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El exprisionero político del Grupo de los 75 Ángel Moya fue detenido este miércoles por la mañana en Pedro Betancourt, Matanzas, cuando salía de la casa de su familia, informó a DIARIO DE CUBA desde La Habana su esposa, Berta Soler, líder de las Damas de Blanco.
Moya y otros cuatro activistas de su organización, Movimiento Libertad Democrática por Cuba, habían repartido el martes por la tarde en las calles de Pedro Betancourt "material informativo" y ejemplares de la "Demanda ciudadana por otra Cuba", firmada por centenares de cubanos dentro y fuera de la Isla y que exige al régimen ratificar los pactos firmados en la ONU en 2008 y poner en práctica "las imprescindibles garantías legales y políticas" establecidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Al parecer, en el momento en el que distribuyeron los documentos las autoridades no se dieron cuenta o decidieron no actuar, dijo Soler. Pero desde el final de la tarde del martes aumentaron la vigilancia alrededor de la casa de la familia de Moya, señaló.
El opositor fue liberado posteriormente. Según fuentes de la disidencia, "le levantaron un acta de advertencia" y un personaje del Partido le dijo que si seguía en la repartición de propaganda, lo iba a "despingar".
Según informó a través de Twitter el periodista independiente Iván García, la Seguridad del Estado organizó una hoguera en Pedro Betancourt para quemar la "Demanda por otra Cuba", junto a otros papeles robados a los disidentes.
Los demás opositores que participaron en el reparto de documentos son Félix Sierra Sotomayor, Juan González Ibáñez, Silvio Noriega Ibáñez, Vladimir Moya Acosta, hermano de Ángel Moya.
No es el primer acto represivo contra activistas que dan a conocer la "Demanda Ciudadana por otra Cuba". El pasado 16 de agosto la policía lanzó gas pimienta a tres miembros de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) que repartían el documento en el municipio habanero de Marianao, según informaron entonces fuentes opositoras.
Los disidentes Diosbel Suárez, Idalberto Acuña y Santiago Cardoso fueron golpeados y arrestados, pero antes lograron repartir al menos un centenar de copias del documento.
Ángel Moya ha sufrido "innumerables" detenciones desde que salió de la cárcel, en febrero de 2011, señaló su esposa. Solo este mes ha sido apresado tres veces, dijo.
Muchos de los arrestos se producen cuando visita Pedro Betancourt, su localidad natal.
"El Gobierno no quiere que vaya a otras provincias", denunció Soler. "Dicen que él es un provocador".
El arresto anterior en Pedro Betancourt ocurrió el 12 de agosto, cuando Moya y otros seis activistas presenciaban un registro de la Policía y la Seguridad del Estado en la vivienda de un opositor.
La violencia empleada por las fuerzas del régimen en la detención desató protestas de vecinos, que incluso lanzaron piedras a las autoridades, según testigos.
La "Demanda ciudadana por otra Cuba" fue entregada en junio a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
"Sentimos un profundo pesar por la prolongada crisis que vivimos y la demostrada incapacidad del gobierno actual para realizar cambios de fondo. Esto nos obliga desde la sociedad civil, a buscar y demandar nuestras propias soluciones", dicen los firmantes de la campaña, que continúa recogiendo firmas en internet.
"Los ingresos miserables, la escasez de alimentos y vivienda, la masiva emigración por falta de oportunidades, la discriminación del pensamiento diferente, la ausencia de espacios de debate público, los arrestos arbitrarios, la falta de garantías ciudadanas, la corrupción y la inamovilidad de la elite gobernante son algunos síntomas de la difícil realidad que enfrentamos", denuncian.
"Queremos debatir públicamente sobre la doble moneda, las restricciones migratorias, los derechos del trabajador a un salario digno, el derecho de cualquier cubano, viva donde viva, a fomentar iniciativas económicas en su propio país, la crisis demográfica, el libre acceso a internet y a las nuevas tecnologías. Queremos debatir sobre el ejercicio de la democracia", declaran.
Piden al Gobierno, además de las garantías recogidas en la Declaración de Derechos Humanos, que "ratifique el Pacto de los Derechos Políticos y Civiles y el Pacto de los Derechos Económicos Sociales y Culturales de las Naciones Unidas", firmados por diplomáticos cubanos el 28 de febrero de 2008 en Nueva York.
"Esto garantizaría el pleno respeto a los ciudadanos sin importar cuáles sean sus ideas o su accionar político-social y que sean restaurados sus derechos a todos los que por sus opiniones, discrepen del gobierno", opinan.
"Consideramos estos derechos esenciales en la formación de una Cuba moderna, libre y plural, que nos acoja a todos por igual e inserte nuestra soberanía en un mundo dinámico y cada vez más global", añaden.
Afirman sentirse "comprometidos con una transformación democrática, donde todos puedan aportar sus visiones y contribuir a su materialización".
Tomado del DIARIO DE CUBA
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