Los cubanos ya podrán importar carne fresca, embutidos, productos de mar y otros alimentos, siempre que estén empaquetados al vacío para viajeros y personas naturales, según una resolución divulgada este martes por el Ministerio de la Agricultura y el Centro Nacional de Sanidad Animal. Este documento flexibiliza una disposición anterior, publicada en agosto, que prohibía la importación de varios productos cuya entrada será libre a partir de ahora.

De acuerdo al texto, se concederán "facilidades" a quien traslade a la Isla cualquier carne en estado fresco, de congelación, deshidratada y semielaborada, como hamburguesas y picadillo, con la única condición de que lleguen correctamente selladas e identificadas.

Podrán importarse, pero con carácter temporal, embutidos como jamón, chorizos y salami, si se encuentran en las mismas condiciones de empaquetado

Podrán importarse, pero con carácter temporal, embutidos como jamón, chorizos y salami, si se encuentran en las mismas condiciones de empaquetado.

Se mantendrá la autorización para la entrada de conservas de cualquier clase, incluyendo las de productos marinos, leche en polvo, leche fluida UHT (procesada a altas temperaturas) y postres lácteos, así como quesos maduros pasteurizados.

Sigue "absolutamente" prohibida la entrada de leche y lácteos no pasteurizados, así como de la carne "procedente de la fauna silvestre", en cualquier modalidad de conservación. El fin de mantener esta restricción es "evitar la introducción de agentes biológicos que producen enfermedades perjudiciales a los animales domésticos, a la fauna silvestre y al hombre en el caso de las zoonosis".

El Ministerio de la Agricultura proporciona, además, una lista de "países elegibles" para la importación, que "pudieran modificarse en relación con cambios en la situación zoosanitaria" de los lugares de procedencia de los alimentos.

Los países, cuya denominación debe figurar claramente en la etiqueta del producto, son España, Estados Unidos, Portugal, Canadá, México, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay.

Si algún viajero trae productos "cuyo embalaje sufra alguna rotura o deterioro", el texto prevé su decomiso e incineración inmediata.

Si algún viajero trae productos "cuyo embalaje sufra alguna rotura o deterioro", el texto prevé su decomiso e incineración inmediata

La nueva regulación intenta aliviar la escasez de alimentos en Cuba, sumergida en una crisis de producción agropecuaria de grandes dimensiones. La escasez y la dificultad para encontrar comida, la inflación creciente y la necesidad de recurrir al mercado, tanto estatal como informal, de divisas, convierte el tema alimenticio en uno de los más delicados para la población.

Esta medida se toma semanas después de que el Gobierno haya emitido una Ley de Soberanía Alimentaria. La legislación prometía entonces "producir alimentos de forma sostenible y dar acceso a toda la población a una alimentación suficiente, diversa, balanceada, nutritiva, inocua y saludable, reduciendo la dependencia de medios e insumos externos con respeto a la diversidad cultural y responsabilidad ambiental".

La normativa ejecutada por el Ministerio de la Agricultura no solo desdice el texto sobre soberanía alimentaria, sino que continúa buscando en el exterior la solución al problema alimenticio de Cuba, un país que importa alrededor del 80% de los alimentos que consume.

14 Y MEDIO

El cardenal Juan de la Caridad García, arzobispo de San Cristóbal de La Habana, pidió al gobierno de Cuba “un diálogo mayor” con la Iglesia Católica, según trascendió en una entrevista en España con la cadena radial COPE.

“Ahora estamos estancados. Deseamos hablar, pues no hemos tenido facilidades para conseguir lo que pedimos, en un diálogo de mayor entendimiento en relación con los problemas de la Iglesia y también con las necesidades del pueblo”, afirmó el purpurado después de describir etapas anteriores.