fidel, en una renovación total de los mandos militares se han sustituido los jefes de los 3 ejércitos, incluso a los estados mayores en su totalidad.

Raúl Castro sabe perfectamente, que muchos de estos excombatientes, que públicamente siguen mostrando lealtad al régimen, en su entorno privado están resentidos y frustrados y para evitar que en "un juego de dominó " se le ocurra a algunos de ellos organizar un atentado o un hecho sangriento es mejor "desarmarlos a todos sin excepción".


Jesús Marzo Fernández, Analista de La Nueva Cuba. Economista cubano, fue Secretario de la Comisión de Divisas del Grupo de Alimentación del Consejo de Ministros de Cuba.

Última actualización el Miércoles, 03 de Febrero de 2010 15:37
 
JUAN FORMEL Y LOS “VAN VAN” EN MIAMI. UN ENFOQUE PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Martes, 02 de Febrero de 2010 10:10

Poe JORGE HERNÁNDEZ FONSECA

Acaba de escenificarse en un céntrico teatro de Miami, la presentación de Juan Formel con su orquesta “Los Van Van”, precedida de una polémica en torno a su papel, ahora, en la capital del exilio histórico cubano. Es claro que los exiliados tienen derecho a manifestarse de la manera que lo hicieron, cuando se trata del director de una importante orquesta de la isla, que quedó comprometido al firmar una carta de apoyo –por cobardía o convicción-- a los fusilamientos de tres jóvenes cubanos que no habían cometido delito ninguno para merecer la pena la muerte.

 

Junto a Formel padre, el exilio tuvo que engullir su hijito, ahora director “hereditario” de la orquesta. Asesino convicto y confeso de una anciana indefensa en Cuba, Formel hijo es el prototipo del “hombre nuevo” del comunismo cubano. Hace y deshace en la isla sin que le suceda nada, como corresponde a los hijos de los que hoy oprimen nuestra querida patria.

 

Son razones de peso. No obstante lo anterior, hay aspectos en lo sucedido que me gustaría analizar. En primer lugar, nadie duda que la falta de divisas frescas en los cofres de la dictadura es el motivo originario de esta presentación de artistas de la isla en EUA. En segundo lugar, hay mucho de provocación contra el exilio histórico, en el hecho de decidir presentarse precisamente en Miami, lo que justifica la animadversión de sus líderes contra la orquesta.

 

Sin embargo, esos dos factores no son --ni únicos ni definitorios-- analizados desde el punto de vista de los músicos implicados y de la grave situación económica, moral y social, porque la que atraviesa la isla hoy. La situación general en Cuba no solamente es mala para la dictadura, que carece de divisas y de apoyo. Es complicada adicionalmente para los residentes de la isla --para todos-- músicos y no músicos. Por eso me gustaría ponderar las causas y consecuencias de lo sucedido en esta semana en Miami a la luz de un enfoque más amplio y abarcador.

 

Juan Formel no sólo tiene un hijo asesino. Tiene también una hija viviendo en Miami. Quizá ella se considera “emigrante” y no exilada, pero eso no resta en nada al hecho que las autoridades comunistas cubanas la consideren una “gusana de Miami”. El hecho que Formel la hiciera subir al escenario, diciendo que él también era “víctima de la división familiar” y que se “encomendara a Dios” para agradecerle el permitir esa unión con ella, es sintomático de un momento especial.

 

Es el momento especial que viven todos los que residen en la isla. Tanto Formel como el resto de los cubanos comprometidos con los crímenes de los hermanos Castro, probablemente hayan decidido comenzar su exorcismo que los redima del pasado. Formel no es una excepción. No sólo hizo subir al escenario a su hija, también saludó públicamente a dos importantes músicos cubanos “quedados”; hizo subir al escenario a un ex integrante, fundador de su orquesta, también “quedado” en Miami; dijo que “era de aquí y de allá”; había dicho en entrevista con la prensa que estaría dispuesto a cantar con Willy Chirino y con Gloria Estefan y que abogará por la presencia en la Habana de músicos del exilio. No es poca cosa en Cuba.

