Por ANDRÉS CAÑIZALEZ.-
El telón de fondo sigue siendo la pandemia de Covid-19 y su impacto no solo sanitario, sino fundamentalmente social y económico. Junto a ello, América Latina vivió este año 2021 un periodo donde predominaron más las sombras que las luces en materia de democracia y derechos humanos, según expertos consultados por DIARIO DE CUBA.
América Latina y el Caribe ha sido la región más afectada por la pandemia del Covid -19, según los indicadores para este 2021 de la Comisión Económica de la ONU para América Latina (CEPAL). La región experimentó una desaceleración económica histórica en 2020. En el primer año de la pandemia, el producto interno bruto (PIB) de la región se contrajo en torno al 7%. A pesar de un aumento de alrededor del 6% en 2021, no se espera una recuperación plena antes de 2023-24.
Según la CEPAL, que presentó su balance el pasado 2 de diciembre, el impacto de la crisis por Covid-19 ha sido asimétrico, afectando especialmente a los grupos más vulnerables. En América Latina, como resultado de la pandemia, los niveles de pobreza y pobreza extrema están en su punto más alto en los últimos 20 y 12 años, respectivamente.
"La pandemia ha tenido un impacto devastador en términos económicos y sociales", apunta Támara Taraciuk, subdirectora para las Américas de Human Rights Watch, al ser consultada por DIARIO DE CUBA.
Por su parte, Andrés Serbin comenta que, si bien algunas economías comenzaron a recuperarse en 2021, "los indicadores relacionados con desigualdad y pobreza se han profundizado y refuerzan un rasgo que se ha hecho identitario para la región". Serbin es el presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), con sede en Buenos Aires.
Taraciuk resume con esta frase su visión de lo ocurrido en América Latina en este 2021, en materia política e institucional: "El Estado de derecho está hoy en jaque en la región". A su juicio, en el transcurso del año se ha registrado un retroceso alarmante de libertades esenciales. Teniendo ella una dilatada experiencia en el campo de la defensa y promoción de los derechos humanos sostiene que "estamos ante uno de los desafíos más graves en mucho tiempo".
Junto a lo que ocurre, de forma muy negativa, con las tres dictaduras de la región (Cuba, Nicaragua y Venezuela), ella ve con preocupación el retroceso de derechos y libertades en gobiernos democráticos de la región. "Nos ha tocado defender espacios que antes dábamos por sentado", sostiene.
Serbin, por su parte, le comenta a DIARIO DE CUBA su preocupación —que es coincidente con Taraciuk— por lo que considera "un creciente nivel de autoritarismo y proceso de retroceso democrático" en América Latina.
Teniendo como telón de fondo la pandemia por Covid-19, que efectivamente requirieron de medidas de confinamiento y resguardo de la población, por un lado, las dictaduras establecidas profundizaron sus modelos de control social de la población, mientras que presidentes electos democráticamente apostaron por debilitar al sistema de libertades. En materia de desarrollo democrático y derechos humanos, con excepciones obviamente, América Latina estuvo reprobada en este 2021.
Taraciuk recuerda que las dictaduras establecidas aprovecharon este año para profundizar en sus políticas restrictivas y represivas. El caso más emblemático del año lo constituye a su juicio Cuba, donde el régimen castrista reprimió brutalmente las manifestaciones ciudadanas del 11J y donde en los últimos tiempos se ha registrado un acoso y represión contra artistas e intelectuales para censurar sus expresiones críticas por la falta de libertades esenciales.
La subdirectora para las Américas de HRW, recuerda asimismo que ocurrieron elecciones en los otros dos países bajo modelos autoritarios. En el caso de Nicaragua se vivió claramente una farsa que registró la detención de siete candidatos presidenciales y decenas de activistas sociales y políticos en el periodo previo a la votación del 7 de noviembre.
En cuanto a Venezuela, Taraciuk destaca que es el primer país de la región en el cual la Corte Penal Internacional ha decidido abrir una investigación formal para determinar la existencia de crímenes de lesa humanidad y, eventualmente, establecer responsabilidades penales entre los altos funcionarios del chavismo.
En relación con las elecciones venezolanas del 21 de noviembre para elegir alcaldes y gobernadores, recordó que la Unión Europea, tras su observación en el terreno, estableció que no se habían dado condiciones para unas elecciones limpias.
"Junto a estas tres dictaduras, tenemos los casos de países donde líderes que tienen legitimidad, que llegaron al poder por vía democrática, se han dedicado a debilitar el Estado de derecho. Eso lo hemos visto en Brasil, México, El Salvador", explica Taraciuk.
"Presenciamos en 2021 una situación donde incluso bajo gobiernos democráticos se dedican a atacar la independencia judicial, a la prensa libre, a la sociedad civil", manifiesta con pesar la activista de derechos humanos.
Aunque comenta que hay una "fragilidad institucional en varios países" de la región, Serbin pone de relieve en su balance de este 2021 que positivamente, tras situaciones de protestas y estallidos sociales en años recientes, ha prevalecido en diversos países "un sistema de institucionalidad democrática que permite llegar a elecciones y lograr transmisiones de poder de un signo político ideológico a otro", tal como ocurrió en Ecuador y como transcurre en Chile tras las elecciones del 19 de diciembre.
Taraciuk y Serbin coinciden en señalar como un problema de envergadura para América Latina y el Caribe, como signo de este 2021, la crisis migratoria. "Hablamos de millones de migrantes. Eso Incluye obviamente a venezolanos, pero también están los centroamericanos", indica Taraciuk.
Serbin ve con preocupación cómo la profundización de la pobreza y la desigualdad terminan por expulsar a las personas de sus países y, recuerda que el problema migratorio en una América Latina en crisis también debe verse por los países de acogida de migrantes en la región, dado que la salida de personas no ocurre solamente hacia afuera de América Latina. Coincide con Taraciuk en señalar que Venezuela y Centroamérica han sido los principales focos de una crisis que se prevé podría profundizarse en 2022.
Finalmente, al poner en la balanza al año 2021, Serbin presta atención a la ausencia de una voz unificada de América Latina en la discusión global.
Para el presidente de CRIES esto es resultado de la polarización política: "Esta polarización deviene en fragmentación de los mecanismos de integración regional, lo cual dificulta la posibilidad de que se alcance una voz conjunta de la región para poder tener una interlocución con el resto del mundo".
Asimismo, Serbin observa que América Latina y el Caribe, posiblemente fruto de la disputa geoestratégica de China y EEUU, ha cobrado nuevamente relevancia, después de algunas décadas. "Tenemos una gran presencia china en América Latina, mientras que en EEUU falta una política consistente para la región", precisa este veterano observador de la política internacional.
Menciona que, en 2021, junto a China y EEUU, estuvo Rusia como otro actor internacional con intereses en América Latina, y otros actores menores, como es el caso de India.
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