Las repercusiones de los embates victoriosos de Yoani contra “los demonios” pagados por la embajada cubana en la capital brasileña adquirieron en Brasil ribetes de leyenda. Después de la presentación brillante y ovacionada de la “bloguera cubana” (como la califica la prensa brasileña), al día siguiente había un programa a cubrir en la capital del estado de la Bahía, la ciudad de Salvador.

Sin embargo, antes de irnos al auditorio universitario la noche del martes 19/02, había entrado una llamada al teléfono celular del documentalista brasileño Dado Galvão, convidando a Yoani “y su comitiva” a visitar el Congreso Nacional (era una invitación del Diputado Federal Otavio Leite en coordinación con el senador Eduardo Suplicy) para lo cual fueron enviados los correspondientes boletos de avión.

Si la repercusión de la llegada de Yoani Sánchez a Brasil confirmó --según la prensa brasileña-- la organización de los ‘actos de repudio’ por parte de la embajada cubana, materializado en la ruidosa bienvenida de Yoani por un grupito de asalariados del embajador cubano en el aeropuerto de Recife (confirmando la información de la revista VEJA) el pretendido linchamiento en “Feria de Santana” por otra claque traída de otras ciudades del estado de la Bahía, vino a colocar definitivamente la opinión pública brasileña del lado de la frágil y activa cubanita.

La canallada de “Feria de Santana” fue ejecutada además contra uno de los senadores más queridos y respetados entre los políticos brasileños, Eduardo Suplicy, con reconocida militancia en la izquierda, objeto de improperios y faltas de respeto de la turba sedienta de sangre. Lo sucedido quedó como un acto de intolerancia inadmisible, no sólo contra una supuesta bloguera “agente de la CIA” como se quería hacer ver, sino como un intento de un país extranjero (el gobierno cubano) de definir el curso de la política interna del Gigante Sudamericano.

El conocido profesor y sociólogo cubano Juan Clark se suicidó en su residencia de Miami en la madrugada de este martes, informa Radio Martí. Tenía 74 años.

Clark, de reconocida y larga trayectoria académica en el Miami Dade College (MDC), participó como paracaidista en la fallida invasión de Bahía de Cochinos, en 1961.

Es autor, entre otras obras, de Cuba, mito y realidad: Testimonios de un pueblo (1990), de 800 páginas, con varias ediciones en español y traducido al inglés, francés y portugués.

El libro hace un recuento histórico de la situación que se originó en Cuba a partir de 1959, con la llegada al poder de Fidel Castro, y que Clark calificó en una entrevista de "explicación del éxodo cubano".

Para Clark, quien a la hora de sentarse a escribir el libro había hecho unas 1.500 entrevistas, era necesario revelar por qué se iban de Cuba tantos jóvenes, la mayoría de los estratos más pobres, cuando la Revolución decía ser de los "humildes y para los humildes".

Como experto en asuntos cubanos, el académico participó en comités congresionales y dictó conferencias en varias ciudades de Estados Unidos, América Latina y Europa.

Era profesor emérito de Sociología del MDC. "Es un día de gran tristeza" para la institución educativa, dijo su presidente, Eduardo Padrón, citado por el diario El Nuevo Herald. Clark "defendió sus principios, primero con las armas en la mano, y luego con la fuerza de la palabra y un compromiso civil insobornable", añadió.

Clark escribió dos libros sobre la Iglesia Católica en Cuba y el año pasado fue responsable de un capítulo en, Cubans: An Epic Journey (Cuba: una travesía épica), sobre la lucha para liberar la Isla. Esta obra fue parte de un proyecto dirigido por el grupo Facts About Cuban Exiles (Hechos sobre los Exilados Cubanos, FACE).

De acuerdo con El Nuevo Herald, que no recoge la versión del suicidio, el lunes Clark dijo que no creía la promesa de Raúl Castro de dejar el poder en cinco años.

"Creo que muchos estaban impacientes por ver el final del sistema, y desafortunadamente eso no ha ocurrido", afirmó.

Lo sobreviven su viuda, Clara de León, y sus hijos Juan y José Alberto Clark.

Tomado deL DIARIO DE CUBA