 

Claro que todo pudiera no pasar de una estrategia para garantizar la necesidad que tiene la dictadura de que sus artistas sean aceptados en Estados Unidos. Pero también pudiera ser que, en el interior de cada cubano, haya llegado el límite del fingimiento (sin que esto exima sus culpas anteriores, todos tienen un límite) máxime cuando la dictadura se desgaja a pedazos sin ofrecer nada a quienes mantengan la actitud que siempre el dictador ha exigido a sus incondicionales y cuando todos saben que a la muerte de Fidel, todo puede suceder.

 

Hasta hoy todas las acciones en Cuba han sido precedidas de “órdenes superiores”. La sociedad civil no existe, fuera del reducido grupo de opositores vigilados hasta la saciedad. Pero la fuerza sociológica es más poderosa que la coacción mantenida indefinidamente, hasta que el dique ser rompe, aún sin estrépitos, a través de pequeñas acciones contestatarias de reafirmación, antes prohibidas y auto censuradas, que ven la luz como destellos inocentes, cuando en realidad surgen de lo profundo del cansancio y la desidia por la falta de sensatez propia.

 

Es difícil esperar una reacción violenta de parte de la sociedad civil cubana. Sin embargo, pequeños gestos de protesta auto reprimidos antes, surgen ahora como descubrimientos, como verdaderos hallados, que se asumen como un exorcismo necesario a la auto reafirmación. La sociedad civil en Cuba ha comenzado a tratar de hacer su voluntad “por fuera”, como se hace todo en la isla, muestra de lo cual pudiera ser esta reacción inexplicable de Formel en Miami.

 

El enfoque anterior no da ni tira razones a Formel para su proceder anterior. Lo que señala --de estar en lo cierto-- es el camino de reblandecimiento de una buena parte de la minoritaria población cubana que aún apoya la dictadura, que ha comenzado a pensar con su cabeza propia y no con las consignas sin sentido a que eran obligados a seguir ciegamente. Es la aparición en la zona consciente del pensamiento positivo de todos los cubanos, relativo a los verdaderos valores que tenemos sobre la Nación, la patria, el exilio y el fracaso de la revolución.

 

 

Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Martes, 02 de Febrero de 2010 10:22
 
LAS BRIGADAS JHONSON PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Lunes, 01 de Febrero de 2010 01:10

Por PEDRO CORZO

Este calificativo no identificaba una fuerza especial del gobierno de Estados Unidos, entrenada, preparada y avituallada para actuar contra el régimen cubano. No fue que se gestara durante el gobierno del presidente Lyndon B. Johnson otra expedición contra la dictadura de los Castro, en la que Washington había depositado tanta confianza que la había identificado con el nombre de quien presidía la nación en aquel momento.

Las Brigadas Johnson, no fueron otro producto de la Guerra Fría,  y menos aun una consecuencia del diferendo que existe entre Estados Unidos y Cuba desde hace más de medio siglo, fue una decisión del régimen cubano que se corresponde plenamente con la violación sistemática y permanente de los derechos de sus ciudadanos.

En 1965 en una de sus acostumbradas provocaciones, pero que confirmaba que era el amo y señor de Cuba,  Fidel Castro dijo que abriría un pequeño puerto pesquero en el norte de la provincia de Matanzas que recibiría embarcaciones en las que podrían salir los cubanos que así lo desearan. El reto fue aceptado y en menos de una semana una doscientas embarcaciones anclaban en Camarioca  para recoger a los cubanos que desesperaban por abandonar la isla.

El festín duro poco más de un mes, al cabo de los cuales Washington y La Habana acordaron un puente aéreo entre Varadero y Miami que sacaba como promedio de la isla unas 3,500 personas mensuales y que cuando concluyó en 1973 había transportado hacia Estados Unidos más de doscientas cincuenta y cinco mil personas.

Aquellos denominados “Vuelos de la Libertad”, también conocido como el “Puente Aéreo”, fueron paradójicamente la base sobre la que la dictadura estableció las Brigadas Johnson, un sistema de esclavitud que se extendió por años y que violentó los derechos de forma directa o indirecta a cientos de miles de cubanos.

