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La operación y convalecencia de Cristina Kirchner han puesto al descubierto las interioridades del régimen kirchnerista donde algunos funcionarios como Carlos Zannini, Secretario Legal y Técnico de la Presidencia desde hace 10 años, acaparan más poder e influencia que el propio vicepresidente Amado Boudou.
(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Los analistas coinciden: Boudou es una presidente fantasma y protocolario en este momento y las riendas las sigue teniendo Cristina Kirchner en la lejanía y, en el día a día, su fiel Carlos Zannini así como su hijo Máximo Kirchner.
¿Pero quién es Zannini?
Es un kirchnerista de pura cepa, vinculado a Néstor Kirchner desde los años 90 en Santa Cruz -aunque él es de Córdoba- y de procedencia ultraizquierdista en su juventud (le sitúan algunas fuentes dentro del maoismo, en Vanguardia Comunista).
Tras el golpe militar de 1976, Zannini fue detenido durante cuatro años en una cárcel de la ciudad de La Plata. En los 80 conoció a los Kirchner a cuya fortuna permanece unido hasta la actualidad.
Desde 2003 ha ocupado el mismo puesto de la administración, Secretario Legal y Técnico de la Presidencia, un puesto de perfil bajo pero mucha influencia (más como ejecutor de órdenes que como ideólogo).
Carlos Zannini con Néstor Kirchner
Más allá de su puesto concreto recibe muchos apelativos: “mano derecha de Cristina”, “hombre de confianza”…
E incluso algunos analistas, como el escritor Jorge Asís, el pasado mes de febrero, señalaba que “quien gobierna es Carlos Zannini (Secretario Legal y Técnico de la Presidencia) y la Presidente tuitea: todo el peso de la acción cotidiana de gobernar recae en Zannini”.
El diario La Nación describe así su papel: “Con la llegada de Kirchner a la presidencia en 2003, Zanini fue designado como secretario de Legal y Técnica. Desde ese cargo, le dio forma legal a la estatización de las AFJP, la ley de medios, la puja por las reservas del Banco Central (BCRA), la reforma electoral y el Fútbol para Todos. También participó del armado de las listas electorales del oficialismo”.
“Con la muerte del ex presidente en 2010, el funcionario se convirtió en el más estrecho colaborador de Cristina Kirchner. Integra la mesa chica del Gobierno y es el sostén anímico de la jefa del Estado, que fue operada hoy en la Fundación Favoloro por el hematoma en el cráneo que le detectaron el sábado pasado”, asegura el periódico de Buenos Aires.
Y el analista político Joaquín Morales Solá es aún más contundente: “En este momento hay dos presidentes: uno formalmente interino, Amado Boudou, y otro de hecho, Zannini. El conflicto sucede cuando se advierte que la única persona con poder real en el Gobierno es un funcionario que nunca fue elegido para nada. A Zannini le bastó con cultivar incansablemente la confianza de dos personas: el matrimonio Kirchner. Con esa cosecha, magra e imponente al mismo tiempo, lleva diez años como uno de los hombres más poderosos del país”.
Carlos Zannini: “Lo que quiere (la oposición) es romper el liderazgo de Cristina, pero no van a lograrlo porque ella está arraigada en el pueblo argentino como Evita, Perón y Néstor”
Su pasado ultraizquierdista le ayuda a tender puentes con La Campora y los grupos ultrakirchnerista.
El diario Clarín señala en este sentido que “el secretario, además, maneja los hilos de La Cámpora y Unidos y Organizados. Por su pasado “revolucionario”, Zannini cree en el poder de los jóvenes movilizados y es quien alimenta a la militancia de “paladar negro”. Fue en reuniones con estas agrupaciones donde el funcionario se animó, no desde hace mucho, a encabezar algunos actos y tomar el micrófono para convocar a la juventud a “bancar el modelo”.
Su lenguaje, en la pocas entrevistas que concede y actos en los que interviene, es muy similar a los clichés kirchneristas.
Tiende claramente al lenguaje populista (“Lo que quiere (la oposición) es romper el liderazgo de Cristina, pero no van a lograrlo porque ella está arraigada en el pueblo argentino como Evita, Perón y Néstor”) y es un pragmático (“Esta farándula política nos va a criticar siempre, no hay nada que les venga bien. Nos criticaban porque no venían inversiones, vino Chevron, pone 1.300 millones de dólares en un año y subirá 15 mil en tres o cuatro años y esto está mal también y esto no les gusta. La verdad es que no saben con cual de las posturas quedarse: Pasamos de ser chavistas a vendepatrias en 24 horas”)
…y como todo populista, polarizador (“El coro mediático que ataca permanentemente a la presidenta Cristina, es solo eso, un coro mediático, una especie de farándula mediática que no construye nada. Hay algunos mediáticos de la farándula, bueno estos son mediáticos de la política…”).
“Nosotros somos simplemente asesores de ella en distintas temáticas y formamos en conjunto un equipo de trabajo, que en este caso encabeza el vicepresidente. La única que tiene el poder es la Presidenta”, aseguró el jefe de gabinete Abal Medina. La única que tiene el poder es la Presidenta”.
Desde el oficialismo kirchnerista no se esconde la situación de un vicepresidente en un plano secundario y con el poder en manos del entorno kirchnerista.
La diputada del Frente para la Victoria, Diana Conti, describió el “núcleo duro” del Gobierno y reconoció que Zannini, y el hijo de Cristina Kirchner, Máximo, dirigen el gobierno mientras dure la recuperación de la Presidenta.
“Máximo Kirchner siempre opinó y con sentido muy común. Tiene sentido común, lógica de criterio, humildad. Es una persona muy prudente, calma y muy inteligente. Siempre estuvo muy compenetrado con los asuntos que manejaba su padre y maneja ahora su madre; seguramente es el nexo de transmisión porque es el hijo”, sostuvo.
Carlos Zannini junto con Cristina Kirchner
Conti señaló que “Carlos Zannini tiene el ADN kirchnerista, estuvo con Néstor y Cristina desde siempre” y “es el soporte legal, técnico y político del kirchnerismo”.
Sin embargo, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, rechazó que las decisiones del Gobierno hayan recaído en la denominada “mesa chica”, que integrarían él, el secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, y Máximo Kirchner.
“Nosotros somos simplemente asesores de ella en distintas temáticas y formamos en conjunto un equipo de trabajo, que en este caso encabeza el vicepresidente”, aseguró Abal Medina, quien añadió: “La única que tiene el poder es la Presidenta”.
El hiperpresidencialismo, la concentración de poderes en la figura presidencial y una histórica desconfianza en los vices (desde la mala relación entre Néstor y Scioli en el periodo 2003-2007, la ruptura entre Cristina y Julio Cobos entre 2008 y 2011 y los escándalo que envuelven y acorralan a Amado Boudou) han conducido a esta situación en la que el entorno kirchnerista se aferra a un poder en declive.
Tomado de INFOLATAM
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