El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se despidió hoy de sus homólogos del Mercosur, a los que pidió continuar con “un proyecto de integración cada vez más ambicioso”, del que dijo sentirse “orgulloso”.

“Quiso el destino que este sea el último compromiso de mi agenda internacional como presidente”, declaró Lula al intervenir en la XL Cumbre del Mercosur y en alusión a que el próximo 1 de enero le entregará el cargo a la presidenta electa, Dilma Rousseff.

En su discurso, Lula hizo una gran repaso de lo ocurrido en los últimos ocho años -que coincidieron con sus dos mandatos- en el bloque integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, y en particular destacó los avances sociales y económicos registrados en los cuatro países.

“No podemos dejar de comparar ese dinamismo con el proceso de parálisis” que atraviesan actualmente los países más desarrollados, dijo Lula, quien volvió a criticar la crisis en las naciones más ricas y a asegurar que “no serán los pobres los que paguen las consecuencias”.

Afirmó que mientras las economías más poderosas del mundo optan por “renunciar a su papel de locomotoras” y se debaten “entre la crisis y el desempleo”, los países del Mercosur registran tasas de crecimiento que están “entre las más altas del mundo”.

Lula citó proyecciones según las cuales la economía de Paraguay crecerá este año un 9,7%, mientras que la de Uruguay lo hará un 9%, la de Argentina un 8,4% y la de Brasil un 7,7%.

“Respondimos a los paradigmas neoliberales con mecanismos renovadores, de inclusión, desarrollo y carácter democrático”, y con procesos “innovadores” que llevaron hacia una mayor integración productiva y el desarrollo de programas de infraestructura comunes, destacó Lula.

En especial, subrayó que la integración en el Mercosur también ha llegado al área social, mediante procesos que estimulan y fortalecen la intervención de la sociedad civil en los grandes debates, y sostuvo que “esa es una de las mayores conquistas, a la que no se podrá renunciar” nunca.

Asimismo, valoró la decisión del Mercosur de ampliar sus horizontes políticos y comerciales hacia “regiones distantes”, sobre lo cual puso como ejemplo un acuerdo de preferencias comerciales que el bloque firmó el pasado miércoles con Corea del Sur, Cuba, Egipto, India, Indonesia, Malasia y Marruecos.

También celebró la presencia en esta cumbre de representantes de Guyana y Surinam, en calidad de observadores, y de Turquía, Siria, Cuba, Palestina, Australia y Nueva Zelanda, invitados especiales.

En la XL Cumbre del Mercosur, que se celebra en la ciudad de Foz de Iguazú, además de Lula participan los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; Uruguay, José Mujica, y Paraguay, Fernando Lugo, cuyo país asumirá la presidencia rotativa del bloque en esta cita.

También asisten los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Chile, Sebastián Piñera, y el vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, así como representantes de Ecuador, Perú y Venezuela, todos países asociados al bloque.

Vía EFE

El Gobierno de Costa Rica anunció hoy que ha pedido a la OEA la convocatoria de una reunión de su Consejo Permanente tras comprobar la presencia de militares nicaragüenses en territorio costarricense.

El canciller de Costa Rica, René Castro, y el ministro de Seguridad, José María Tijerino, indicaron en una rueda de prensa que en un sobrevuelo realizado hoy en Isla Calero, en la zona limítrofe con Nicaragua, comprobó la presencia de unos 50 soldados nicaragüenses que, además, izaron una bandera de ese país.

“Esta mañana (lunes) hubo un sobrevuelo sobre isla Calero (de Costa Rica) y se determinó la presencia de tropas de Nicaragua en territorio costarricense. Tienen plantada una bandera (nicaragüense) y carpas del Ejército”, dijo el ministro de Seguridad, José María Tijerino.

“Ante los hechos comprobados me he comunicado con el secretario general de la OEA y le hemos pedido que convoque al Consejo Permanente de la OEA”, dijo el canciller René Castro en una rueda de prensa junto a Tijerino.

El ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez acusó este viernes al secretario de la OEA, José Miguel Insulza, de cumplir órdenes del mandatario venezolano, Hugo Chávez, y sostuvo que ese organismo está perdiendo legitimidad.

“Es un secretario que obedece órdenes, especialmente de Hugo Chávez”, afirmó Gutiérrez a la AFP después de que Insulza alertara de que intentonas golpistas como la que enfrentó el presidente Rafael Correa hace una semana podrían repetirse en la región.

El ex mandatario, derrocado en abril de 2005 en medio de una revuelta popular, es acusado por Correa de un intento de golpe de Estado cuando policías se rebelaron por una ley que les quitó beneficios económicos, dejando diez muertos y 274 heridos.

“Cuando hubo un golpe en mi contra, (Insulza) no dijo absolutamente nada, nunca vino a Ecuador, no era golpe de Estado, todo estaba bien. Ahora, siguiendo las directrices de Chávez, hubo intento de golpe (a Correa)”, manifestó el coronel retirado del Ejército.

Al responsabilizar a Correa de su derrocamiento, Gutiérrez señaló que “ahí quería verle a este señor de la OEA y no ahora, que todo es un show. Lo que pasa es que la OEA está perdiendo piso, legitimidad e imparcialidad”.

Gutiérrez, quien participó en la caída del gobernante ecuatoriano Jamil Mahuad en enero de 2000, lamentó haber apoyado durante su administración la elección de Insulza como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Fue un error que cometí, él es secretario de la OEA con el voto de Ecuador. Fue un error, lo admito ahora, porque no es un secretario imparcial”, enfatizó.

Niega conspiración hacia Correa: “Me voy a quedar aquí, voy a enfrentar a la justicia, este es mi país”

El ex presidente de Ecuador Lucio Gutiérrez, a quien el gobierno acusa de estar detrás de un intento de golpe de Estado, descartó el viernes partir al exilio y aseguró estar listo para enfrentar a la justicia por esa acusación.

“Me voy a quedar aquí, voy a enfrentar a la justicia, este es mi país”, dijo Gutiérrez en entrevista con la AFP, en la que negó nuevamente haber conspirado para derrocar a Correa aprovechando una rebelión de policías, el 30 de septiembre, contra una ley que eliminó bonificaciones para la fuerza pública.

El ex mandatario, que gobernó entre 2003 y 2005, cuando fue depuesto por una revuelta popular, recordó que el gobierno de Rafael Correa le ha planteado tres juicios, mientras que al salir de la presidencia acumulaba 94 denuncias.

“Sería otro más, que me metan el juicio que sea, yo no voy a correr, aquí está enterrada mi madre, aquí viven mis hijas, yo viviré en Ecuador y me enterrarán en Ecuador, seguiré luchando porque quiero que en mi país haya libertad para expresarnos, para trabajar, para producir”, añadió.

Gutiérrez ya enfrenta procesos por presunta tentativa de golpe de Estado y asesinato contra Correa y por piratería marítima, al haber supuestamente ordenado a militares estadounidenses hundir barcos ecuatorianos sospechosos de narcotráfico, según dijo.

El 30 de septiembre “no hubo ningún intento de golpe de Estado. Rechazo terminantemente las inculpaciones del presidente, pues lo que en realidad hubo fue una protesta policial”, indicó.

Centenas de agentes se sublevaron ese día llegando a retener a Correa en un hospital donde se refugió tras ser agredido en el principal regimiento policial de Quito, cuando intentaba aplacar la protesta, que dejó diez muertos y 274 heridos.

El mandatario fue rescatado por militares y policías leales en medio de un intenso tiroteo, en el que fue baleado uno de los vehículos que lo escoltaba.

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