Las Brigadas Johnson estaban integradas por hombres y mujeres solteros, o jefes de familia, que habían expresado su deseo de salir de Cuba y que habían cumplido ante las autoridades los trámites pertinentes. Los familiares que quedaban en las casas perdían sus empleos regulares y padecían en no pocas ocasiones el ostracismo de familias y amigos que no querían ser asociados con un traidor. Hubo muchos que siguieron siendo fieles al amor familiar y a la amistad, pero es imposible negar que el miedo venció y transformó los buenos sentimientos de muchas personas.

Como es conocido el gobierno de los Castro, aun lo hace, siempre se ha reservado el derecho de conceder o nó la salida a sus ciudadanos, pero también la facultad de imponerles la penalidad que considerara pertinente a los que califica de traidores a la Patria. Una de esas penalidades eran los mítines de repudio, aquellas personas después de años de trabajar como esclavos, el día que les era permitido abandonar el país, sufrían un acto de repudio en el que decenas de personas agolpadas en la puerta de la casa vejaban, ofendían y en muchos casos agredían de obra a los que partían. Siempre con la anuencia de las autoridades que le permitían a sus partidarios todos los excesos.

Entre aquellos hombres y mujeres -a las brigadas de trabajo integradas por mujeres que esperaban abandonar el país en muchos lugares el pueblos las llamaba las “Brigadas Jacquelin”- estaba representada toda la sociedad cubana de la época. Profesionales, obreros, campesinos, amas de casa, estudiantes. Eran obligados a trabajar en faenas ajenas a sus funciones habituales, en su mayoría en labores agrícolas en jornadas que promediaban 14 o 16 horas diarias.

Estos individuos eran alojados obligatoriamente en barracones que se encontraban en pésimas condiciones sanitarias. Vigilados y controlados a cambio de que le reconocieran el derecho de salir del país, cumplían un castigo que fluctuaba entre los tres y cinco años.

Los alimentos eran pocos y malos. El trabajo duro, pero en cierta medida preparó a aquellas personas para enfrentar las vicisitudes de una vida en una sociedad diferente, con lengua distinta y con grandes posibilidades de no poder, por lo menos por un periodo de tiempo, trabajar en lo que estaban preparados. Se les concedía un permiso cada trece días de trabajo continuó, Solo entonces les era permitido reunirse con los familiares que no habían sido castigados.

Los que por algún motivo, casi siempre por padecer alguna enfermedad severa o tener una edad avanzada, no eran enviados a trabajar en el campo, eran asignados a recoger basura, limpiar calles o trabajar en los cementerios. No era difícil encontrarse un locutor radial o un abogado de sepulturero. Los médicos podían ser enviados al campo o simplemente ubicados en algún lugar lejano de su casa y familia, a realizar funciones para la que estaban sobre calificado.

En el momento de la salida eran confiscados los bienes de todos los miembros de la familia. Autos, casas, muebles, joyas y dinero. Los ahorros bancarios tenían que ser los mismos del día de la presentación de los documentos de salida, si ese dinero no estaba en el banco debía reponerse o la persona no podría abandonar el país. Los autos, si alguien tenía, se debía entregar en perfectas condiciones. Los varones entre 15 a 26 años no podían dejar el país. No pocos funcionarios y profesionales después de haber estado castigado por años en el momento de la salida eran informados que se les prohibía ese derecho porque el gobierno consideraba que eso afectaba la seguridad de la revolución.

Los famosos Vuelos de la Libertad, fueron costeados en su totalidad por Estados Unidos y cancelados por el régimen de Cuba, duraron ocho años pero las Brigadas Johnson le sobrevivieron. Muchos meses después de terminados los vuelos, miles de personas continuaban trabajando en labores ajenas a su profesión y cuando dejaron esas tareas por el convencimiento de que no podrían salir del país, siguieron estigmatizados y con sus derechos disminuidos en un país que no reconoce los derechos de sus propios partidarios.

Pedro Corzo

Última actualización el Lunes, 01 de Febrero de 2010 01:13
 
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