El presidente del Partido Socialdemócrata de Cuba, Vladimiro Roca, fue liberado tras pasar dos horas en una comisaría del sur de La Habana. La policía lo había detenido en un control vehícular

Vladimiro Roca, presidente del ilegalizado Partido Socialdemócrata de Cuba, fue liberado tras dos horas y media de reclusión en una comisaría de San Antonio de los Baños, en el sur de La Habana, por preguntar a unos policías la causa del registro del camión de pasajeros en el que viajaba.

Según informó Roca, los policías del puesto de control, ubicado en la entrada de dicha localidad, dieron el alto al vehículo en el que viajaba para efectuar un registro rutinario, lo que suscitó dudas en el opositor.

"Le pregunté con todo respeto por qué nos registraban y uno de ellos me dijo que yo no era quien para pedirle explicaciones", relató Roca. "Entonces me dijo que yo estaba ya mayorcito para reclamar nada que debía ser más disciplinado", agregó.

Tras este diálogo, los agentes comprobaron su identidad y vieron que era un ex preso que había cumplido cinco años de condena por "contrarrevolucionario" y lo detuvieron. "Pasé unas dos horas y media apresado sin que nadie me explicase la situación", indicó.

Finalmente, un representante del Ministerio del Interior, que se identificó como 'Coronel Mario', autorizó la liberación de Roca aunque le advirtió de que sería acusado de un delito de falta de respeto a la autoridad. "No creo que me acusen de nada porque si fuera así me tendrían que haber dado allí mismo un documento con los cargos", señaló.

Asimismo, el disidente descartó que esta captura forme parte de las llamadas detenciones de corta duración, utilizadas por el Gobierno cubano para presionar a la oposición, según reveló un informe divulgado la semana pasada por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y reconciliación Nacional (CCDHRN). "Esto fue más bien un hecho puntual, una casualidad porque me rebelé", apuntó Roca.

El peruano escritor Mario Vargas Llosa se ganó el Nobel de Literatura pero tiene el Antinobel de la ética, dijo el viernes el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.

“La Academia Sueca no sorprendió a nadie al conceder este jueves el Premio Nobel de Literatura 2010 al escritor ¿peruano, español? Mario Vargas Llosa”, dijo una nota del rotativo que informó sobre el premio a sus lectores y en alusión a la doble nacionalidad del escritor. “Desde hace años su nombre sonaba en las cábalas y el lobby en torno a su candidatura crecía”, agregó.

Vargas Llosa, de 74 años, fue noticia la víspera cuando se anunció su galardón. La televisión cubana mostró algunas imágenes de una conferencia de prensa que ofreció en Nueva York el creador de “La casa verde” y “Conversaciones en la Catedral”, pero sin mayores comentarios.

Granma reconoció sin embargo los valores artísticos de Vargas Llosa.

“Nadie duda de sus aportes innovadores a la literatura universal desde las letras hispanoamericanas, desde sus textos iniciales, ‘Los cachorros’ y ‘La ciudad y los perros’, hasta los más recientes”, indicó.

Pero la vertiente política del narrador y sus polémicas posiciones en esta materia causaron la arremetida del rotativo.

“Lo que ha construido con la escritura lo ha ido destruyendo con su catadura moral, los desplantes neoliberales, la negación de sus orígenes y la obsecuencia ante los dictados del imperio. No hay causa indigna en esta parte del mundo que M.V.Ll. deje de apoyar y aplaudir”, manifestó.

“Si los pueblos votaran en Estocolmo, lo habrían hecho por el Antinobel”, indicó Granma.

A comienzo de los años 60 y al calor del triunfo de la revolución, Vargas Llosa estuvo cercano a Cuba y su proceso y en reiteradas ocasiones participó de actividades o como jurado del premio literario Casa de las Américas, el más prestigioso de la isla y ahora uno de los más longevos del continente.

Sin embargo, a partir de los 70 comenzó a romper con la izquierda y también con la isla. En los últimos años acompañando su giro ideológico se lo escuchó en reiteradas ocasiones tildar de “dictador” a Fidel Castro o firmar cartas y escribir artículos a favor de la disidencia en Cuba.

Vía AP